Thursday, August 27, 2009

El Holocausto: ¿"una experiencia del mundo real"? - Mark Gardner - CST


Planos de Auschwitz

Hechos y ficciones antisionistas son imposibles de definir a satisfacción de todos. Dada la historia laberíntica de judíos, musulmanes, cristianos, del antisemitismo, del sionismo, de Europa y del Oriente Medio, cada uno tiene su propia versión de la realidad y de la ficción, de la historia y del mito, de la persecución y de la resistencia.

Sin embargo, tenemos derecho a esperar unos estándar mínimos de aquello que dicen ser cierto o auténtico. Por ello seguimos esperando más de los académicos que de los artistas de circo. (Pero sólo en el contexto correcto. Si nos entrenamos para ser payasos, deberíamos esperar más de los artistas de circo que de los académicos).

¿Qué hacer entonces con el ensayo antisionista de M. Shahid Alam, un profesor de Economía de la Northeastern University de Boston. Ese ensayo, "El sionismo: un nacionalismo anormal", está haciendo carrera rápidamente a través del ciber espacio y se vuelve a publicar, sin comentarios críticos, en sitios como Counterpunch, los cuales pretenden de diversas maneras ser de izquierdas, anti-racistas y pro-palestinos. Ciertamente no hay escasez de material en el ensayo de Alam con el que discrepar, pero es su tratamiento del nazismo lo que realmente enfurece.
Tomemos, por ejemplo, este extracto, que implica que los judíos europeos pudieron huir de la persecución nazi a Palestina:


"... El paso del plan sionista - de quimera a realidad - se produciría por tres acontecimientos: la imposición de restricciones a la inmigración por parte de los países occidentales a partir de la década de 1900, la Declaración de Balfour de 1917, y el ascenso al poder de los nazis en 1933. Como resultado, cuando los judíos europeos comenzaron a huir de la persecución nazi, la mayoría de ellos no tenían a dónde ir, sino a Palestina. En su intento de crear un estado judío en Palestina... ".
El trabajo anterior de Alam muestra que evidentemente no es un negador del Holocausto. Sin embargo, en este complejo ensayo de más de 3.300 palabras - con el propósito de contar la historia del sionismo, e incluyendo reiteradas referencias a antisemitas - el profesor no menciona el Holocausto ni una sola vez. Una historia creíble del sionismo y del antisemitismo, incluso desde una perspectiva fuertemente antisionista, no puede evitar ese evento sísmico. Alam se acerca en algunas ocasiones, pero no se atreve a decir la "palabra" Holocausto, o de enunciarla de manera explícita. Además de la precedente persecución por los "nazis", afirma:

"... El sionismo necesitaba de un mayor impulso por parte de los antisemitas que el proporcionado hasta la década de 1930. Los sionistas siempre entendieron que su movimiento tendría que ser impulsado por los temores judíos al antisemitismo..."

"... En la época anterior a la aparición de los nazis, la idea sionista - incluso desde un punto de vista judío - era una afrenta a más de dos milenios de su propia historia..."

"A partir de la Segunda Guerra Mundial, los judíos pro-sionistas poco a poco construyeron una red de organizaciones, desarrollando su retórica y asumiendo posiciones de liderazgo en importantes sectores de la sociedad civil norteamericana, hasta lograr adquirir la capacidad de definir los parámetros en los que los Estados Unidos podrían operar en el Oriente Medio. Casualmente, al parecer, los judíos pro-sionistas también encontraron a mano una rica variedad de energías negativas en Occidente, las cuales podrían aprovechar para su propio proyecto. La convergencia de sus intereses con el de los antisemitas fue sin duda lo más propicio. Los antisemitas querían a los judíos fuera de Europa, y lo mismo deseaban los sionistas. El antisemitismo también se convertiría en el principal animador del nacionalismo judío que los sionistas deseaban crear...".

Tal vez Alam crea que el Holocausto es tan evidente que no es necesario mencionarlo. Quizás también sea esa la razón por la que no hace mención del Mandato Británico de Palestina, ni menciona el plan de partición de las Naciones Unidas y su rechazo por el mundo árabe, y todo ello en el marco general de un ensayo que trata de presentar al sionismo como un aprovechador del antisemitismo como ayuda en su "grave agresión a la historia de la resistencia global al imperialismo... Ellos buscaron invertir la demografía de Palestina para insertar una presencia europea en el corazón del Islam, y para servir como base avanzada para la intención de las potencias occidentales de dominar el Oriente Medio".

Pero quizás todo esto sea demasiado pedante y duro, ya que después de todo Alam es un profesor de economía, en lugar de historia. Además, él no está solo (a ambos lados del Atlántico) a la hora de deambular sin necesidad de demasiados conocimientos y realizar un extenso pluriempleo para la causa antisionista.

Sin embargo, según la página web de la Northeastern University, él "es un líder en la investigación interdisciplinaria, en la participación urbana y en la integración del aprendizaje en el aula con las experiencias del mundo real". Para la mayoría de los sionistas judíos, incluidos los nacidos después del final de la II Guerra Mundial, el Holocausto fue de hecho una "experiencia del mundo real". Tal vez el sabio profesor y sus partidarios de la izquierda podrían contemplar ese hecho, siempre claro que pudieran realizar una pausa para tomar aire en sus continuas denuncias del sionismo y de los sionistas.

Fuente: CST

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