Friday, February 24, 2017

El espejismo de la Solución de dos Estados - Joel Fishman - Mida



Desde hace algún tiempo, la consigna de la llamada "Solución de dos Estados" ha sido constantemente presentada en los medios de comunicación como un objetivo deseable, uno que Israel y los palestinos deberían implementar en el interés de la paz. Cada vez que alguien plantea esta idea, se da a entender que sería Israel quien debería hacer grandes sacrificios a cambio de un beneficio poco claro. Durante la administración Obama, el secretario de Estado John Kerry acusó con amargura al Gobierno de Israel de no estar comprometido con la "Solución de dos Estados", y hace unas semanas en Londres la primera ministra británica Theresa May declaró que favorecía la "Solución de dos Estados". Ella le preguntó al primer ministro Netanyahu si también estaba comprometido con esta fórmula, a lo que Netanyahu no respondió directamente declarando que Israel está comprometido con la paz.

Este lema o eslogan carece completamente de mérito. La OLP lo introdujo por primera vez como una estratagema, y ​​su verdadero propósito ha sido siempre ocultar sus verdaderos objetivos y los de su sucesor, la Autoridad Palestina. Quienes lanzaron la idea de la "Solución de dos Estados" pretenden que sea entendida de una manera diferente por los israelíes - sus víctimas potenciales - y los extraños bien intencionados que aparentemente desean una solución justa a esta guerra.

Durante la guerra de Vietnam, los vietnamitas del norte lanzaron originalmente la fórmula de "dos Estados" con el fin de ocultar su objetivo estratégico. Ellos adoptaron una estrategia de fases que, por prestar atención a las fases intermedias de su lucha, les permitiría alcanzar su objetivo mediante fases graduales. Su verdadero objetivo era que Vietnam del Norte conquistara el Vietnam del Sur, sin embargo hablaron de una "Solución de dos Estados", una táctica para disfrazar su propósito y objetivos, y de paso manipular a la opinión pública mundial. Al final, la comunista Vietnam del Norte sometió a la conquistada Vietnam del Sur, y en 1975 los últimos estadounidenses huyeron desde la azotea de su embajada en Saigón en helicóptero. Esta fue una gran derrota tanto de los vietnamitas del Sur como de los Estados Unidos de América.

Durante la década de 1970, Salah Khalaf, conocido como Abu Iyad, llevó a una delegación de la OLP a Hanoi para aprender de los norvietnamitas. Allí se encontraron con el legendario general Vo Nguyen Giap y demás asesores políticos que les entrenaron en una presentación inofensiva de sus objetivos y cambiar así su imagen de terroristas en la opinión pública mundial. Abu Iyad describió esta visita significativa en su libro, Mi Casa, Mi Tierra (qui publicó con Eric Rouleau en 1978). En dicho libro Abu Iyad contó que los norvietnamitas aconsejaron a los palestinos dedicar una gran atención a las etapas intermedias de su guerra y aceptar la necesidad de "sacrificios provisionales".

"Sin referirse explícitamente a Fatah o la OLP, los miembros del Politburó les proporcionaron una larga relación de las diferentes etapas de la lucha del pueblo vietnamita, explicándoles por qué habían tenido que resignarse a realizar diversas concesiones, a veces importantes, tales como aceptar una división del país en dos estados separados e independientes". Independientemente, en 1997 Yossef Bodansky, un analista de inteligencia, publicó más información sobre esta reunión. "Los norvietnamitas les sugirieron que aceptaran aparentemente la división de la tierra entre dos estados independientes, y que no hicieran hincapié en que esto era sólo una fase provisional para neutralizar a los oponentes de la OLP en Occidente".

Vivimos en un cultura de alta tecnología con mensajes de texto y audiovisuales, con una comunicación rápida y simple de mensajes de pocas palabras, y ese tipo de hábitos parece desalentar a la gente de un estudio minucioso de las experiencias pasadas. Con el fin de entender lo que está mal aquí, hay que recordar la historia de esta consigna, la cual fue diseñada desde el principio para ser una estafa. Comenzó como un instrumento de guerra política y su propósito nunca ha cambiado. Su potencia se ha mantenido porque la gente no conoce (o no desea reconocer) el pasado, de oro-haber-sido arrullados.

Al rastrear y documentar el origen del término, podemos saber con certeza que se trata de un fraude, y esto nos hace considerar que no sería bueno para Israel. Por la misma razón, ningún israelí que desea el bien para su país jamás debería abogar por la "Solución de dos Estados". Su programa no significa nada menos que el politicidio de Israel. La idea puede haber sido una moda durante la era de Oslo, pero sigue siendo necesario escuchar lo que el enemigo trata de ocultar y lo que significa ese politicidio.

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