El Talmud Steinsaltz: La persona del Libro - Jonah Mandel - JPost
Después de 45 años de esfuerzos, finalmente Adin Steinsaltz ha completado su monumental traducción al hebreo y comentario del Talmud babilónico con la publicación de su volumen número 45, el Tratado Hulin, y cientos de comunidades en todo el mundo judío han podido participar el pasado domingo en una jornada de estudio que celebraba este logro colosal.
Desde luego ha sido una ardua travesía el hacer accesible el Talmud gracias a este educador y autor, nacido en 1937 en Jerusalém de padres laicos, y embarcado en esta monumental tarea en 1965. Antes de esa fecha, Steinsaltz había establecido varias escuelas y se había convertido en el director más joven de Israel a la edad de 24 años. Su pasión por la educación no ha disminuido en los últimos años, y la red de escuelas que fundó aquí y en la ex Unión Soviética formaron parte de la razón de ser del más importante galardón que se otorga en Israel, el Israel Prize de 1988. Steinsaltz también ha escrito unos 60 libros sobre una gran cantidad de temas que van desde la Cábala y la teología hasta la zoología y las novelas de detectives.
"Yo escribo lentamente, pero le dedico mucho tiempo a ello", dijo al JPost en su oficina de Jerusalén, mientras manipula su pipa. La paciencia, habilidad y cuidadosa determinación de Steinsaltz parecen reavivar el fuego de su pipa y parece evocarnos en esta larga conversación su devoción por "mantener los caminos y las puertas abiertas" al Talmud, tal vez la parte central y al mismo tiempo el mayor reto dentro del corpus que representa la biblioteca judía, una creación única que refleja el pensamiento judío en su totalidad y que engloba una compleja y dialéctica forma de vida, como él suele remarcar.
"El Talmud es un libro extraño. Nunca he visto nada igual, además de resultar buena su lectura", nos dice Steinsaltz. "Pero fue una creación del pueblo judío que, por otra parte, también es fruto del Talmud. No todos los miembros del pueblo judío son eruditos, pero sin duda influyó en todos. Y probablemente eso dio lugar”, afirma Steinsaltz, “a la idea de que el libro es la esencia del pueblo judío”.
"En muchas maneras, algunas no judíos estaban en lo cierto cuando decían que estábamos conectados con el núcleo de su ser. Hay muchos que sospechan algo misterioso en ello, pero el Talmud no contiene secretos. ¿Qué contiene entonces?, me preguntan, y yo les respondo: Una forma de pensar".
Se trata de una complejidad, un enfoque o una aproximación dialéctica que no se puede enmarcar dentro de un titular periodístico breve y simplista. De hecho, el aprendizaje del Talmud supone promover una compleja manera de asumir la vida, nos dice Steinsaltz.
"Casi todo lo que sucede en este mundo es fruto de la complejidad", afirma, mencionando un artículo que escribió hace unos años y en el que sostenía que una de las cosas que hacia defectuoso al sistema educativo israelí es que la gente aprendía mucho sobre la Biblia y no lo suficiente del Talmud.
"Cuando usted aprende la Biblia año tras año, todo el mundo se convierte en una especie de profeta menor. Y esa es la manera como la gente en Israel se relaciona entre si. No discutimos sobre las cosas o los hechos, sino que le decimos al otro cuál es la verdad. Y todo resulta muy difícil cuando se tienen muchos profetas gritándose entre si, ya que finalmente no se puede llegar a ninguna parte".
"Ser un profeta representa tener una única visión. Pero el aprendizaje del Talmud es el aprendizaje de un mundo de discusión, de utilización de la dialéctica. Si la gente fuera entrenada para enfrentarse a las diferentes cuestiones de un modo dialéctico, con dos o tres opiniones, y en el Talmud en muchos casos la argumentación no se da por terminada dejando la cuestión sin dilucidar, ese sería el tipo de entrenamiento que nos permitiría ver y percibir un mundo diferente. Por supuesto que no estoy en contra de los profetas, realmente los aprecio mucho, y no sólo por razones teológicas. Sólo estoy diciendo que su materia o esencia la conforma una única visión".
El Talmud también ha ofrecido al mundo otro regalo: la noción de la cordura, nos señala Steinsaltz. "Como un libro, la estructura crea la noción de algo sano, ya que contiene altas y bajas, un profundo misticismo y minuciosos detalles halájicos. El judaísmo trabaja en conjunto, para así poder contener esos altibajos".
Para Steinsaltz resulta evidente que su comentario no reduce necesariamente esta complejidad, pero es consciente de que no todos la utilizan principalmente como un vehículo con el que profundizar en las capas más profundas de los textos en el antiguo arameo. "Mi trabajo ha sido en una pequeña medida incorrecto", afirma Steinsaltz. "Sirve para muchas personas, como pasear montado en un pony, de manera cómoda y tranquila. Pero el verdadero propósito, sin duda, no es convertirlo en un paseo fácil, sino en todo lo contrario. En todas las yeshivot se dedica una enorme cantidad de tiempo y esfuerzo en detalles técnicos, pero yo no deseaba dedicar tanto tiempo a hacer frente a las cosas más profundas. Eso es lo que yo quería evitarles a la mayoría de los posibles lectores. De la misma manera que usted no desearía tener un Talmud en un manuscrito escrito a mano, a pesar de que representaría un reto mayor, o quitar los comentarios de Rashi, aunque sean de una gran ayuda, la idea es que después de un cierto tiempo los lectores puedan resolver por si mismos ciertos problemas técnicos".
¿Y su comentario ayudaría a lograr ese objetivo? “En cierta forma", nos responde Steinsaltz. "Podría haber funcionado mejor si la gente lo utilizara más. Durante muchos años el libro que estaba detrás de la gente era el Talmud regular; el cual se utilizaba aunque se no reconociera hacerlo".
