Tuesday, May 31, 2011

Desvelando a Mahmoud Abbas – Benny Morris – National Interest


Voluntarios árabes en 1948

El reciente artículo de opinión de Mahmoud Abbas en The New York Times "vale la pena leerlo, no porque revele algunas importantes verdades acerca del conflicto israelí palestino, sino por todo lo contrario, a causa precisamente de las mentiras y distorsiones que ofrece”, y lo que nos dice, por desgracia, acerca de la elite que ha dirigido la política palestina desde la década de 1960.

Yasser Arafat, quien encabezó el movimiento nacional palestino desde la década de 1960 hasta su muerte en 2004, era notoriamente un tramposo y un mentiroso en serie, y de hecho se ganó la desconfianza general de todos los líderes de Oriente Medio, árabes e israelíes. La mayoría dio un suspiro de alivio cuando falleció, al igual que muchos en Washington y en otras capitales occidentales.

Sin embargo, muchos de ellos se pusieron muy dichosos de poder elogiar a su sucesor, Mahmoud Abbas, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina y el jefe del partido Fatah, el grupo principal dentro de la OLP, como un político digno, un "moderado". Tal vez fuera por reemplazar los absurdos uniformes marciales de Arafat por los trajes occidentales, o tal vez por las gafas de erudito, o por su utilización de verbos y adjetivos más suaves. Para ello, fue necesario ignorar como una fantasía juvenil su tesis de doctorado de la década de 1980, publicada en árabe su título era “El otro lado: la relación secreta entre el nazismo y la dirección del Movimiento Sionista”.

En ese libro, Abbas declaraba que las cámaras de gas nunca se utilizaron para asesinar a los judíos y desestimaba como una "mentira fantástica" el que seis millones de judíos murieran en el Holocausto, a lo sumo, escribió, unos "890.000" judíos fueron asesinados por los alemanes. Y fueron asesinados, afirmaba Abbas, en parte como resultado de la provocación sionista orquestada por Ben-Gurion a partir de 1942. O, como él decía: "el movimiento sionista favoreció una amplia campaña de incitación contra los judíos que vivían bajo el dominio nazi, y ello con el fin de alimentar el odio del gobierno alemán hacia ellos y desencadenar su venganza, y todo para ampliar el exterminio en masa". Todo esto fue diseñado según él para "facilitar la victoria del sionismo".

Así que las actuales distorsiones de la historia de Abbas en el New York Times no deberían sorprender a nadie (aunque uno puede preguntarse por el papel de los editores, que probablemente tienen alguna idea de lo que realmente ocurrió en el Oriente Medio en 1947-1949, y cómo han permitido publicar esas tonterías malintencionadas).

En primer lugar, Abbas nos dice que en mayo de 1948, como "un niño palestino de 13 años de edad", fue "forzado" y "conducido" fuera de su casa, en Safed, por los sionistas. Pero ese mismo Mahmoud Abbas, el 6 de julio del 2009, le dijo en árabe a un entrevistador de la Falastina TV que en realidad su familia había huido de Safed temiendo una posible venganza de los judíos de la ciudad a causa de la masacre que habían sufrido dos décadas antes a manos de los árabes de Safed. La verdad, por supuesto, es que los árabes de Safed huyeron de la ciudad cuando comenzaron los ataques con mortero y fue conquistada por las tropas de la Haganá los días 9-10 de mayo de 1948; no hubo por tanto "expulsión" (una palabra que Abbas utiliza más adelante en el artículo para describir lo que pasó con “todos los palestinos desplazados” durante la primera guerra árabe-israelí).

