El nuevo caso de los pasaportes, o la hipocresía británica en estado puro

Recuerden... fue hace un año. En ese momento, unos espías (que algunos afirman que eran israelíes) mataron a un hombre en Dubai. Ese hombre era un conocido terrorista de Hamas, y se encontraba en los Emiratos Árabes Unidos para comprar armas de Irán. Algunos dicen que cualquiera que fuera el método, lo importante era evitar que las armas iraníes entraran en Gaza, ¿no?. Pues no, para Gran Bretaña eso no era lo importante.

El hecho es que los supuestos asesinos utilizaran pasaportes falsos, algunos de ellos británicos, y que eso dio lugar a una grave crisis diplomática. El embajador israelí en Londres fue abroncado, un diplomático fue expulsado y la antena del Mossad en Londres debió salir del país. Peor aún, según fuentes árabes, los británicos proporcionaron directamente a Hezbolá un dossier muy completo sobre los datos que existían sobre el mencionado affaire, más que nada para cumplir con los grandes amigos de Occidente.

En ese momento, David Miliband, el ministro británico de Asuntos Exteriores, explicó el asunto desde su punto de vista:

"!El uso de pasaportes falsos es indignante! !Es un acto criminal e Israel se convierte con este comportamiento en un estado canalla!". Ah, el pragmatismo británico.

Mientras tanto, por supuesto, el caso habia dado la vuelta al mundo. Sin ninguna prueba, algunos diplomáticos israelíes fueron expulsados de algunos países por la muerte de un terrorista..., y sobre todo, todo esto sin ninguna evidencia fehaciente de la participación del Mossad en el asunto.

Pero en este último año han pasado muchas cosas. Los Estados Unidos detuvieron a un grupo de espías rusos con pasaportes británicos falsos. Ni un sólo diplomático de Rusia fue expulsado de Londres. No hubo ni siquiera comentarios. Silencio y nada de sesiones extraordinarias en el Parlamento.

Pero lo más sorprendente es que tan sólo un año después del affaire Al-Mahbouh, ha sido la propia Gran Bretaña quien ha sido sorprendida en actos de espionaje y !con pasaportes falsos!. Según la prensa irlandesa, los rebeldes libios han liberado a un equipo de cuatro espías británicos que operaban en el este de Libia. Además de las armas, explosivos y mapas contaban con... pasaportes falsos. Según la BBC, los cuatro pasaportes eran de distintas nacionalidades.

Esperamos con un indisimulado interés el debate consiguiente en el período extraordinario de sesiones que sin duda se celebrará en la Cámara de los Lores, como sucedió con el affaire de Dubai.

Después de todo, todos sabemos que los británicos no son especialmente hipócritas con respecto a Israel y que en su actividad política no aplican un doble rasero con relación al Estado judío. No, no, no... De eso nada. !Ellos seguro que no!