De hecho, el liderazgo rabínico ashkenazi haredi fue tan lejos como para emitir una prohibición de todos los trabajos de Steinsaltz en 1989, por su "audacia" a la hora de facilitar el estudio del Talmud lejos de su forma tradicional, y por su "blasfema falta de respeto" ante su aproximación académica a ciertas figuras bíblicas en una serie de publicaciones de principios de esa década.
"Se deposita en tantos lugares, en casi todas las partes. Todo el mundo lo necesita, incluyendo aquellos que niegan su uso. Algunas personas podrán llegar a la esencia del Talmud más fácilmente con él", nos asegura, "incluso dentro del mundo de las yeshivot. Si estas escuelas en el pasado fueron como una especie de escuelas de postgrado, donde se realizaba un estudio avanzado después de demostrar la suficiente madurez, capacidad y conocimiento, con el tiempo, y por una variedad de razones, las yeshivot se han convertido cada vez más unas meras instituciones educativas. Ofrecen algún tipo de estructura educativa para los jóvenes adultos, pero ya no se trata de convertirlos en grandes eruditos, sino más bien en buenos y hogareños chicos judíos".
"El comentario del Talmud de Steinsaltz no sólo ayuda a abrir la lectura del Talmud a las diferentes partes del mundo judío, sino que también permite nuevas lecturas del Talmud por parte de aquellas personas y grupos que tradicionalmente han tenido un menor acceso a la complejidad del texto", nos comenta el Dr. Miqueas Goodman, autor de “Los secretos de la Guía de los Perplejos”, y que enseña pensamiento judío en la Universidad Hebrea y es director de la Academia Israelí para el Liderazgo.
"Durante años, el Talmud fue un libro de difícil acceso, en un idioma extranjero (el antiguo arameo), con una dialéctica y unas discusiones muy complicadas. El significado sociológico de este hecho es que sólo la élite de los estudiosos tenían la capacidad y el tiempo necesario para adentrarse en él, lo que creó un mundo de un conocimiento exclusivo e inaccesible”.
"Estos libros pueden ser leídos por todos, pero sencillamente no se comprenden", continúa Goodman. "La revolución Steinsaltz es democratizar el acceso a ese conocimiento. Dado que el conocimiento significa poder, una vez que el conocimiento sea más accesible una cierta élite perderá parte de su poder. Eso tendrá algunas consecuencias. Hacer más accesible el Talmud permite el ingreso de nuevos alumnos a su aprendizaje, como los laicos batei midrash o las mujeres, en suma, es difícil imaginar la revolución en los estudios judíos que hemos experimentando durante los últimos 40 años sin el proyecto Steinsaltz. Pero es que además de su importancia sociológica, tiene un significado intelectual por la ampliación de los posibles significados del Talmud a lo largo de los años. Y es que la forma en que una mujer lee el Talmud es diferente a la de un hombre, y la forma en que lo lee una persona secular es diferente a como lo lee una persona religiosa. La revolución Steinsaltz ha ampliado el círculo de lectores y ha enriquecido el número de lecturas del Talmud. Y como resultado, el Talmud tiene un papel más importante en la actual sociedad israelí".
No debería ser ninguna sorpresa que la finalización de su comentario y traducción del Talmud no dejará a Steinsaltz sin ocupación. "Tengo planes para los próximos 70 años", nos dice, citando a continuación libros a escribir e instituciones educativas en las que reforzará su participación.
Los esfuerzos de Steinsaltz para promover los valores y la educación judía se derivan en parte de una profunda preocupación por el futuro del pueblo judío. Su participación haciendo más accesible el Talmud parece una reminiscencia de la dedicación y la energía empleada por Chabad en la posguerra en el concepto de Shlujim (emisarios que tratan de hacer factible a todo tipo de judíos el acceso a las tradiciones judías). En ese sentido, Steinsaltz se identifica con Chabad.
"Parte de la ayuda consiste en conocer lo que está sucediendo. Las sinagogas están llenas, pero eso sólo puedes comprobarlo si acudes a ellas. El estado no se convirtió en un estado más judío tras su establecimiento, tal vez incluso su carácter judío fue a menos", nos dice a la par que nos da a entender su relación y sus vínculos con todos los segmentos de la sociedad israelí. Por cierto, y contrariamente a la creencia generalizada de que emigró desde Rumania o Francia, Steinsaltz nació aquí, en Jerusalém, en una familia laica y comunista, siendo una especie de WASP israelí (blanco, ashkenazi, sabra y de padres pioneros).
"No se puede obligar a la gente a hacer ciertas cosas, pero usted puede seguir los caminos y las puertas abiertas. La situación mundial hoy en día es más que alarmante. El pueblo judío se parece actualmente al antiguo pueblo romano, en el cual, cuando alguien se suicidaba, procedía a cortarse las venas de las muñecas mientras tomaba un baño caliente. La sangre se derramaba poco a poco, pero él parecía no darse cuenta de lo que eso suponía. Eso es lo que parece suceder hoy en día con el pueblo judío, ya nadie nos mata a base de matanzas o pogromos, pero nuestro pueblo se está desangrando poco a poco en todo el mundo. Así que cuando nos damos cuenta de esa situación reaccionamos como podemos. Cualquier tipo de posibilidad de curación es mi pequeña contribución. Si hubiera podido, me hubiera gustado haber contribuido cantando como un cantante de ópera o bailando como un bailarín. Pero realmente lo único que puedo hacer es escribir para tratar de mantener nuestros caminos y vías abiertas”.
Labels: ASteinsaltz, Talmud
0 Comments:
Post a Comment
<< Home