Pero esta es una distorsión menor en comparación con las mentiras que siguen. Estas se insertan en el texto breve, en el que supuestamente se describe la cadena de acontecimientos entre 1947-1948:

En noviembre de 1947, la Asamblea General [de las Naciones Unidas] hizo su recomendación [la partición de Palestina en dos estados, uno judío y el otro árabe] y la respuesta fue afirmativa. [El significado aquí es confuso: ¿Acaso fueron los árabes los que respondieron “afirmativamente” a la resolución, como quizás Abbas está insinuando? ¿La Asamblea General respondió a su propia recomendación "en sentido afirmativo"?] Poco después, las fuerzas sionistas expulsaron a los árabes palestinos para garantizar una decisiva mayoría judía en el futuro estado de Israel, y los ejércitos árabes intervinieron. Más guerra y más expulsiones se produjeron... Nuestro Estado [árabe] palestino sigue siendo una promesa incumplida”.

De hecho, lo que realmente sucedió fue lo siguiente: Los estados árabes y el liderazgo nacional palestino, encabezado por el Haj Amin al-Husseini, se opusieron a la partición de Palestina y reclamaron la totalidad de Palestina para los árabes. Cuando la Asamblea General votó a favor de la partición el 29 de noviembre de 1947, los dirigentes palestinos rechazaron la resolución y las milicias palestinas lanzaron las hostilidades tratando de abortar el surgimiento de un Estado judío. Fueron ayudados con dinero, armas y voluntarios por parte de los estados árabes. En el transcurso de este primer semestre, la llamada “guerra civil” de la Guerra de 1948 (aproximadamente desde el 30 de noviembre 1947 hasta el 14 de mayo de 1948) los milicianos palestinos atacaron las comunicaciones y los asentamientos judíos durante más de cuatro meses.

Pero con el tiempo las milicias judías, principalmente la Haganá, pasaron a la ofensiva (a principios de abril) y derrotaron a los palestinos, y cerca de 300.000 de ellos fueron desplazados de sus hogares y tierras. El 15 de mayo de 1948, el día después de que los líderes sionistas declararon el establecimiento del Estado de Israel, los ejércitos de Egipto, Siria e Irak invadieron Palestina en contra de la voluntad de la comunidad internacional, plasmada en la resolución de partición, y atacaron al naciente Estado judío. El ejército de Jordania, el cuarto ejército invasor, ocupó Cisjordania y Jerusalén oriental, el núcleo del territorio asignado por la resolución de partición al Estado árabe palestino. (Los palestinos no proclamaron un Estado independiente, y Jordania no permitió posteriormente a los palestinos establecer un estado, anexionándose formalmente la Ribera Occidental y Jerusalén oriental. Egipto emergió de la guerra controlando la Franja de Gaza).

Durante las semanas y meses posteriores al 15 de mayo, el ejército israelí contuvo a los ejércitos invasores y, finalmente, los expulsó de la mayor parte de Palestina. Otros 400.000 palestinos fueron desplazados de sus hogares en el transcurso de los combates: Algunos fueron expulsados por las tropas judías (por ejemplo, en Lydda y Ramle en julio de 1948), a otros se les aconsejó o se les ordenó que abandonaron sus hogares por parte de los líderes y oficiales árabes (por ejemplo, en Haifa, en abril de 1948 y Majdal en octubre). Pero simplemente la mayoría de esos 700.000 desplazados huyeron ante el temor de ser atrapados y heridos en los combates. En el verano de 1948, el gobierno israelí decidió no permitir que los árabes desplazados - la mayoría de los cuales terminaron residiendo en campos de refugiados situados en otras zonas de Palestina, es decir, la Ribera Occidental y Gaza - volvieran al Estado de Israel, considerándolos totalmente contrarios a su existencia (primeramente se había tratado de asaltar a la comunidad judía y posteriormente destruir al naciente Estado judío) y una potencial quinta columna.

La retorcida historia de Abbas omite deliberadamente la mención de la primera mitad de la guerra de 1948, la llamada “guerra civil”, y ello con el fin de retratar a los palestinos como víctimas inocentes. De hecho, ellos fueron los principales promotores de las acciones violentas que se sucedieron desde el 29 de noviembre de 1947, con el lanzamiento del asalto a la comunidad judía (Yishuv), lo que provocó a su vez el contraataque sionista que dio lugar al colapso de la sociedad palestina y la creación del problema de los refugiados. En la historia, los pueblos suelen pagar por sus errores y agresiones frustradas, y esto es lo que sucedió en Palestina.

