Saturday, September 11, 2010

¿Sorprendidos? La revista Time pasa de reprobar la islamofobia a la práctica de un viejo y sano antisemitismo



Extractos de tres artículos:

Victor Davis Hanson en el National Review

¿Para los judíos en Israel, todo se basa en ganar dinero?

Sé que es habitual leer en el último número del Time o del Newsweek que Obama es un dios, que los estadounidenses son colectivamente unos islamófobos por sus prejuicios contra los musulmanes, que la respuesta después del 11-S fue exagerada e innecesaria (más de 30 planes terroristas posteriores han sido frustrados y, por alguna razón, rendiciones, tribunales, Guantánamo, ataques con Predator, secuestros, etcétera, todo ello ha sido adoptado por el gobierno Obama), pero el reciente artículo del Time sobre Israel de su corresponsal Karl Vick es probablemente uno de los más antisemitas que leído alguna vez en una publicación generalista.

Entre los entrevistados de Vick está Heli Itach, una especie de moderno Shylock que se jacta del dinero que gana con la venta de condominios en Jerusalén ("Incluso cuando los Qassam caen, continuamos vendiendo", dice Heli Itach, golpeando una palma sobre el escritorio de oficina ). Las fotos adjuntas que acompañan el texto muestran a unos israelíes despreocupados tomando el sol en la playa, en cafés...

De hecho, argumenta Vick, los judíos están tan obsesionados con hacer dinero que no les importa mucho lo que pase en el futuro: "La verdad es que los israelíes ya no están preocupados por ese tema. Están comprometidos en otros asuntos, en como ganar dinero, en seguir disfrutando del sol del final del verano. A pesar de que todo el mundo les observa y aún puede definir el destino de su país en su disputa sangrienta con los árabes, cuyas familias ya vivían en esta tierra, a pesar de que el conflicto pueda ser negociado fuera, los israelíes ya han decidido seguir adelante".

Ustedes ven, Vick ya ha descubierto que los israelíes, después de robar sus tierras a los árabes, no se preocupan mucho por esa ardua negociación en la que la administración Obama está ahora empeñada("en grandes y elementales pensamientos"), y no se preocupan porque lo que les interesa es hacer dinero: "Cuando unas pocas cansadas almas tienen que manejar grandes y elementales pensamientos, los israelíes prefieren dedicarse a las satisfacciones que puedan estar disponibles en su esfera privada, en una tierra imaginada como una especie de utopía".

Y eso obviamente es casi suicida, ya que esta preocupación judía por disfrutar de la vida tiene a Vick muy molesto: "Pero, un momento. ¿En el fondo (casi se puede oír como se lo pide todo el mundo), es que acaso los israelíes desconocen que la paz con los palestinos es la única manera de garantizar su felicidad y prosperidad? Bueno, pues no lo parece exactamente".

Por último, al final del artículo de Vick, descubrimos por fin a qué se debe. Los judíos, le desvela al entrevistador ese "Heli" - especie de alter ego de todos los judíos de Israel -, no lo pueden evitar, está en su ADN. A ellos les gusta ganar dinero a costa de todo lo demás, desde la paz a la justicia: "Golpea nuevamente en el escritorio. "La gente", me dice Heli, "ya no cree". Heli búsca la palabra. "La gente en Israel es indiferente. No les importa si vendrá una guerra o si habrá paz. No les importa. Viven al día".


Joshpundit en su visión del artículo del Time:

La revista Time práctica el deporte del antisemitismo durante el Año Nuevo judío

La historia en sí es una obscenidad escrita por un tal Karl Vick, cuya premisa fundamental es que los israelíes no se preocupan por la paz porque están demasiado ocupados viviendo la buena vida.

Empujones, codazos, guiños..., ya conocen a los judíos, todo por hacer dinero...

Por supuesto, a esos malvados judíos no les preocupa que cinco israelíes hayan muerto en tres días después del anuncio de las conversaciones directas, que se enfrenten a amenazas de guerras y de aniquilación desde todos los rincones, que puedan encender el televisor y escuchar y ver todos los días la propaganda de incitación dirigida a deshumanizar a los judíos y llamando a la jihad. Especialmente de sus socios para la paz, cuyas "encuestas indican que los palestinos aprueban por casi 2 contra 1 los ataques terroristas contra civiles israelíes".

Lo que realmente sucede, por supuesto, no es que los israelíes hayan dejado de preocuparse por la paz, sino que han comprobado casi dos décadas después de Oslo que nada va a suceder durante algún tiempo, porque el problema básico no es la cantidad de territorio que Israel ocupe o cualquier cosa que Israel haga o deje de hacer, sino el hecho mismo de la existencia de Israel.

A la vista de conocer y saber todo esto, la decisión de la mayoría de los israelíes de vivir diariamente un vida normal y cotidiana es de un valor extraordinario. Pero yo no esperaría que algún periodista entendiera eso.

He aquí una primicia para el Time y el resto: los israelíes se han acostumbrado a la lectura de basura como ésta sobre ellos, el "país más terrible de la Tierra". Y la mayoría de ellos entiende que va a continuar, no importa lo que hagan. Se trata simplemente del hecho sustancial derivado de la envidia y el resentimiento por el éxito de Israel a pesar de todo(s), y que les lleva hasta el punto de la locura.


Finalmente, en Honest Reporting:

¿Por qué al Time no le interesa Israel?

Como Israel lanza una nueva ronda de conversaciones de paz con los palestinos, los medios de comunicación se giran hacia atrás para encontrar un nuevo ángulo al proceso de paz. Uno de los más chocantes proviene de la revista Time, cuya portada "¿Por qué a Israel no le importa la Paz", sugiere que los israelíes ya no ven la paz como una prioridad porque la economía es fuerte y el país se ha liberado en gran parte del terrorismo dentro de la lìnea verde.

