Sunday, March 27, 2011

Lo accesorio para Siria, según el Global, diario accesorio de la mañana



Hoy, en un artículo de Enric Gonzalez, corresponsal en Jerusalem que fue considerado muy benevolentemente por ciertos blogs pro-Israel como una "esperanza blanca", teniendo en cuenta lo que suposo la etapa anterior del inefable e insuperable Muñoz, comete una de esas tendenciosas contradiciones que demuestran perfectamente por donde van las querencias y el discurso oficial políticamente correcto.

Dice al final del artículo, donde se desliza la idea que se desea inculcar a los lectores:
Los Asad se declaran feroces enemigos del sionismo, pero se declaran dispuestos a firmar la paz con todo lo que ello exija (ruptura con Irán, Hezbolá y Hamás) en cuanto Siria recupere el Golán, la estratégica región montañosa que los israelíes le arrebataron en 1967 y ocupan desde entonces.

(...)

Además de ser conscientes de su debilidad militar frente a Israel, los Asad no tienen amigos ni enemigos, solo intereses. Su objetivo es recuperar el Golán. Lo demás resulta accesorio. El Gobierno israelí sueña estos días con la caída de los Asad y una ruptura del eje Teherán-Damasco-Beirut. Pero en sus momentos de lucidez teme que una hipotética desaparición de los Asad, con los que siempre ha podido negociar y que han trabajado para evitar conflagraciones que afectaran a la región, haga de Oriente Próximo una zona más peligrosa.
¿Lo demás resulta accesorio?

Cómo puede serlo cuando al comienzo del artículo nos dice:
Aunque es pequeña, Siria se siente grande. Cuando se rompió el Imperio Otomano, a principios del siglo XX, se daba por supuesto que Siria, sede del antiguo califato, incluiría su actual territorio más los actuales Israel, Jordania, Líbano y Gaza. Ese era el territorio natural de la Gran Siria.

La realpolitik de los Asad, sin embargo, ha logrado convertir Líbano en la más directa proyección de su poder regional. El Gobierno de Damasco se ha especializado en arbitrar las guerras sectarias libanesas, sin hacer ascos a ninguna alianza.
Es decir, parece que no resulta nada accesorio cuando no deja de entrometerse en el Líbano, país que controlan mediante sus servicios secretos y su alianza con Hezbollah, y donde hasta hace poco, ignoro si la cifra ha disminuido tras la salida de las tropas sirias, vivían y trabajaban casi un millón de sirios cuyas rentas eran muy importantes para la economía de Siria, por no hablar de los pingues negocios del peor calado que la élite gobernante siria realizaba a través de los bancos líbaneses.

Por otro lado, no deja de ser curioso la facilidad con la que el cronista afirma que están dispuestos a una ruptura con Irán, Hezbolá y Hamás. Puedo imaginar una ruptura no traumática con Hamas, pero ¿se rompe tan facilmente con Irán - y con Hezbollah - cuando este país le proporciona tantos servicios y ayudas al regimen sirio? Que sepamos es más una exigencia de Israel que un ofrecimiento sirio. Y es que, piénsenlo, ¿es más peligrosa una situación de beligerancia con Israel para la situación interna siria que llegue a poner en peligro la supervivencia del regimen alauita - ahora amenazada por su propia población, pero sin que Israel tenga que ver en el asunto- , o una posible intervención iraní al comprobar la ruptura de su alianza con Siria, o inclusive del mismo Hamas, que afin de cuentas es la rama palestina de los Hermanos Musulmanes, el peor enemigo del regimen alauita?

No será más bien que Siria no pretende abandonar su influencia y control del Líbano, de ningún modo accesoria, y que desea una devolución de los Altos de Golán que en ningún caso le suponga grandes costes y riesgos estratégicos, justo ahora cuando Irán se presenta cada vez más como gran potencia en la zona. ¿Quién irá al rescate del regimen sirio si abandona la alianza con Irán con las ganas que le tienen ciertos países sunitas por sus intromisiones (piensen en Arabia Saudí, El Libano, Jordania, Egipto...) y por la mencionada alianza chííta?

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