Thursday, August 04, 2011

Arabistas del género de terror


Alicia en la Primavera de las Maravillas

Después de una sorprendente y algo tímida reacción de los arabistas españole ante la llamada Primavera árabe, quizás explicable por componendas con ciertas instituciones y porque las cosas están lejos de estar claras en casi todos los países, Tunez, Egipto, Libia, Jordania y Siria, volvemos a tener una reacción más o menos oficial y una recopìlación de los hechos, eso sí, con la singularidad y objetividad esperable.

Después de habernos carcajeado con las ilusiones del inefable Ilan Pappe, siempre obsesionado en denigrar a Israel como sea, obviando siempre la molesta realidad (es su especialidad como historiador, la ideología ante todo), parecía difícil superar sus palabras sobre el futuro venturoso que traería la Primavera árabe:
Lo único que está en riesgo ahora es la pretensión de Israel de ser un islote occidental estable y civilizado, rodeado por un mar de fanáticos islamistas. Lo verdaderamente "malo" para Israel es que la cartografía siga siendo la misma, pero la geografía cambie, que siga siendo un islote, un islote de bárbaros y fanáticos rodeado por un mar de nuevos Estados igualitarios y democráticos.

(..)

Y, sí, después de todo, puede que a medio plazo estas buenas noticias no lo sean tanto para los judíos de Israel. Estar rodeados por gentes que dan la bienvenida a la libertad, la justicia social y espiritual, cuyos barcos surcarán las aguas, unas veces del mar en calma, otras de mar gruesa, de la tradición y la modernidad, el capitalismo agresivo y la supervivencia cotidiana, no será fácil.
Pues bien, parece que una de las arabistas oficiales de guardia quiere seguir su estrambótica senda y nos ofrece otro calendario/resumen optimista de la Primavera árabe, pero me detengo en especial en el mes de Abril. Al loro:
Abril. Fatah y Hamás cierran filas, en vano. Si el mundo árabe se levanta, Palestina se levantará: contra sus gobernantes y contra la ocupación. El millón y medio de habitantes de Gaza y los dos y medio de Cisjordania podrían marchar hacia Israel, cada día la posibilidad se acerca más y se llama septiembre. Los palestinos harán su revolución una vez más: por ellos y por el mundo árabe. ¿Será con éxito? Será para fracasar mejor, como decía Beckett. Israel e Irán, los grandes enemigos del mundo árabe, habrán de recomponerse los ropajes. ¿Una Siria libre? Terror para ambos. ¿Una Palestina libre? Terror para ambos. ¿Un Egipto libre? Terror para ambos. ¿Una Arabia Saudí libre? Terror para ambos. La libertad del mundo árabe es el terror de Irán e Israel. ¿Y qué será de la hegemonía americana en la región si se hunde el viejo paradigma maniqueo que enfrenta a Irán (el demonio, lo distinto) con Israel (el hermano, el semejante)?
He de confesar que me ha gustado eso de "¿Una Siria libre? Terror para ambos", como si no fuera ya lo suficientemente terrorífica la represión contra los sunitas y la que se avecina, si estos ganan, contra los sectores defensores del régimen actual, alauitas y cristianos, o lo de "¿Un Egipto libre? Terror para ambos", donde el terror más bien lo experimentarán los pobres coptos, si al final se confirma la victoria que todos sospechan de los Hermanos Musulmanes.

En lo único que acierta es en lo de "¿Una Palestina libre? Terror para ambos". Es cierto, la población civil de Israel ya ha experimentado repetidamente el terrorismo palestino. Ah, y sin comentarios lo de "¿Una Arabia Saudí libre?"...

Pero ahí no queda la cosa, también tiene lo suyo el país indignado del buen rollito:
(...) Aquí lo que en el fondo se reclama es un nuevo pacto social. La democracia española que reposa sobre los Pactos de la Moncloa ha llegado a su fin, si es que no lo había hecho hace tiempo. A muchos efectos la Transición solo ha acabado de acabar ahora, con la contestación del 15-M, que supone la aparición de nuevos actores políticos, marginales de momento, pero nuevos, apartidistas aunque no apartidarios.

Hay que refundar la esfera pública española. Nuestra Constitución, la relación del Estado con la Iglesia y hasta el modelo de Estado posiblemente no nos sirven ya. Pero lo importante, lo que indica un cambio de paradigma a una escala mayor, es que la sensación es semejante en otros países sin nuestras condiciones intrínsecas. Hay una crítica a la democracia formal europea como modelo de resultados seudodemocráticos".
He de reconocer que la expresión "democracia formal europea como modelo de resultados seudodemocráticos" me ha recordado otros tiempos y otras reivindicaciones (por ejemplo, la ya muy devaluada "democracia popular", que parece ser asimilable a lo que ahora algunos entienden por "democracia real").

Pero me gustaría detenerme en otro necesario "refundamiento": "la relación del Estado con la Iglesia". Bien, "no problem" por mi parte, pero ahora bien, ¿creen ustedes que la maravillosa e ilusionante Primavera árabe también tendrá como objetivo refundar las relaciones entre el Estado y el Islam?.

Alucino, vecino...

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