Abbas y su Autoridad Palestina han lanzado una campaña para el reconocimiento internacional de un Estado árabe palestino que promete ser declarado formalmente en septiembre. Esto, nos dice, va a "allanar el camino para que nosotros presentemos demandas contra Israel en las Naciones Unidas, en los órganos de derechos humanos y en la Corte Internacional de Justicia".

Lo que Abbas no les dice a sus lectores es que a los palestinos, como en 1947, ya se les ofreció la estatalidad en un acuerdo de compromiso de dos estados en el 2000, y la rechazaron (y él, un destacado ayudante de Arafat, no se opuso a ello), y que en el 2008 al propio Abbas se le ofreció nuevamente un estado correspondiente a una solución de dos estados, oferta realizada por el primer ministro israelí Ehud Olmert, y que él, nuevamente, la rechazó. Los compromisos ofrecidos por Barak-Clinton y por Olmert se basaban en un Estado palestino que contendría aproximadamente el 94% de Cisjordania [N.P.: con retribuciones territoriales israelíes hasta completar el 100%], el 100% de la Franja de Gaza y la mitad (árabe) del este de Jerusalén, incluyendo la mitad o tres cuartas partes de la Ciudad Vieja. A cambio, se esperaba de los palestinos reconocieran a Israel, renunciaran a su demanda de un retorno masivo a Israel de los refugiados y aceptaran un acuerdo que pusiera "fin al conflicto" definitivamente.

Arafat y Abbas rechazaron los compromisos ofrecidos ya que no deseaban una solución de dos estados, ellos querían y quieren toda Palestina. Por lo tanto, no tienen interés en que mediante unas negociaciones se llegue a un compromiso con Israel. (Abbas, en el New York Times, dice de boquilla que respalda la idea de la negociación: “las negociaciones siguen siendo nuestra primera opción”, pero esto es una tontería. El año pasado, Netanyahu congeló la actividad constructora en los asentamientos durante diez meses tras la presión de Obama y del mundo árabe [N.P.: la primera vez que lo hizo un gobierno israelí], pero Abbas tampoco negoció realmente. Dejó pasar el tiempo. Después de eso, Netanyahu, al negarse a extender esa congelación de los asentamientos, ha dado más bazas a Abbas, y ha contribuido enormemente a la deslegitimación permanente de Israel en Occidente (En los países árabes, por supuesto, eso no importaba, ya que nunca han "legitimado" a Israel).

Abbas actualmente está promoviendo un Estado palestino sin tener que pagar el precio de reconocer a Israel o hacer la paz. Una vez que los palestinos obtengan su estado en la Ribera Occidental y Gaza, lo usarán como un trampolín para la segunda etapa de su asalto político y militar contra Israel, y sin duda utilizarán su "crédito" en las Naciones Unidas, los órganos de derechos humanos y la Corte Internacional de Justicia "como parte de ese asalto”.

Pero la base principal de asalto político y moral contra Israel será la demanda palestina, y su aceptación internacional, del "derecho de retorno" de los refugiados de 1948, y eso tanto para ellos como para sus descendientes, 5-6 millones de almas. Como Abbas dice en su artículo, “el problema de los refugiados necesita ser resuelto con justicia sobre la base de la Resolución 194 de la ONU”, de diciembre de 1948, la cual según la interpretación palestina “apoya el derecho de retorno". Si el mundo acepta esta demanda palestina y se aplica, Israel dejará de existir (con una población actual de Israel compuesta de cerca de 6 millones de judíos y de 1,4 de árabes, añadiendo 5-6 millones de refugiados palestinos el país dejará de contar con una mayoría judía, ergo no habrá ningún estado judío). Este es el objetivo final del juego palestino, y de hecho es la "verdad" que Abbas siempre ha estado persiguiendo.


