Monday, July 26, 2010

Los palestinos se oponen al fin de la ocupación - J. D. Halevi - JPost

El plan del ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, para prestar asistencia a la Franja de Gaza convirtiéndola en una entidad independiente ha encontrado un muro de franca oposición por parte palestina. El régimen palestino de doble jefatura, en Ramallah (Fatah) y en la Franja de Gaza (Hamas), rechaza totalmente la propuesta de Lieberman de que la Unión Europea construya centrales eléctricas para suministrar electricidad, estaciones de desalinización del agua y una planta de tratamiento de aguas residuales. Esto formaba parte de un plan que estaría enfocado a cortar totalmente todos los vínculos con Israel, el cual estaría dispuesto a renunciar al control naval sobre las mercancías que ingresan en el puerto de Gaza y sellaría totalmente la frontera con la Franja de Gaza.

Los argumentos contra ese ejercicio de la independencia palestina se parecen entre sí. Nabil Abu Rudeineh, portavoz de la presidencia palestina en Ramallah, concibe el plan de Lieberman como un "complot contra las aspiraciones del pueblo palestino de unidad, libertad e independencia, y como un plan que expresa las aspiraciones de la extrema derecha israelí".

Ahmed Assaf, portavoz de la organización Fatah, que sostiene a la Autoridad Palestina, sostuvo que la Franja de Gaza sigue estando bajo "la ocupación israelí y así seguirá estando", pues constituye una unidad geográfica única con Cisjordania y Jerusalén Este.

Sami Abu Zuheiri, un portavoz de Hamas, explicó que "a pesar de que Gaza fue liberada en la práctica de los asentamientos y la presencia militar israelí, desde un punto de vista jurídico y práctico aún está bajo la ocupación", por lo que la iniciativa de Lieberman es "un intento de eludir la responsabilidad impuesta a los ocupantes".

Abu Zuheiri argumenta que Israel, "el país ocupante", debe mantener y sufragar las necesidades de la Franja de Gaza en alimentos, electricidad y combustible.

La posición de Hamás es un ejemplo de uno de los absurdos más tremendos del conflicto palestino-israelí. Hamas, que se enorgullece de la liberación de la Franja de Gaza de la ocupación israelí a través de la yihad, ahora está luchando con todas sus fuerzas para "preservar la ocupación israelí" y obligar a Israel a continuar con la transferencia de suministros a una entidad que abiertamente declara que quiere liberar toda Palestina, liquidar el Estado de Israel y matar y expulsar a sus habitantes judíos. Hamás recibe apoyo para su posición de organizaciones internacionales de derechos humanos (Amnistía, Human Rights Watch), de los palestinos y de algunos israelíes. Estos últimos, al igual que Hamas, sostienen vigorosamente que Israel sigue siendo "una fuerza de ocupación de Gaza" y, por lo tanto, debe preocuparse por "la seguridad y el bienestar de los residentes de Gaza".

Por desgracia, la posición de las organizaciones de derechos humanos, al igual que la de Hamas, plantea cuestiones de fondo. Si Israel sigue siendo una "fuerza de ocupación" en la Franja de Gaza, como ellas afirman, ¿por qué estas organizaciones no exigen a Israel que ejerza su obligación de garantizar la seguridad de los residentes de Gaza y luche contra un régimen de Hamas que está aplicando indiscriminadamente la ley islámica, causando un flagrante atropello de los derechos humanos, a la vez que suprime a la oposición con mano de hierro y mediante ejecuciones?

Por otra parte, ni una sola de las organizaciones de derechos humanos sugiere "las condiciones necesarias para dar por finalizada la ocupación", mientras que todas ellas exigen que se amplíe la plena apertura de la frontera. Esta posición constituye una paradoja, porque si Israel tiene que levantar el bloqueo con arreglo a las demandas de las organizaciones de derechos humanos (incluyendo el bloqueo naval y el control del espacio aéreo), se presupone que "esa ocupación ya habrá concluido, por lo que Israel ya no tendrá ninguna obligación de preocuparse por la población de Gaza". Incluso en la actualidad, no existe un "real y efectivo bloqueo israelí" y la Franja de Gaza "no es ninguna cárcel", ya que según los datos que el propio gobierno de Hamas hace constar, existe un tránsito de mercancías (importaciones de EEUU, unos mil millones de dolares por año) y de personas (decenas de miles de personas, incluyendo personal del ala militar de Hamas) a través de la frontera con Egipto.

Egipto también está interesada en la continuación de la ocupación y una vez más advierte a Israel de que "no se atreva a librarse de ella". La explicación oficial aclara explícitamente su política: "La concurrencia con el argumento que postula que la Franja de Gaza se debe considerar como un territorio liberado transmite el intento de hacer imponer la carga de la gestión de la Franja a Egipto. No hay que aceptar esta pretensión, porque si no se ofrecería a Israel una excelente vía de escape de la ocupación y una transferencia de sus repercusiones a Egipto, y esto podría dar lugar a la liquidación del problema palestino".

En este contexto, se acentúa la cuestión de por qué "todo el mundo está tan enamorado de la ocupación israelí". ¿Por qué los palestinos siguen firmes en su oposición a conseguir la independencia total, al menos en esta primera etapa, en una parte del territorio palestino? Una posible clave de la respuesta la proporcionó la Prof. Anat Biletzki, ex presidenta de B'Tselem, quien advirtió en una conferencia en el MIT, en el 2007, del peligro de que los dirigentes palestinos, debido a su cansancio, podrían estar de acuerdo con el establecimiento de un Estado palestino sobre una parte de territorio palestino y aceptar así la solución de dos estados. Biletzki argumentó que sólo la solución de un único Estado en todo el territorio de Palestina puede proporcionar una solución justa y realista, y procedió a continuación a criticar fuertemente al profesor palestino Sari Nusseibeh por preconizar la renuncia del derecho de los refugiados al retorno.

Esta posición sigue principalmente la lógica que guía a esos dirigentes palestinos que no han renunciado a la idea de liberar a Palestina en su totalidad. Cinco años han transcurrido desde la retirada de la Franja de Gaza y el gobierno de Hamas continúa preservando los campos de refugiados a pesar de sus condiciones de hacinamiento y de miseria, siguiendo con la demanda de asistencia internacional a través de la UNRWA. Los ocupación de las viviendas de los asentamientos israelíes abandonados tras la desconexión de Gaza (y Cisjordania, en varios asen tamientos de Samaria), no supone menoscabar los posibles derechos de los refugiados en futuras negociaciones, al igual que tampoco estarían afectados los que ya residen en las ciudades y en el exterior.

Sin embargo, el objetivo tanto de la Autoridad Palestina como del gobierno de Hamas es idéntico, es decir, mantener el problema de los refugiados en plena ebullición, ya que esto constituye la clave para el objetivo final de la odisea de la Palestina histórica: la liquidación del Estado de Israel como un estado judío. Esta es la verdadera razón que está detrás de la historia de amor de los palestinos con la "ocupación israelí".

Hamas quiere comer de la mano de Israel y luego continuar comiéndose esa misma mano y luego el cuerpo entero.

La oposición de Israel a ponerse con sus propias manos la soga al cuello es presentada por Hamas [N.P.: y por sus entusiastas adláteres, diputados socialistas incluidos] como una violación del derecho internacional.

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