Friday, August 25, 2017

Un columnista izquierdista británico compara el supremacismo blanco con el "sionismo derechista" - Adam Levick - Algemainer



El columnista del Guardian, Giles Fraser, ha comparado el supremacismo blanco con el sionismo "derechista".

Fraser, en su columna del 17 de agosto, criticó al líder israelí Benjamin Netanyahu por su demora de tres días en condenar el antisemitismo supremacista en  Charlottesville. Fraser contextualizó su afirmación al citar una entrevista reciente   en la televisión israelí con Richard Spencer, un líder de la manifestación supremacista de odio de Charlottesville. Durante la entrevista, Spencer comparó su ideología supremacista blanca con el nacionalismo judío.

Fraser comenta así:
Hablando en el Canal 2 de noticias israelí este miércoles, Richard Spencer, un líder de la alt-derecha, uno de los líderes del mitin de Charlottesville, dio un ejemplo asombroso de esta filosofía de "antisemitas a favor de Israel". "Los judíos están muy sobrerrepresentados en lo que ustedes llaman 'el establishment' y los blancos están siendo desposeídos de su país", comentó refiriéndose a los Estados Unidos. Sin embargo, continuó: "Un ciudadano israelí, alguien que tenga un sentido de la nación y de pueblo, de la historia y la experiencia del pueblo judío, debe respetar a alguien como yo que tiene sentimientos análogos sobre los blancos americanos. Se podría decir que soy un sionista blanco, en el sentido de que me preocupo por mi pueblo, quiero que tengamos una patria segura para nosotros y para todos. Como ustedes quisieran una tierra segura en Israel".
Fraser entonces insinúa que Spencer pudo tener un punto de aproximación:
Esto es asombroso. Richard Spencer es el hombre que coreó "Heil Trump" durante una manifestación en Washington. Sus seguidores respondieron con el saludo nazi. La alabanza de un hombre ubicado en el peor tipo de antisemitismo debería escocer en el alma a la derecha del establishment político de Israel. Estos no son los admiradores que uno debería querer.
Esto suena bastante falso e hipócrita.

En primer lugar, imaginen cuál será la reacción de Fraser, un abierto partidario del líder laborista Jeremy Corbyn, un conocido anti-israelí y con conocidas y publicitadas amistades con antisemitas, si a él y a otros dentro de la izquierda y extrema izquierda británica se les mencionara que les debió escocer “en el alma” cuando el año pasado el ex gran mago del Ku Klux Klan, David Duke (otro líder supremacista blanco que también habló en Charlottesville), alabó al líder del partido Laborista británico, el mencionado Jeremy Corbyn,  por su "valiente" oposición al sionismo.

Por otra parte, la idea de que Spencer, quien ha citado propaganda nazi y se negó a denunciar a Adolf Hitler por asesinar a seis millones de judíos, pueda "admirar" realmente al Estado judío es todo un absurdo. Spencer quiere que los Estados Unidos sean un estado blanco europeo racialmente puro, y ya ha dicho anteriormente que no considera a los judíos como europeos. Por lo tanto, este "apoyo" al sionismo - si es que existe - es probable que solamente sea utilitario: su objetivo de unos EEUU completamente blancos sería mucho más fácil si los judíos, a los que no considera racialmente como puros americanos, huyeran en masa a Israel.

No obstante, Fraser continuaba:
Más sorprendente, algunos reconocen que Spencer y sus semejantes tienen motivos para encontrar una causa común con algunas de las fronteras políticas extremas de Israel. Como dijo el ex primer ministro Ehud Barak sobre Charlottesville: "No se puede decir que no se ven aquí cosas que tengan cierta similitud cuando se examinan las manifestaciones de Lehava o la actividad de La Familia, o los rumores contra los periodistas que cubren las investigaciones de Netanyahu". 
Lehava es una organización israelí que trata de "prevenir la asimilación en Tierra Santa". Está especialmente en contra de los matrimonios mixtos (como el mío) entre judíos israelíes y no judíos. Y también quiere librar a Israel del cristianismo y de los misioneros judíos. La Familia son fans del equipo de fútbol Beitar Jerusalem. Hace unos meses fui a verlos jugar con un equipo árabe israelí de Galilea, Bnei Sakhnin - aunque los aficionados de Sakhnin no fueron permitidos en el terreno -. Mi hebreo básico no fue suficiente para distinguir lo que estaban cantando a las filas de asientos vacíos enfrente. "Vamos a quemar vuestro pueblo", fue como me lo tradujo un amigo.
Como puede verse, las "evidencias" de Fraser para apoyar su sugerencia de una superposición entre el sionismo "derechista" y el supremacismo blanco al estilo estadounidense son prácticamente inexistentes. Se trata de una cita de un ex primer ministro israelí (desesperado por permanecer políticamente relevante y que cada dos por tres da señales de esa desesperación), y de citar a algunos aficionados racistas de un equipo de fútbol (algo “totalmente desconocido” en los campos europeos) y a un grupo extremista extremista que ha sido condenado por los líderes políticos de todo el espectro político israelí.

Fraser concluye:
Barak tiene razón, los paralelos con Charlottesville son a veces difíciles de evitar. Y el problema en todas partes con estas franjas extremistas es que cada vez son menos extremistas. Resulta aterrador, ¿no creen?
La única conclusión "difícil de evitar" es que Fraser parece salivar paulovianamente a cada oportunidad de demonizar a Israel que cree que se le presenta, incluso si tiene que legitimar las opiniones de un supremacista blanco para hacerlo.

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