Friday, June 26, 2009

Violentas confrontaciones en Irán... ¿Por qué ese llamativo silencio por parte de todo el mundo? – Ben Caspit y Ben-Dror Yemini – Ma’ariv

Dígannos, ¿Dónde está todo el mundo? ¿Qué dicen ahora todas esas personas que se manifestaron contra la brutalidad de Israel en la Operación Plomo Fundido, contra la Segunda Guerra del Líbano, contra la Operación Muro Defensivo, o incluso en La Haya, cuando fuimos arrastrados allí de mala manera después de atrevernos a construir una barrera de separación entre nosotros y los mártires suicidas? ¿Dónde se han metido? Vemos manifestaciones aquí y allá, pero son principalmente de los exiliados iraníes. Europa, en principio, es pacífica y tranquila. Así son los Estados Unidos. Aquí y allá unas pocas docenas, y por ahí unos pocos cientos. ¿Acaso se han evaporado porque se trata de Teherán y no de otro?

¿Dónde están todos esos europeos amantes de la paz y de la justicia, donde todos esos profesores británicos en busca de la libertad y de la igualdad, donde todos esos amigos de llenar periódicos, revistas y diversas publicaciones académicas con diversas peticiones de boicot a Israel, difamando al sionismo y culpándonos de todos los males del mundo? ¿Podría deberse a que se han tomado unas largas vacaciones estivales? ¿Y precisamente ahora, en este mismo momento, cuando los vándalos de los Basijis masacran a civiles inocentes en las plazas de los barrios de Teherán? ¿Acaso no permanecen conectados a Internet? ¿No pueden acceder a YouTube? ¿Un terrible virus ha afectado su ordenador? ¿Sus glándulas de la justicia han sido eliminadas por un complicado procedimiento quirúrgico (para ser re-implantadas con éxito para el próximo enfrentamiento en Gaza)? ¿Cómo puede ser que cuando un judío mata a un musulmán todo el mundo hierve, y cuando el Islam sacrificios a sus ciudadanos, cuyo único pecado es aspirar a la libertad, el mundo permanece en silencio?

Imaginen ahora que todo esto no ocurre como ahora en Teherán, sino más bien cerca de aquí. Digamos que en Nablus. Manifestaciones espontáneas de palestinos que se convierten en un continuo baño de sangre. Policías israelíes de fronteras armados con cuchillos, y en motocicletas, asesinan a los manifestantes. Una joven derribada por un francotirador muere ante las cámaras. En realidad, ¿por qué imaginarlo? Podemos recordar lo que sucedió con el niño Mohammed a-Dura. Cómo ese affaire (muy duro, es cierto) barrió el mundo de un extremo a otro. El hecho de que una investigación independiente posterior informara de dudas en cuanto a la identidad de las armas que dispararon a Dura, no supone una diferencia para nadie. Los sionistas tuvieron la culpa, y eso fue todo.

¿Y dónde están los líderes del mundo? ¿Dónde está la maravillosa habilidad retórica de Barack Obama? ¿Dónde se ha ido su sublime vocabulario? ¿Dónde está ese deseo, que se supone propiedad de todos los presidentes americanos, de defender y actuar en nombre de la libertad que anhelan en todo el mundo? ¿Qué pasa con esta tartamudez?

Una fuente conectada con Irán y con el tema de la seguridad, afirmó ayer que si Obama hubiera demostrado ante la cuestión iraní una cuarta parte de la determinación demostrada con respecto a los asentamientos todo habría sido recibido de forma diferente. "Los manifestantes en Irán están desesperados en busca de ayuda", señaló esta fuente, la cual sirvió en puestos de gran importancia durante muchos años. "Lo que ellos necesitan saber es que tienen nuestro apoyo, que todo el mundo les apoya, en vez de verlos con indiferencia. Y esto ocurre en una etapa muy crítica en esta batalla por el alma de Irán y por la libertad del pueblo iraní. Todo esto es muy triste".

Y no nos olvidemos de la Unión Europea, por ejemplo. Esa organización que habla de la justicia y de la paz durante todo el año. ¿Por qué sus dirigentes no pueden declarar abiertamente que el mundo desea ver un Irán libre y democrático, y que lo apoya sin reservas? ¿Podría ser que la lengua de tantos europeos aún esté conectada a otros oscuros lugares? La patética excusa de que su apoyo manifiesto puede dar a los Khamenei y Ahmadinejad la excusa necesaria para catalogar a los manifestantes como "agentes occidentales", no tiene un pase. Total, si de cualquier modo les acusarán de ser "agentes occidentales", ¿a qué viene la diferencia?

Y pensar que hace apenas seis meses, cuando Europa estaba inundada de manifestaciones contra Israel, izquierdistas e islamistas portaban fotos de Nasrallah y del régimen de los ayatolás. El hecho de que se tratara de regímenes siniestros no les planteaba grandes problemas. Todo esto es una locura, pero se ahonda e influye en un cansado Occidente. Si realmente existe un mundo libre aquí, que aparezca inmediatamente. Y que imponga sanciones, por ejemplo, a los que masacran a su propio pueblo. Así como se las impuso a Corea del Norte, o con el régimen militar en Birmania. Es sólo cuestión de voluntad, no de capacidad.

Al parecer, algo sucede a esa adhesión a la justicia y a la igualdad cuando se trata de Irán. La opresión es abierta y conocida. La era de Internet permite emisiones en directo de casi todo, y todo ello es para mejor. Los vándalos que actúan en nombre del régimen disparan y apuñalan a las masas de manifestantes que claman por la libertad.

¿Es necesario algo más? Aparentemente lo es. Ya que todo es en vano. Occidente sigue permaneciendo indiferente. Obama es educado. Después de todo, por qué no debería aspirar a un diálogo con los ayatolas. Y ese dialogo es algo muy delicado y bueno, el problema está en que en este momento no hay diálogo, pero sí hay muertos y asesinados en la calle. En esta etapa, se deben olvidar por el momento las normas de etiqueta. Las voces que se escuchan empiezan a expresar preocupación acerca de si Obama es una nueva versión de Chamberlain. Ser una persona conciliadora es un rasgo positivo, sobre todo cuando se contrasta con la torpe belicosidad de un George Bush, pero cuando la conciliación se convierte en ceguera, tenemos un problema.

La valiente voz de Angela Merkel, quien emitió ayer una firme declaración de apoyo al pueblo iraní y a su derecho a la libertad, es en estos momentos la única voz en el desierto occidental. Sólo que resulta una vergüenza que ella no haya anunciado un boicot económico, sobre todo a la luz del hecho de que es el país europeo que más invierte en la construcción de infraestructuras en Irán. Estuvo acompañada por el ministro de Asuntos Exteriores británico, Miliband. Es poco y tarde, y no es suficiente. Millones de buscadores de la libertad han tomado las calles en Irán y Occidente está sentado en un muro, una pierna aquí, la otra pierna allá.

Hay un Islam diferente. Eso ya resulta evidente hoy en día. Incluso en Irán. Hay millones de musulmanes que apoyan la libertad, los derechos humanos, la igualdad de la mujer. Estos millones detestan a Khamenei, Chávez y Nasrallah. Pero parte de la izquierda mundial prefiere al régimen de los ayatolás que a ellos. Lo principal para esta izquierda es poder levantar sus banderas en contra de Israel y de América. La pregunta es por qué los demócratas, los liberales, y Obama, Blair y Sarkozy, siguen sentados en el muro. Esta no es una barrera de separación, se trata de un muro de la vergüenza.

Labels: , ,

0 Comments:

Post a Comment

<< Home