
"La Operación Plomo Fundido estaba completamente justificada, los actos aislados de vandalismo no convierten al IDF en un ejército de criminales de guerra y los graduados militares religiosos de los programas preparatorios añaden moralidad al IDF", esto es lo que afirmó este lunes al JPost Danny Zamir, el jefe de la Academia pre-Militar YizthakRabin de Kiryat Tivon.
Los comentarios de Zamir llegan después de que el JPost haya obtenido una copia de un artículo que ha escrito para su distribución en el extranjero y en el que trata de poner en contexto el escándalo suscitado por la publicación de un debate entre nueve diplomados de su Academia después de la Operación Plomo Fundido. En ese debate se incluyeron las denuncias de dos casos en los que soldados dispararon y mataron deliberadamente a palestinos inocentes, y se hizo mención de un vandalismo gratuito.
"Toda la historia fue sacada de control", asegura Zamir. "Se trataba de un debate interno donde los soldados hablaron acerca de lo difícil y dolorosa que era la guerra, y que recogí para el ejército porque esperaba que hiciera frente a las cuestiones planteadas, pero los medios de comunicación internacionales lo utilizaron para transformar al IDF en criminales de guerra".
La transcripción de los comentarios de los soldados, que aparecieron en un boletín interno que se publica en Internet, originó una gran sensación entre los medios de comunicación, donde numerosos artículos los utilizaron para fundamentar acusaciones de crímenes de guerra israelíes en Gaza.
La semana pasada, el Juez Abogado General de Brigada Avichai Mandelblit exoneró al IDF, mientras la Policía Militar cerró una investigación sobre el asunto argumentando que no se basaba en testimonios sino solamente en rumores.
Refiriéndose concretamente a los artículos en el The New York Times, Zamir escribe que "explícitamente o por medio de insinuaciones, los artículos alegan un declinar dentro del IDF del compromiso con su código moral de conducta en combate y que dicha mengua se debe a un aumento específico de la importancia de los comandantes y soldados religiosos dentro del IDF en general, y del fortalecimiento de la posición dentro de él del gran rabino Avichai Ronsky en particular".
"Fue como si los medios de comunicación estuvieran tan deseosos de encontrar motivos para criticar al IDF que se precipitaron sobre un debate entre nueve soldados, reunidos tras regresar del campo de batalla para compartir sus experiencias subjetivas y sentimientos con los demás, para utilizarlo como medio para extraer unas conclusiones que son más que nada un acta de acusación", escribe Zamir.
"El dogmatismo sustituyó el equilibrio y dio lugar a una peligrosa falta de comprensión de la profundidad y complejidad de la realidad israelí. Los relatos individuales nunca fueron destinados a servir de base para generalizaciones y conclusiones sumarias por parte de los medios de comunicación, sino que fueron publicados internamente, destinados a los graduados del programa y a sus padres como instrumento para ser utilizado en el proceso de educación y guía de la próxima generación", afirma Zamir.
Danny Zamir, un oficial de la reserva cuyos hijos se encuentran en el IDF, afirmó que si creyera que el IDF es un ejército de criminales de guerra no estaría en él.
"Es importante poner las cosas en su contexto, y es muy difícil de explicar a la opinión pública americana cuan complicada era la situación", señaló el Post.
Zamir dijo que no tenía forma de saber si los presuntos tiroteos tuvieron alguna vez lugar, aunque sentía que existieron incidentes aislados de vandalismo como los descritos por los soldados.
"Creo que existieron algunos actos de vandalismo dentro de las casas, pero hay que ponerlos en contexto. Eso no los convierte en criminales de guerra". "Cuando el ejército americano conquistó Faluya hace tres años, decenas de miles de personas perdieron la vida. Cuando el ejército ruso conquistó Chechenia en el año 2000, Grozny fue convertido en polvo".
"La Operación Plomo Fundido está justificada; el IDF trabajó de forma quirúrgica. Lamentablemente, siempre en estos tipos de operaciones mueren civiles. El IDF operó de una forma en la que trató de proteger a los civiles en el lugar más concurrido de ellos del mundo". "No hubo órdenes de matar a civiles o ejecuciones sumarias o cosas así. Hubo problemas, pero esos problemas que el ejército nunca puede evitar".
Zamir dijo que lo que más le molestó fue un artículo en el The New York Times bajo el título de "Una guerra religiosa en el ejército de Israel" y que dejaba la impresión de que una verdadera Kulturkampf [N.P.: guerra o lucha cultural] entre soldados religiosos y seculares estaba en curso. Zamir también señaló que pensaba que ese artículo promovía la sensación de que él estaba enfrentado con Ronsky, alguien al que por contra considera un amigo cercano.
"Yo respeto mucho a los sionistas religiosos, aunque tengamos diferencias relativas a nuestra visión del mundo, respecto a los asentamientos y otras cosas", señaló. "Somos amigos. Para utilizar una metáfora que se utiliza en el ejército, todos llevamos las parihuelas. Pero dar la impresión de que somos casi como enemigos es desagradable, y adjudicar la causa de todos los problemas a los soldados religiosos es sencillamente falso".
De hecho, "la cosa más increíble que sucede durante una batalla y en el ejército es la cooperación entre la izquierda y la derecha, entre los laicos y los religiosos. Mantenemos unas grandes relaciones, con un gran respeto por las creencias del otro".
Zamir comenta que hay un mayor número de diplomados en las academias religiosas preparatorias, y si hay más rabinos como Ronsky, mejor.
"Habrá un nivel moral más elevado dentro del ejército". "Los sionistas religiosos ya están liderando muchas áreas - en el ejército, en las comunidades de la periferia, en la educación - y es una impresión errónea pensar que están creando ayatolas para gobernar el mundo. No es correcto, y quien dice esto es alguien que es de izquierdas y laico".
En 1990, Zamir, entonces un comandante de una compañía de paracaidistas de la reserva, fue juzgado y condenado a prisión por negarse proteger una ceremonia donde se transportaban unos rollos de la Torah a la Tumba de José en Nablus. En el 2004, un libro titulado “Refusnik: Los soldados de Israel con conciencia”, compilado y editado por Peretz Kidron, contiene las declaraciones que Zamir realizó en ese momento para tratar de explicar su decisión.
Zamir dijo el lunes que hasta estos últimos acontecimientos ni siquiera sabía que sus palabras habían aparecido en dicho libro.
"Ellos recogieron algo que escribí en 1990 y lo incluyeron", aseveró. "Ellos no me preguntaron, y yo no lo sabía".
Zamir explicó que eso "fue antes de Oslo, y pensaba que Israel estaba utilizando unos métodos que no estaban en consonancia con el carácter judío y democrático del Estado. Desde 1992 he dejado claro que no hay ninguna razón para negarse a servir, y lo creo hasta el día de hoy".
Según Zamir, cualquier persona que en su academia de preparación le comenta que no quiere servir se le pide que abandone.
"Tenemos un 100% de reclutamiento, y el 30% de nuestros soldados se convierten en oficiales".
No comments:
Post a Comment