Saturday, December 31, 2016

La rabia de Kerry contra Israel. El Secretario de Estado no entiende por qué sus conversaciones de paz fracasaron - WJS



John Kerry pronunció este miércoles un discurso maratón en contra de Israel por su política de asentamientos, y vimos como los canales de televisión israelíes perdían su interés por la transmisión en vivo después de la primera media hora. ¿Quién puede culparlos? Si los israelíes no sienten la necesidad de escuchar otro nuevo ataque verbal del que pronto será el ex secretario de Estado, es porque viven en una realidad que el secretario de Estado no muestra evidencias de comprender.

Kerry ha hecho de la búsqueda de la paz entre israelíes y palestinos una meta importante de su mandato, conduciendo intensas negociaciones durante casi un año hasta que se derrumbó en la primavera de 2014. Ese derrumbe se produjo después de que la Autoridad Palestina anunciara la creación de un gobierno de unidad con Hamas, el grupo terrorista que ha jurado la destrucción de Israel. Poco después, Hamas comenzó una guerra con Israel a través de la Franja, la tercera guerra desde que Israel desocupó de la Franja todos sus asentamientos en 2005.

Repetimos esta historia para demostrar que no es por la falta de diplomacia de los Estados Unidos el que no haya paz, y como la diplomacia manejado mal acaba fomentando la violencia palestina. En el 2000, el entonces presidente Bill Clinton reunió a los líderes israelíes y palestinos en Camp David para negociar un acuerdo de paz definitivo, sólo para ver como los palestinos rechazaban una oferta que les hubiera otorgado un estado en casi toda Gaza y Cisjordania. Ese fracaso fue seguido por otra campaña terrorista palestina.

En su discurso, Mr. Kerry trató personalizar sus diferencias con el actual primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, alegando que conduce a la coalición "más derechista" de la historia de Israel. Pero los israelíes también recuerdan que Mr. Netanyahu ordenó un congelamiento de los asentamientos, y que la paz tampoco estuvo más cerca.

La lección es que los asentamientos judíos no son el principal obstáculo para la paz. Si lo fueran, Gaza estaría de camino a convertirse en la Costa Rica del Mediterráneo. El obstáculo es el rechazo palestino al derecho de Israel a existir como Estado judío en cualquier tipo de frontera. Un secretario de Estado que desea resolver el conflicto podría haber partido de la premisa de que debe amonestar a los palestinos porque nunca conseguirán un estado mientras su objetivo principal sea la destrucción de su vecino.

Pero eso no parece interesar al secretario Kerry. A pesar de que hizo algunas referencias al terror palestino y a su incitación, lo más que pudo decir en contra de ella es que "debía parar". Si la administración Obama tiene planes de último minuto para respaldar esta hueca exhortación con un esfuerzo diplomático en la ONU, no hemos oído hablar de él.

Contrasta esto con la resolución del Consejo de Seguridad de la semana pasada, a la cual la administración Obama administración se negó a vetar, cambiando sustantivamente los entendimientos diplomáticos desde 1967. Al contrario, Kerry reivindicó el miércoles que la resolución 2334 "no abría nuevos caminos".

La realidad es que dicha resolución niega las demandas legales de Israel a lugares sagrados judíos incluyendo el Muro occidental pared, mientras invierte la tradicional fórmula de "tierra por paz" que ha sido una piedra angular de la diplomacia de Estados Unidos desde hace casi 50 años. En el mundo de la resolución 2334, la tierra ya no es para Israel una forma de conseguir la paz. Kerry también llamó a Jerusalén Este "territorio ocupado", lo cual contradice lo que la propia administración Obama afirmó en el caso del Tribunal Supremo del 2015, Zivotofsky vs Kerry, donde los EEUU no reconocían ninguna soberanía sobre Jerusalén.

La cuestión más importante es lo que significa todo esto para las perspectivas de una posible resolución. Kerry hizo una súplica apasionada en su discurso para preservar la posibilidad de una solución de dos estados para judíos y palestinos. Ese es un objetivo valioso en teoría, asumiendo que un estado palestino no se convierta en otro Yemen o Sudán del Sur.

Pero el efecto de los esfuerzos de Kerry será colocar ese objetivo más lejos. Los palestinos ahora estarán estimulados a creer que pueden conseguir lo que quieren en la ONU y por medio de campañas públicas de boicot contra Israel, y todo ello sin hacer concesiones. Los israelíes, por su parte, se convencerán de que las garantías occidentales de apoyo a su existencia no son sinceras y son reversibles.

El discurso de Kerry fue precedido por un tweet de Donald Trump diciendo a Israel que se "mantuviera fuerte" hasta que llegara a la presidencia en 23 días. Esa es una señal alentadora de que Mr. Trump entiende que la primera regla de la diplomacia es hacer lo correcto por los amigos, especialmente cuando son acosados y asediados, y son unas democracias.

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