Saturday, February 27, 2010

La cueva de Machpelah y la tumba de Raquel: el problema no es el patrimonio israelí, sino el judío

Si ustedes piensan (o así se lo han contado los corresponsales del país del buen rollito) que los últimos disturbios y enfrentamientos promovidos por los árabes palestinos son culpa de Netanyahu (chico malo, judío malo, israelí malo), por su inclusión de la Cueva de Machpelah (Hebrón) y la Tumba de Raquel (Belén) dentro de los lugares históricos de atención especial del patrimonio de Israel, y por lo tanto pudiendo gozar de fondos para su rehabilitación y sostenimiento, sólo deben leer la prensa árabe (y entonces sabrán la verdad). Esta prensa está muy molesta porque esos sitios son llamados "lugares santos del patrimonio judío" (por lo tanto va mucho más allá que una mera identificación como patrimonio israelí).

Leamos que dice la prensa palestina.

Palestine Press Agency:
La ciudad de Hebrón, en Cisjordania, convocó a una huelga esta mañana en respuesta al llamamiento de Fatah para protestar contra la decisión de Israel de anexionarse la mezquita de Abraham y otra mezquita como lugares del patrimonio del judaísmo. La huelga afectó a todos los ámbitos de la vida de la ciudad de Hebrón, incluidas escuelas y universidades, protestando por la decisión del Primer Ministro israelí de incluir la mezquita de Abraham y la mezquita de Bilal en la lista de lugares santos del patrimonio del judaísmo.
Palestina Today:
Los enfrentamientos continúan con choques entre jóvenes palestinos y las fuerzas de ocupación israelíes en las proximidades de la mezquita de Abraham, en Hebrón, en Cisjordania, condenando la decisión del gobierno israelí de anexionarse la mezquita de Abraham como un lugar religioso judío (...)
El jeque Kamal Khatib, subdirector del ala norte del Movimiento Islámico de la Palestina ocupada en 1948, advirtió que la declaración de Israel de incluir la mezquita de Abraham en Hebrón dentro de la lista de los llamados lugares del patrimonio judío es sólo un "ensayo" para testar la reacción de los musulmanes, ya que el plan es judaizar la mezquita de Al Aqsa el próximo mes.
El laico Al Quds:
El gobierno israelí había decidido este fin de semana los fondos para la restauración de 150 lugares de interés histórico judío, definiéndoles como "lugares con la condición de patrimonio especial", y poder así llevar a cabo su desarrollo y transformación en lugares turísticos. Entre estos lugares están la mezquita de Abraham, en Hebrón, y la Tumba de Raquel (cerca de la mezquita Bilal Ben Rabah) en Belén, fuera de las murallas de la ciudad de Jerusalén.
(Es interesante que Al-Quds afirme que la tumba de Raquel está "cerca" de la mezquita de Bilal, no en el mismo lugar, como los árabes palestinos han estado afirmando y sosteniendo durante la última década más o menos)

Estos disturbios y revueltas no tienen nada que ver con Israel y tienen todo que ver con la forma en que los judíos hacen valer sus derechos en sus lugares más sagrados.

Así, mientras que los miembros del gobierno israelí, ese de "línea dura", "extremista", "ultraderechista", se esfuerzan en recalcar que de ninguna manera se trata de disminuir o limitar los derechos de los musulmanes a sus lugares sagrados, los árabes palestinos - incluso los que supuestamente son laicos - están tratando por la fuerza de mantener fuera a los judíos de cada uno de sus presuntos lugares sagrados, los cuales, y no por casualidad precisamente, son considerados todos, con posterioridad, como lugares santos musulmanes.

Cada gesto de conciliación realizado por Israel es tomado como prueba de que los judíos no están realmente tan apegados a sus lugares santos o históricos, al menos como lo están los musulmanes, y ello les anima a cuestionar su vinculación.

La dura realidad es que si Israel se los hubiera anexionado en 1967 - incluyendo el Monte del Templo -, los árabes se habrían quejado, pero lo habrían entendido y respetado. Ellos proyectan sus propias actitudes hacia los judíos y esperan que estos actúen de la manera en que ellos lo habrían hecho. Solamente cuando el gobierno del estado judío vacila a la hora de ponderar la importancia de sus lugares santos e históricos, es cuando los problemas vuelven a la superficie.

Y tengan en cuenta que cuando los musulmanes discuten sobre el Muro Occidental (Kotel) y otros lugares santos judíos como elementos que no ayudan a la "paz", solamente tratan de justificar su posicionamiento hacia la batalla por Jerusalém.

Fuente: Elder of Ziyon

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1 Comments:

Blogger SIMON BAR KOCHBA said...

Interesantísimo artículo

10:00 PM  

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