Sunday, January 01, 2017

El discurso de Kerry: ¿Resulta aún un insulto calificarle de "obsesivo y mesiánico", o bien ahora ya es un hecho establecido y comprobable? - Shmuel Rosner



1.- Los largos discursos a menudo sólo se merecen una respuesta corta. Tal fue el discurso de John Kerry en el que expuso su visión sobre el conflicto palestino-israelí. En suma - a medida que uno lee las miles de palabras escritas sobre el discurso - hay tres principales argumentos contra el discurso y su contenido.
A. La administración Obama dedicó su último aliento a un tema relativamente insignificante, precisamente cuando el mundo la ofrece muchas más significativa crisis sobre las que opinar. Esto, más que desconcertante, resulta exasperante. Este es el argumento que se puede titular como "señalar (solamente) a Israel".
B. La administración Obama adjudicó la culpa por la falta de paz en la región a Israel. Sí, es cierto que también habló genericamente de la incitación palestina y de la necesidad de abstenerse del terrorismo, pero, tal como señala Elliot Abrams, la resolución del Consejo de Seguridad, esa por la que tanto trabajó la administración Obama para que se aprobara, solamente "perjudicará a Israel y no hará nada en absoluto con los palestinos", lo cual significa que no era equilibrada. El titular podría ser "La administración Obama castiga a Israel, y apenas reprende las políticas negacionistas palestinas".  
C. La visión de Kerry se aleja de la realidad. Sus llamados "puntos" son vagos, y sin sentido, ya que ninguno, israelíes y palestinos, puedan estar de acuerdo.
2.- Permítanme ampliar brevemente el punto C. Es importante.

Hay dos maneras de ver el proceso de paz en el Oriente Medio. Una manera es decir que "todo es solucionable, que las partes solamente necesitan un poco de empuje y un poco de creatividad". Otra manera es decir que "las partes están demasiado separadas para llegar a cualquier tipo de acuerdo".
Este última es una lectura más realista de la situación. Las partes no pueden ponerse de acuerdo en la actualidad en algo parecido a lo que sugirió Kerry. Por ejemplo, el secretario Kerry argumentó - sugiriendo sus bastante nebulosos seis "principios" para la paz - que un acuerdo de paz puede"otorgar unas fronteras internacionales seguras y reconocidas para Israel y una Palestina viable y contigua".  Hermosa sugestión. Por desgracia, para Israel "fronteras seguras" significa "el control del valle del Jordán", mientras que para los palestinos "viable" significa "el control del valle del Jordán".

Kerry podría creer que puede cuadrar este círculo, pero no puede, ni sobre las fronteras ni sobre todos los demás "principios" que mencionó (Díganme: ¿cómo se hace exactamente para dividir Jerusalén y mantenerlo unido al mismo tiempo? Eso podría funcionar para los abogados y planificadores en Washington, no para las personas reales que viven en el Oriente Medio. Y además, ¿por cuánto tiempo?).

El error inicial de Kerry y de Obama fue apuntar a un gran acuerdo en lugar de centrarse en pequeños pasos incrementales que podrían hacer algo para mejorar la calidad de vida de los palestinos y, posiblemente, calmar una situación ya tensa. Cuatro años han pasado, y esta simple lección todavía se les escapa. Tres semanas antes de su salida, y él todavía tiene como objetivo un gran acuerdo.

3.- Hace dos años escribí un artículo en el que decía que el fracaso de John Kerry a la hora de lograr la paz podía ser un éxito. ¿Por qué? Esto es lo que dije entonces:
Para las dos partes con unos intereses reales en juego, las conversaciones fueron un éxito. Tuvieron éxito en demostrar, una vez más, que hay cosas más importantes para ellos que la paz y la calma - cosas como el orgullo nacional, las tradiciones sagrados, los símbolos y la tierra -. Ambas partes celebraron las conversaciones sin ninguna esperanza de llegar a un acuerdo, y ambas se están yendo habiendo alcanzado su objetivo no declarado: evitar un acuerdo por el que nunca se interesaron y sin tener que soportar toda la culpa por dejar caer la pelota.
En la parte final me equivoqué: sí, las conversaciones fueron un éxito porque las partes evitaron un acuerdo que no querían, pero a Israel se le adjudicó toda la culpa, al menos para las próximas tres semanas.

4.- ¿Qué hacer con el discurso de Kerry? La verdad es que no lo sé. Pero me parece que las explicaciones más válidas deben venir del campo de la psicología. El ex ministro de Defensa de Israel, Moshe Yaalon, insultó en su momento a Kerry diciendo que era "obsesivo y mesiánico". Sin embargo, mirando el discurso de Kerry cualquiera tenía que planteárselo. Fue apasionado, pero se sintió claramente que no había urgencia para este discurso.

Tal urgencia escapa a los observadores más racionales. Tal vez era urgente para él, para explicar los movimientos de connivencia de la administración Obama detrás de la votación del Consejo de Seguridad, y debido a que la reacción fue mucho más dura que la esperada por la administración Obama. Tal vez era urgente para él debido a alguna esperanza de que una petición de última hora pudiera hacer cambiar algo los corazones de los israelíes (o palestinos). Tal vez era urgente para él decir lo que dijo porque cuando Trump se convierta en el presidente las cosas van a cambiar.

Es un misterio por qué lo hizo, y lo que oí después me reafirma en que su sentido no sólo fue un misterio para mí, sino también para él.

5.- Algunos puntos sobre la respuesta de Israel:
A. Hubo una decisión de quitarse los guantes y golpear duro a la administración Obama. Espero que esta decisión no esté impulsado por el ego. 
B. Israel tiene razón cuando sostiene que colocar a los asentamientos como la pieza central de una política para el Oriente Medio es ridículo, pero el hecho es que la política de asentamientos de Israel plantea preguntas acerca de sus verdaderas intenciones y planes para el futuro. 
C. El ambiente de celebración con el que Israel espera al presidente Trump es prematuro. Trump ha demostrado más de una vez que puede ser un político impredecible.

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