Monday, May 01, 2017

Separados pero cómodos: Así es cómo los israelíes quieren vivir - Shmuel Rosner





No hay mejor ilustración de los datos presentados recientemente por el Jewish People Policy Institute (JPPI) que la decisión tomada por el Tribunal Supremo de Israel. El tribunal, en una decisión demasiado complicada de explicar en detalle, dictaminó que la ciudad de Tel Aviv puede permitir que mini-supermercados operen en Shabat. Y si bien la decisión no fue dirigida a cambiar el status quo existente en Israel, ya que fue principalmente una respuesta al fracaso del gobierno a la hora de tomar sus propias decisiones, todavía pone de relieve cómo Israel se está convirtiendo poco a poco en un país de comunidades que viven según sus propias normas. De manera simplista: Tel Aviv - más abierta en Shabat, y Jerusalén - más cerrada.

¿Es esta una situación que los israelíes ven con temor o con aprobación?

El Jewish People Policy Institute, del que soy miembro, proporciona una posible respuesta a esta pregunta cuando emitió un nuevo estudio, su anual Índice del Pluralismo. Una de sus conclusiones más importantes es que los israelíes, mientras se sienten “cómodos” con la vida en Israel tal “como está” - es decir, que no sienten una presión por  pretender ser algo que no son -, no necesariamente quieren mezclarse con personas diferentes a ellos. Están cómodos siendo lo que son dentro de sus comunidades de individuos con identidades, intereses e ideas similares.

¿Qué quiero decir con eso? Una de las cosas que examinaba el JPPI en esta amplia encuesta es si los israelíes apoyan la separación en grupos o comunidades, o si creen que los israelíes de todo tipo deben vivir juntos. Por ejemplo, preguntábamos: “En su opinión, ¿deberían los judíos y los árabes vivir en barrios mixtos en Israel?” Una mayoría significativa contestó que no. El 68% de los judíos y el 73% de los árabes. También preguntamos a los judíos y árabes si querían que sus hijos estudiaran junto a estudiantes del otro grupo. Aquí hay una división en la forma en que responden judíos y árabes: Una ligera mayoría de los judíos (el 51%) no querían que sus hijos estudiaran junto a niños árabes, mientras que los árabes, en general (el 76%), sí deseaban que sus hijos estudiaran junto a los niños judíos.

Preguntamos a los judíos de Israel si creían que era aconsejable que los judíos seculares y religiosos vivieran en barrios mixtos. Aquí las cosas se ponen un poco más complicadas, así que tengan paciencia. Hay dos grupos de judíos seculares en la encuesta del JPPI:  los que se definen como “totalmente seculares” y los que se definen como “seculares algo tradicionales”. De los "totalmente seculares", el 50% no quiere vivir en barrios mixtos judíos con los israelíes religiosos. Pero son aún menos entusiastas con unos barrios mixtos judíos de seculares y haredi (ultra-ortodoxos), ya que el 53% está en contra.

Entre “los seculares algo tradicionales” - un 22% de la población judía, mientras que los "totalmente seculares" representan al 35% - la respuesta fue diferente. El 69% cree que los barrios mixtos judíos de seculares y religiosos serían una bendición. Los religiosos israelíes - los “Dati” (pero no Haredi) - también están acuerdo con ellos. El 81% de ellos admite los barrios mixtos judíos de seculares y religiosos.

Pero incluso “los seculares algo tradicionales” tienen su límite. Sí, la mayoría de ellos creen en los barrios mixtos judíos de seculares y religiosos, esto no se extiende a la comunidad ultra-religiosa haredi. Cuando se trata de mezclar "seculares y haredi", la mayoría en ambos grupos, "totalmente seculares y seculares algo tradicionales", coinciden en su oposición. El 78% de los "totalmente seculares" no creen que la convivencia con los ultra-ortodoxos sea una buena idea. El 70% de los "seculares algo tradicionales" tampoco cree que sea una buena idea.

Y ¿qué piensan los haredis? Esto vez les sorprenda, pero el 49% de ellos dijeron a nuestro encuestador (Paneles Política, una encuesta de más de 1.300 israelíes, el margen de error del 3,1% para los Judios, 5,6% para los árabes) que sí creían en barrios mixtos seculares-haredi. Esa es una gran pluralidad en los encuestados haredi. En la discusión que tuvimos con expertos organizada por el propio JPPI, la opinión general era que este resultado refleja el hecho de que los israelíes seculares están más preocupados de que los haredis interfieran en sus vidas, que los propios haredis ante una interferencia en su modo de vida por los israelíes seculares.

El resultado final, sin embargo, es claro: hay cuestiones que hacen que los israelíes prefieran estar separados en grupos o comunidades. La afiliación religiosa es una de ellos (los árabes musulmanes y los árabes cristianos de Israel tampoco creen que sea aconsejable vivir en barrios mixtos). La nacionalidad también es relevante. Pero esto no significa que todas las diferencias provocan que los israelíes quieran estar separados. De hecho, hay algunos hallazgos en el Índice que apuntan a áreas en las que las diferencias juegan un papel menos importante en esta preferencia por distanciarse entre sí.

El origen étnico judío es una de esas áreas. Una gran mayoría de los judíos israelíes (89%) no ven ninguna razón por la que los judíos asquenazi y los sefardíes (mizrahi) no puedan vivir en barrios mixtos. Este hallazgo se extiende a casi todos los grupos judíos, a excepción de uno: los recientes inmigrantes de la ex Unión Soviética son el único grupo más reacia a una mezcla de personas de un origen étnico diferente. Cerca de un tercio de los recientes inmigrantes judíos de los países de la ex Unión Soviética se oponen a dicha mezcla.

Otra diferencia que no es vista como causa de una separación es la visión política de los israelíes. El 75% está de acuerdo en que los israelíes de izquierda y derecha vivan en barrios mixtos. Y por cierto, a este respecto el grupo más tolerante con los demás - es decir, el grupo cuyos miembros más desean unos barrios mixtos para los derechistas e izquierdistas - es el de la “izquierda moderada” (el 9% de los judíos, el 10% en total). El grupo menos tolerante es el “derechista” (el 22%). Tal vez, como alguien sugirió en nuestra discusión, este sea el resultado de la dura opinión que los israelíes en general tienen de los que llaman “Smolanim”, la gente de extrema izquierda. Nuestro estudio muestra que cuando se les preguntó acerca de la contribución de los diferentes grupos para el éxito de Israel, los grupos de la “izquierda” son clasificados en la parte inferior, junto a los haredis, musulmanes árabes y beduinos.

¿Qué podemos hacer con todo esto? Hay buenas noticias y noticias inquietantes. Israel, en cierto modo, es un país polarizado en grupos y comunidades dispuestas a convivir cómodamente, pero con preferencia por hacerlo por separado. En cierto modo, esto podría hacer la vida más fácil para todos. En Tel Aviv, tal como el tribunal decidió, más tiendas estarán abiertas en Shabat. En las ciudades con una mayoría religiosa o tradicional, más tiendas, tal vez todas las tiendas, se cerrarán en Shabat. Vivir y dejar vivir.

Pero, por supuesto, esto tiene su lado negativo. Se acelerará aún más la tendencia entre los israelíes a vivir entre personas de ideas afines. Se alejarán aún más las comunidades. Se erosionará necesariamente la capacidad de las personas para convivir y comprometerse. Se podría debilitar el sentido de un destino compartido de Israel.

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