PD. A Benny Morris no le gustaría (está enfrentado con Efraim Karsh, y no hace falta más que leer la última crítica de su libro), pero he aquí como relata Efraim Karsh la caída de Safed:
Después de haber rechazado una oferta del general Hugh Stockwell, el comandante de las fuerzas británicas en el norte de Palestina, para mediar en una tregua, los árabes respondieron a la evacuación británica de la ciudad con un duro asalto de los barrios donde vivía la pequeña comunidad judía (1/4 de la población) "Después de la evacuación británica el 16 de abril, ocupamos todas las posiciones estratégicas de la ciudad: la Ciudadela, la Casa de Gobierno y el puesto de policía en el Monte Canaán", recordaba un luchador árabe local. "Éramos la mayoría, y el sentimiento entre nosotros era que podríamos derrotar a los judíos solamente con palos y piedras".

Lo que este pronóstico no tuvo en cuenta fue la tenacidad de la voluntad judía de aferrarse a Safed, reforzada por una parte por la Resolución de Partición que la incluía en el futuro Estado judío, y por la otra por la intensidad de la psicosis de miedo entre los árabes. Mientras decenas de miles de árabes abandonaban Tiberiades y Haifa obedeciendo las instrucciones del Alto Comité Árabe (el supuesto "gobierno" efectivo de los árabes palestinos), y ello a pesar de los arduos esfuerzos por parte de las comunidades judías para persuadirles de que permanecieran, pocos días después de ello se producía la evacuación británica de Safed, al igual que la de los miembros de las principales familias árabes de la ciudad y otros residentes comunes y corrientes que decidieron que había llegado el momento de escapar - probablemente, al ser de familia acomodada, fuera el momento elegido por la familia de Abbas para abandonar Safed -. En las palabras de un informe de la inteligencia británica, "tal es su estado de miedo que los árabes están comenzando a evacuar Safed aunque los judíos aún no les han atacado".

En un intento desesperado por detener esa deriva, una delegación de notables locales viajó hasta Damasco, sólo para ser reprendidos como cobardes que huyen del campo de batalla y exigirles que siguieran luchando. Una visita posterior del alcalde Zaki Qadura a la corte real de Ammán fue mucho más afable, pero igualmente concluyente. Mientras que el rey Abdullah comprendía evidentemente los motivos del alcalde, argumentó que no había nada que pudiera hacer antes de la terminación de su mandato el 15 de mayo (y con ello la independencia del nuevo Estado judío), y que lo mejor que podía hacer Qadura era regresar a Damasco y exponer su caso al presidente Shukri Quwatly. El alcalde hizo lo sugerido, y tras su visita a Damasco unos 130 combatientes pan-árabes (del llamado Ejército de Liberación Árabe, ALA) fueron enviados a Safed, llegando a la ciudad el 9 de mayo.

Esto era demasiado poco y demasiado tarde. Como la lucha interna en la ciudad se intensificó, el goteo de los tránsfugas se convirtió en una hemorragia. El 2 de mayo, tras el bombardeo del barrio árabe por el ensordecedor, aunque altamente ineficaz, mortero de fabricación casera "el mortero de David", decenas de árabes huyeron de Safed en ruta hacia el Valle del Jordán, acompañados por un número considerable de combatientes del Ejército de Liberación Árabe (ALA). Cuatro días más tarde, el comandante regional del ALA informaba de que "la mayoría de los habitantes habían abandonado los pueblos árabes vecinos de Safed. Su moral se ha derrumbado por completo".

Los bombardeos con artillería pesada de los barrios judíos tampoco funcionaban, y como la batalla final por la ciudad parecía avecinarse, la noche del 9 de mayo se produjo una huida masiva. La lucha contra el tiempo terminó a la mañana siguiente, toda la población árabe de Safed había tomado la carretera, y un día después las patrullas de la Hagana informaban de que “los barrios árabes estaban vacíos de hombres, y que los evacuados habían dejado tras de sí una gran cantidad de armas y municiones".

Labels: , ,

0 Comments:

Post a Comment

<< Home