Tuesday, July 03, 2018

Las cometas incendiarias - Shmuel Rosner



¿Cómo combate un país las cometas y los globos incendiarios sin sentirse tonto?

¿Cómo detiene un país esas cometas y globos incendiarios que representan un peligro sin caer en la mano dura?

Estas preguntas no son teóricas en la frontera de Gaza, en la sede de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) y en la sala del gabinete de Israel. Son muy reales. Los habitantes de Gaza han encontrado una manera de herir y hostigar a Israel. Es de bajo costo y bastante eficiente. Una cometa que porta un objeto incendiario. Esperando que el viento la lleve en la dirección correcta. Esperando que el clima de verano sirva como una lupa de calor. Luego comprueben cómo sube el humo, cómo llegan y se esfuerzan los bomberos israelíes, observen como se queman los campos. Calculen el precio de una cometa contra el precio de un campo, de un equipo agrícola, del ganado. Midan su alegría al ver su éxito frente a la agonía y la ansiedad de los civiles israelíes que miran cómo su propiedad se incendia.

Imaginen a los niños de un país vecino que envían cometas ardiendo a los campos de Texas o a los bosques de Montana. Imagine que el gobierno de ese país (no Canadá o México, sino un vecino imaginario) se niega a hacer nada al respecto. De hecho, imaginen que ese gobierno fomenta la acción. Imaginen a los agricultores estadounidenses pidiendo un remedio, pidiendo ayuda. Imaginen el dilema: ¿matas a los lanzadores de comentas? ¿Matas a alguien porque tiene una cometa o un globo? ¿Inviertes miles de millones para encontrar una solución tecnológica a los ataques de cometas y globos? 

Por supuesto, puede resolver este dilema dando la habitua respuesta inútil: hacer algo con respecto a Gaza, dejar que Gaza tenga más libertad, detener la ocupación, invertir en Gaza, hablar con Hamas. Pero supongamos que esto no funciona. Supongamos que, por alguna razón, usted, el israelí, cree que su capacidad para evaluar la validez de una solución es mejor que la capacidad de otros, por ejemplo, estadounidenses, que viven muy, muy lejos y tienen pocas pistas.

¿Que haces entonces?

Puedes buscar soluciones no violentas. Atacar las cometas, apuntar a los globos mientras vuelan, controlar los cielos. Una solución no violenta siempre es preferible a una solución violenta, ¿no es así?

Bueno, pensemos en eso. ¿Qué sucede si un globo cuesta 1$ y los medios por los cuales atacas al globo cuestan 10$? ¿Estás obligado a gastar 10 veces más para evitar una solución violenta? ¿Y qué tal si un globo cuesta 1$ y su solución cuesta 1,000 o 10,000$?  ¿Qué tal una solución que cueste aún más? ¿Todavía los usas contra los globos en lugar de disparar al globo cuando lo están preparando en el suelo?

¿Y qué pasa si es un niño quien está volando la cometa incendiaria? ¿Y si disparar a su lanzador podría matar a otras personas no relacionadas? ¿Y si dispararle a ese lanzador proporciona un 90% de garantías de que se evitará el lanzamiento del globo, y la solución no violenta tecnológica da como resultado un 60% de posibilidades de éxito, es decir, hay un 40% de posibilidades de que un campo israelí de grano pronto estará ardiendo?

El 17 de junio, el gabinete israelí discutió sobre Gaza y se agregaron otras consideraciones a todas estas. Algunos miembros del gabinete creen que el IDF debería disparar a los perpetradores del terrorismo de cometas y globos. Otros creen que el IDF debería apuntar a los líderes de Hamas hasta que detengan el lanzamiento de cometas y globos.

El ejército israelí es reacio a utilizar esos medios, no necesariamente por consideraciones morales, sino más bien por prioridades operativas. Atacar y matar a la gente en Gaza, ya sean los lanzadores de cometas o los líderes de Hamas, rápidamente podría provocar un deterioro y una guerra en el sur. Y el IDF no quiere una guerra en el sur, no ahora, cuando está más centrada en el norte y el frente sirio y la necesidad de frustrar todos los intentos iraníes de fortificarse en el área próxima al norte de Israel.

Consideren esto: el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, el gabinete completo y el jefe de personal de del IDF se reunieron para reflexionar sobre qué hacer con los lanzadores de cometas y globos incendiarios. Que todavía no hayan encontrado una solución, que todavía no hayan detenido la quema de campos, no es por incompetencia. A veces, una cometa es algo muy simple: un niño, algo de tela o papel, una cola. A veces, una cometa es un desafío desagradable, y su encanto y magnificencia desaparecen en medio del humo.

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