Las encuestas han demostrado repetidamente que los israelíes apoyan la solución de dos estados para el conflicto. Pero es cierto, en efecto, que los israelíes han crecido escépticos respecto a la posibilidad de avances provenientes de los dirigentes palestinos, encima ahora divididos entre Al Fatah, en Cisjordania, y Hamas, controlando Gaza. Los israelíes han visto que las conversaciones de paz suelen ir acompañadas de nuevos atentados terroristas.

Sin embargo, el artículo de Time, escrito por Karl Vick, pasa por alto las razones legítimas por las que los israelíes pueden haber perdido interés en los detalles del proceso de paz. En lugar de eso, presenta a los israelíes como crueles, insensibles y decadentes, más preocupados por las playas, los deportes acuáticos y por la cultura de los cafés de Tel Aviv que por las cuestiones de fondo real [N.P.: es muy reveladora esta imagen de Israel centrada casi totalmente en Tel Aviv, cuando precisamente es ahí donde se supone que está la población israelí más propensa a la paz y a las concesiones. Y no me deja de sorprender que sea a esa población israelí, la más occidentalizada y la más próxima a la europea y a la americana, a la que se le reproche las "ganas de hacer dinero, de divertirse", de ser "decadente" en una palabra. ¿Acaso los europeos y loa americanos no son más o menos así)].

Vick escribe:
"En la semana en que tres presidentes, un rey y su propio primer ministro se reunieron en la Casa Blanca para iniciar una nueva ronda de conversaciones sobre la paz entre Israel y los palestinos, la verdad es que los israelíes ya no están preocupados por ese tema. Están comprometidos en otros asuntos, en como ganar dinero, en seguir disfrutando del sol del final del verano. A pesar de que todo el mundo les observa y aún puede definir el destino de su país en su disputa sangrienta con los árabes, cuyas familias ya vivían en esta tierra, a pesar de que el conflicto pueda ser negociado fuera, los israelíes ya han decidido seguir adelante".
La referencia a su "disputa sangrienta con los árabes, cuyas familias ya vivían en esta tierra" es particularmente reveladora. Vick parece rechazar sutilmente las reclamaciones históricas de Israel a la Tierra de Israel y deja entender que los israelíes tienen la culpa del conflicto, ya que esa tierra pertenecía realmente a los árabes.

Las fotos que acompañan la edición impresa refuerzan la tesis de Vick de que los israelíes solamente están preocupados por su ocio. En las imágenes se ven israelíes tumbados en la playa, conversando en un café o sentados en los bancos de un parque. La implicación es obvia: los israelíes no se preocupan por la paz porque viven muy bien sin ella.

Así, Time distorsiona la capacidad de resistencia de Israel a toda una década de ataques con cohetes y de terrorismo, y la difumina dando una imagen decadente. Quizás la verdadera razón de que los israelíes se hayan vueltos apáticos con respecto al proceso de paz (no a la paz, como sugiere la portada), se deba a la forma en que el mundo olvida rápidamente las numerosas ofertas de paz de Israel - la oferta de Ehud Barak de un estado en Camp David, la retirada de de Gaza de Ariel Sharon, la oferta de Olmert y ahora la congelación de asentamientos de Binyamin Netanyahu. Sin embargo, los medios de comunicación culpan a Israel de todos esos años de estancamiento.

Si bien no existido ningún movimiento paralelo por parte de los palestinos para avanzar en el proceso de paz, únicamente la exigencia de cada vez mayores demandas a Israel, Vick quiere dar la impresión de que los palestinos han estado haciendo todo lo posible para hacer posible la paz.
"En Cisjordania, en el territorio administrado por Mahmoud Abbas, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, el primer ministro palestino, el tecnócrata Salam Fayyad, se está tomando seriamente la tarea de la gobernabilidad, empezando por la profesionalización de las fuerzas de seguridad. Incluso antes del asesinato de cuatro colonos judíos por operativos de Hamas el 31 de agosto, el peor incidente de este tipo desde marzo de 2008, las fuerzas de seguridad habían detenido a más de 300 partidarios de Hamas ante el temor de un ataque así"
"Colonos judíos" nos dice - nada de Talya y Itzjak Imes Itzjak, Kochava Even-Haim y Shendler Avishai, nada de civiles, ni siquiera la palabra "israelíes", que fueron asesinados por una gente etiquetada por el Time como "operativos de Hamas", mientras que Fayyad lucha contra ellos "ante el temor" a esa actividad.

Si el temor de Fayyad demuestra la preocupación palestina por la paz después de un año de rechazar ofertas de Israel para conversaciones directas, ¿qué tienen que decir el resto de los líderes palestinos?

Pocos días antes de partir a Washington, el principal negociador palestino se puso ante una cámara. "Shalom para ustedes en Israel", dijo. "Sé que les hemos decepcionado". En un audaz, por no decir desesperado, intento de despertar a los israelíes de a pie, siete altos funcionarios palestinos se dirigieron directamente a Israel a través de unos vídeos. Cada clip concluía con las palabras "Yo soy su socio. ¿Ustedes desean ser el mío?"

Mientras que algunos pueden contemplar estos vídeos y las palabras de los dirigentes palestinos como mera propaganda política que no nos da una idea de lo que realmente piensa y desea el pueblo palestino, para Vick sirve como contrapunto a la aparente apatía de Israel. Por supuesto, él tiene que hacer lo imposible para que se note.

Como resultado, tenemos otro tema de portada en los quioscos de todo el mundo acusando a Israel de no preocuparse por la paz. Sin embargo, lo que realmente se aprende de todo esto es que a la revista Time ni le preocupa ni desea entender las razones de Israel.

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