Friday, December 25, 2009

La imagen invertida del antisemitismo en la izquierda israelí - Richard Gold - Engage

Las obras de la izquierda israelí han llegado finalmente a la madurez, y eso también debe ser acogido como una señal de la madurez de Israel. Sin embargo, y al mismo tiempo, expresa una continuación de ese bien conocido espíritu de estrechez de miras existente en Israel y de una ausencia de una adecuada comprensión del mundo fuera de sus propias fronteras. 

Dentro de esta categoría tenemos una gran variedad de obras interesantes y de trabajos académicos que tienen por objeto desacreditar a muchos de los mitos nacionales fundadores de Israel. Uno de esos mitos fundadores actualmente objeto de crítica (por parte de la izquierda israelí) es que Israel sea un bastión contra lo que se presenta como un antisemitismo mundial generalizado. Este fue el tema de un documental que ha obtenido varios premios, "La Difamación", y que se pudo ver en la reciente Semana del Cine Judío. El antisemitismo era presentado como algo anacrónico y, en gran medida, cosa del pasado y superado. El documental se centraba principalmente, pero no exclusivamente, en algunos comentarios de uno o dos antisemitas de Europa Central y de uno o dos ancianos judíos (incluida la abuela del director del documental y un sobreviviente del Holocausto de igual edad), después de que el conflicto de "Crown Heights", de hace más de 15 años, y uno o dos incidentes actuales en los EEUU que, en el peor de los casos, sólo podía ser evaluado como causantes de un delito menor. Aparte de una breve entrevista con uno de los autores del libro "El lobby pro-Israel", los lugares que acogen actualmente el antisemitismo y las narrativas del antisemitismo contemporáneo no figuraban en absoluto, ni siquiera de pasada. 

En el propio Israel, la cuestión del antisemitismo se ha convertido en parte del campo de batalla entre la izquierda progresista y la derecha reaccionaria, y así se ha convertido en parte de la política de cómo avanzar en la cuestión de los asentamientos y la ocupación de tierras palestinas. Es en este contexto donde la derecha está conduciendo sus ataques contra lo que considera como antisemitismo.

Y parece evidente que la comprensión de la derecha de Israel sobre lo que es y lo que no es "antisemitismo" adolece de graves defectos. Leyendo la literatura sobre el "nuevo" antisemitismo uno se enfrenta de inmediato con la conclusión paradójica de que lo que es "nuevo" en él es, precisamente, lo "viejo" que resulta. 

Sin embargo, y aunque la lectura que realiza la derecha israelí del antisemitismo es tosca y poco útil, la izquierda israelí cae en la misma trampa. Este reflejo de la izquierda en la derecha, como la mirada a un espejo, se pone de manifiesto en la creencia de que en efecto hay poco antisemitismo (o en según la opinión de Uri  Avnery en el propio documental, "que no existe") fuera de Israel.

Así pues, para la derecha israelí el antisemitismo está por todas partes, y para la izquierda israelí es prácticamente inexistente. Izquierda y derecha están, por supuesto, empíricamente equivocadas.

En la lucha cada vez más encarnizada y agría entre la izquierda y la derecha en Israel, la cuestión del antisemitismo se ha convertido en un significante central que permite identificar de que lado se está dentro de esta división política. En Israel, esto es completamente comprensible y, de hecho, en el contexto de la madurez de Israel es de agradecer. Sin embargo, mientras este conflicto es un signo de la madurez política de Israel, también pone de relieve su estrechez de miras. 

Ni la izquierda ni la derecha israelí parecen considerar por un momento cómo sus puntos de vista se utilizan y desarrollan en el mundo que existe más allá de Israel. Ambas no parecen pensar por un momento cómo los argumentos que tienen sentido en el contexto de la política interna de Israel son explotados en otras partes. 

Basta pensar en la explotación de Walt y Mearsheimer (de los argumentos de la izquierda) y en la distorsión de la historia del Haaretz por el ala derechista pro-Israel en el exterior. Basta pensar en la idea muy común en el Reino Unido, y en otros lugares, en una identificación entre "sionistas" y "judíos", en "gritar que viene el lobo/antisemitismo" cada vez que alguien "se atreve a criticar" a Israel, o mejor dicho, sobre todo cuando esa "crítica" toma la forma del mito de que los judíos/sionistas "controlan los medios de comunicación del mundo" o la BBC o al Partido Democrático Liberal, por nombrar sólo algunas de esas ideas. 

En la pugna entre la izquierda y la derecha israelí, yo me sitúo con la izquierda. Celebro el desprestigio de los mitos fundadores nacionales en Israel como lo haría con cualquiera de los existentes en cualquier otro país. Sin embargo, sigo siendo crítico con la correspondiente falta de comprensión y de conciencia de la izquierda israelí con respecto, no del "nuevo" antisemitismo, sino del antisemitismo contemporáneo, de la confusión entre antisionismo y antisemitismo, por lo que algunas personas creen que es meramente una "simple crítica de Israel" y no antisemitismo. 

Cara a cara con sus opositores de derecha nacional, e incapaces de ver más allá de ellos, la visión de la izquierda israelí sobre la cuestión del antisemitismo no puede ser sino muy limitada. El provincianismo siempre me ha aparecido como un rasgo muy propio de Israel, y es una lástima que, para la madurez de todos, este sea un rasgo de la izquierda israelí del que todavía no se ha desembarazado.

Fuente: Engage

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