Thursday, June 16, 2016

Los problemas de Israel con el Partido Demócrata. Respuestas a preguntas y comentarios - Shmuel Rosner



Como hago a menudo a continuación de mis artículos en The New York Times, llega el momento de responder y referirme a los comentarios generados por mi artículo de la semana pasada: "Los problemas de Israel con el Partido Demócrata". Sugiero, por supuesto, que lean el artículo completo antes de leer este post, pero en caso de que ya lo hayan hecho, o no tengan tiempo para hacerlo, aquí hay un párrafo como aperitivo:
Tampoco tendría mucho sentido para la mayoría de los israelíes elegir a sus líderes en base a las preferencias de los militantes demócratas estadounidenses. Y militarmente Israel tampoco puede cambiar sus tácticas para ajustarse a los deseos de los votantes demócratas. Del mismo modo, no tendría sentido que el gobierno de Israel cediera a presiones diplomáticas sólo para apaciguar los sangrantes y biempensantes corazones de los demócratas liberales.
Ahora bien, ¿tal vez debería? Israel recibe más ayuda exterior estadounidense que de cualquier otro país, colabora con Washington en materia de seguridad y de inteligencia y recibe el apoyo diplomático estadounidense en las Naciones Unidas y en otros lugares. Debido a esto, Israel basa ese apoyo en ambos partidos políticos estadounidenses. Y eso por supuesto tiene un precio. El truco para Israel es mantener ese precio lo más bajo posible manteniendo su condición de "amigo especial" de los Estados Unidos. Israel trata de hacer eso tanto si un republicano como George W. Bush está en el poder, o bien (a veces con mucho menos éxito) cuando un demócrata como Barack Obama está en el poder.
Estas son algunas de las observaciones y preguntas formuladas después de este artículo y mi respuesta a ellas. Voy a comenzar con los comentarios de la página internacional de New York Times de Opinión en Facebook :

Linda Anderson escribió: "el problema de Israel no es con el Partido Demócrata de los EEUU. Es con su liderazgo extremadamente derechista que se mantiene elección tras elección. Estoy enferma de proporcionar apoyo militar a un régimen que no tiene ningún respeto por los derechos humanos y que piensa que todas las políticas del mundo deben girar en torno a cuan amenazado se 'siente' Israel".

Mi respuesta: Mrs. Anderson se equivoca. El liderazgo de Israel no es "extremadamente derechista". Israel tiene en cuenta los derechos humanos e Israel no cree que "toda las políticas del mundo deben girar en torno a sus necesidades" [N.P.: Más bien existe una obsesión con los supuestos defectos de Israel que no se extiende al resto de los países].

Estoy seguro que Mrs. Anderson no lo hizo intencionalmente, pero buena parte de su comentario suena bastante cercano a las acusaciones antisemitas de cómo los judíos utilizan al mundo en función de sus propias necesidades. Pero Mrs. Anderson también demuestra lo que quise decir: cada vez es más difícil para Israel comunicarse con los demócratas liberales estadounidenses.

Charlie Hall escribió: "Los demócratas creen actualmente que Netanyahu es un aliado exclusivamente del Partido Republicano, y tienen razón. ¿Por qué los demócratas deberían apoyar a sus oponentes políticos?"

Mi respuesta: Mr. Hall tiene razón. Muchos demócratas creen que el gobierno de Israel prefiere a los republicanos. Por supuesto, el gobierno de Israel nunca diría tal cosa públicamente, pero en términos generales desde luego prefiere a los republicanos. Lo que Mr. Hall no ve es la dinámica de que fue primero, el huevo o la gallina, cuando se trata de esta preferencia. En otras palabras: no es que Israel prefiera a los republicanos sobre los demócratas al ser estos más críticos de Israel. Es que los republicanos son más partidarios de Israel y por lo tanto Israel prefiere a los republicanos.

Anthony Burke escribió: "La amoralidad de este tipo - Rosner - es impactante. Los judíos deben preocuparse por los derechos humanos universales y por el derecho internacional. Gente como usted es perjudicial y socava su propia seguridad"

Mi respuesta: Con el debido respeto, cuando los judíos se preocupan por esas cosas y se olvidan de cuidarse a sí mismos terminan mal. Todavía estoy por ver cómo el "derecho internacional" y los "derechos humanos universales" salvan a los seres humanos reales de las carnicerías actuales. Por ejemplo, a los sirios inocentes.

