Sunday, April 29, 2018

Por qué incluso algunos judíos creyeron en algún momento que Moisés tenía cuernos - Elon Gilad - Haaretz



El famoso Moisés de Miguel Ángel tiene dos cuernos que sobresalen de su cabeza. Resulta evidente que el genio del Renacimiento, cuyo Moisés es representado sosteniendo las dos Tablas de la Ley, tenía en mente el relato de Moisés descendiendo del Monte Sinaí tal como se relata en Éxodo 34:29. Allí, se dice, al menos de acuerdo con la traducción al latín, que Moisés "et ignorabat quod cornuta esset facies sua", es decir, "no sabía que en su rostro le habían salido cuernos".

A menudo se dice que esta es una simple cuestión de mala traducción resultante del hecho de que la palabra hebrea para "cuerno", "keren", es también la palabra hebrea para un "rayo de luz". Pero San Jerónimo, quien hizo la traducción llamada Vulgata a fines del siglo IV, no habría cometido un error tan crudo. De hecho, sabemos que era consciente de que "karan", el verbo que se traducía como "le habían salido cuernos", también podía significar "se había vuelto radiante", lo que utiliza en su comentario sobre el Libro de Amós, escrito unos años más tarde. Esto significa que Jerónimo sabía que el versículo podía entenderse como "el rostro de Moisés resplandecía", y así se representaba como tal en casi todas las traducciones griegas y arameas antiguas. Sólo una traducción griega disponible para Jerónimo, la del converso judío Aquila, entendía que "karan" significaba "le habían salido cuernos".

Por lo tanto, Jerónimo realmente debió haber creído que Moisés descendió del monte Sinaí con cuernos y no radiante. Como Jerónimo vivía en Tierra Santa en esos momentos y consultaba con judíos cuando trabajaba en su traducción, debe haber sido informado por ellos de que Moisés tenía cuernos. Esto puede ser un poco difícil de creer, pero de hecho sabemos que algunos judíos sí creían que Moisés bajó literalmente cornudo.

La creencia en los cuernos literales de Moisés se conservó en una serie de poemas escritos aproximadamente al mismo tiempo que Jerónimo trabajaba en su traducción. Un ejemplo es un poema en arameo llamado "El Señor bajó del cielo al Sinaí", que ha encontrado su camino en varios libros de oraciones judías de Europa del Este de los siglos XVI y XVII.

El poema trata de la reunión entre Dios y Moisés en la cima del Sinaí, y está escrito como si fuera el punto de vista de Dios. Dios le dice a Moisés que lo ha elegido para dirigir a su pueblo y que lo ha dotado de superpoderes, incluido el "fuego devorador del fuego" y una túnica púrpura especial que posee "virilidad", lo que le permitiría combatir a los ángeles malvados. En uno de los versos del poema, Dios le dice a Moisés: "Puse cuernos de majestad en tu cabeza, de modo que si un ángel se acerca, lo hagas huir con ellos". En otro poema, éste en el hebreo de Asqhenaz del siglo IX, Moisés se burla de los ángeles diciendo: "No descenderé, no descenderé, hasta que demuestre ser un héroe, hasta que les haga huir con mis cuernos".

Podemos aprender un poco más acerca de esta versión del superhéroe Moisés que lucha contra el mal, a partir de un texto llamado "Primavera de la Sabiduría", que da cuenta de las batallas de Moisés contra "los ángeles de la destrucción". En ella, por ejemplo, Moisés le dice al ángel Sammael: "Subí y pisé un sendero en el cielo. Participé en la guerra de los ángeles y recibí una Torá ardiente. Viví bajo un trono ardiente y me refugié bajo un pilar de fuego, y hablé con [Dios] cara a cara. Vencí al séquito celestial y revelé sus secretos a la humanidad. Recibí la Torá de mano derecha de Dios y se la enseñé a Israel".

Está claro, al menos por aquel entonces, que al menos algunos judíos creían que Moisés tenía cuernos, pero ¿es eso lo que originalmente quería decir el Éxodo 34:29, o bien es una interpretación posterior? Esta resulta ser una pregunta difícil, y hay destacados académicos que se encuentran en ambos lados de la discusión. Aquellos que afirman que Moisés solamente descendió radiante, señalan que el significado literal del hebreo es "la piel de su rostro estaba radiante", y nadie diría nunca que la piel facial de alguien tenía cuernos. También señalan que las primeras traducciones entienden la palabra como "radiante".

Por otro lado, aquellos que afirman que la intención original de Éxodo 34 era realmente decir que Moisés bajó de la montaña con cuernos, señalan que en otras partes de la Biblia, cuando "karan" se usa como verbo, siempre se relaciona con cuernos. También notan que la escena en cuestión sigue el episodio del Becerro de Oro, que definitivamente tenía cuernos. Puede haber una gran cantidad de simbolismo bovino divino que es ajeno a nuestras concepciones modernas de Moisés y de la divinidad, pero que los lectores pudieron haber comprendido claramente en el momento en que se escribió la historia.

El dios de la luna mesopotámico, Sin, era visualizado a menudo como un toro cuyos cuernos eran los rayos de luz de la luna, por lo que tal vez no haya contradicción y sea mejor imaginar que Moisés tenía cuernos y estaba radiante

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