Jeanette Collins escribió:  "Israel tiene un problema con todo el mundo. ¿Por qué no se pregunta por qué?"

Mi respuesta: También yo me pregunto por qué. Israel no es un país perfecto, pero ¿es realmente el peor? ¿Realmente merece tener un problema "con todo el mundo?" (Por cierto, la sugerencia de "todo el mundo" no es muy exacta cuando se trata de los EEUU en general, donde la mayoría de la gente tiene una visión muy positiva del país).

La siguiente carta fue enviada a mi correo: "Me atrajo este párrafo de su artículo, 'para que las relaciones entre Israel y los demócratas sigan siendo fuertes una de estas dos cosas tiene que suceder: o bien las actitudes de los demócratas y las políticas de Israel convergen, o bien los demócratas deben convencerse de que el debilitamiento de su apoyo a Israel tendrá también un precio político' ".

Considero que usted está abogando para que la comunidad judía de los EEUU ponga fin a su apoyo mayoritario al Partido Demócrata. Es un movimiento que requiere mucho tiempo, y es el único que va a invertir la "deriva" de la que habla. 

Mi respuesta: No Jeffrey, no estoy abogando para que la comunidad judía en los EEUU ponga fin a su apoyo mayoritario al Partido Demócrata. No me gusta cuando algunos judíos estadounidenses pretenden saber mejor que los propios israelíes a que partido de Israel deben votar. Por eso mismo no creo que los israelíes deban decir a los judíos estadounidenses a que partido deben votar. Este es un debate que los judíos estadounidenses deben tener entre sí.

También me pregunto si eso va a "invertir la deriva" como usted dice. Quizás podría porque entonces los demócratas verían una desventaja política en su creciente alienación de Israel, o bien podría tener el efecto contrario al incluir el Partido Demócrata menos voces favorables a Israel para moderarse.

También debo señalar que el problema que Israel tiene con el Partido Demócrata es similar al problema que también tiene con muchos judíos estadounidenses.

Jack escribió: "Yo también soy un demócrata liberal, pero como un seguidor de toda la vida de Israel empiezo a sentir que el Partido Demócrata está dejando de ser mi casa, y ni que decir tiene que el otro (Partido Republicano) no lo es . Así que sólo espero que Hillary, al igual que su marido, demuestren ser un amigo de Israel".

Mi respuesta: Yo también lo espero. Un Clinton - como dije no hace mucho tiempo atrás - es todavía considerado por los israelíes como el "mejor presidente estadounidense de los últimos 30 años para Israel". Así pues, es esperanzador que sea una opción.

El último de mi correo: "Si Israel cambia sus políticas, el Partido Demócrata no tendrá ningún problema con Israel".

Mi respuesta: Bueno, ese es realmente el comentario de los mil millones de dólares. Ha aparecido bajo muchas variaciones en Facebook y Twitter, en las cartas que he recibido e incluso en las llamadas telefónicas que tuve después de la publicación del artículo. Pero como digo en el artículo:
"no todo el mundo está de acuerdo en que un cambio en las políticas de Israel vaya a cambiar las aptitudes de los demócratas hacia Israel. Por otra parte: no todo el mundo está de acuerdo en que ese cambio que se necesita para alterar, posiblemente, las opiniones de los demócratas liberales sea un cambio que Israel pueda hacer sin ponerse en gran riesgo o pagar un alto precio".
Tomemos el acuerdo con Irán como ejemplo: ¿Se podría argumentar que Israel debería haber dado su consentimiento a la operación debido a que era la opción defendida por los demócratas liberales?

Por un lado, se podría decir: "sean realistas, ya la resistencia de Israel no podría lograr su objetivo, y el acuerdo salió adelante de todos modos".

Por otro lado, también se podría decir: "el acuerdo era y sigue siendo peligroso para Israel, y era necesario que Israel lo dejara bien claro y luchara contra él hasta donde podía, no importando lo que pensaran los líderes demócratas".

Entonces, ¿cuál es la respuesta correcta? La respuesta correcta depende de la evaluación de una de estas tres cosas:

- ¿Cuán peligroso es para Israel erosionarse aún más el apoyo demócrata?
- ¿Cuán peligroso es para Israel hacer lo que los demócratas quieren que haga?
- ¿Tiene Israel la oportunidad de cambiar significativamente las opiniones de los demócratas liberales mediante la alteración de sus políticas?

Estas son las preguntas que determinan su nivel de acuerdo con el argumento que presenté en el artículo del NYT .

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