Saturday, October 22, 2011

(Muy bueno) Buscando el alma de los medios de comunicación israelíes - Dror Eydar - Israel Hayom


1.- Vale la pena volver a la lectura semanal de la Torah del profeta Isaías (42:7), esa que el primer ministro Benjamin Netanyahu citó en su discurso de conmemoración de la liberación de Gilad Shalit: "Para sacar a los prisioneros de la cárcel, y a esos otros que están sentados en la oscuridad fuera de su hogar-prisión". También es importante citar el comienzo de esa cita: "Para abrir los ojos de los ciegos". Al mismo tiempo que disfrutamos de una profunda y verdadera felicidad después de la liberación de Gilad, es necesario mirar hacia ese acuerdo con los ojos bien abiertos, y esto es importante para así quitar el velo de la ilusión de los ojos de la opinión pública, un ilusión que se había alimentado en los últimos años gracias a la irresponsable campaña mediática en torno a este acuerdo. Una campaña que culminó con su deseado final.

2.- Y cuando empezaron a hablar sobre el precio del acuerdo, la presentadora, que desde hace años ha firmado cada una de sus emisiones con la estridente voz de una recitadora de lamentaciones, bajaba en ese momento su tono de voz al nivel adecuado para comunicarlos el dolor correspondiente al número de días que Gilad ha pasado en cautiverio. Esto después de haber entrevistado a otro partidario de la facción política favorable a "un acuerdo a cualquier precio". Y luego, esa expresión que se ha convertido en un lugar cómodo y común para los portavoces de Hamas. Y poco después, nuevamente, la presentadora azotando a Netanyahu por su "incapacidad a la hora de actuar", sin dar tiempo a que se expongan opiniones contrarias a las allí formuladas, aunque sólo sea para crear la apariencia de un debate público. Pero de repente, los grilletes que se impusieron en el debate público se levantaron, y, por vez primera, hemos escuchado un debate racional y equilibrado acerca de las importantes consecuencias que conllevaba el intercambio de prisioneros para la sociedad y el país. "De repente", los medios de comunicación comenzaron a realizar su trabajo. "De repente", cuando la propia noticia del acuerdo sobre el intercambio de prisioneros fue anunciada. Sólo después de que los detalles del acuerdo fueron revelados, se permitió crear la impresión de un debate público.

Por otra parte, los medios de comunicación ni siquiera tenían otra opción, ya que la lista de los presos a ser liberados había sido publicada y su contenido llenaba de angustia a las familias de las víctimas del terrorismo, llevando incluso a algunas de ellas a solicitar al Tribunal Supremo que se mostrara contrario a la liberación de terroristas. De repente, los anteriores "prisioneros de seguridad" se convirtieron en "terroristas" para los medios. La historia de Gilad Shalit es un largo Yom Kipur para la gran mayoría de los medios de comunicación israelíes. La manada de locutores, redactores, presentadores y editores, todos esos que "no reciben instrucciones de nadie", de pronto, maravilla entre las maravillas, y una y otra vez, se revelaron como una especie de oligopolio que trataba de imponer su veto a cualquier opinión que encontraran desfavorable. Estos medios de comunicación carecen de un sentido de la responsabilidad nacional, algo que se destapó una vez más con su total adopción de la campaña promovida por una de las partes ante la liberación de Shalit, una visión partidista y unilateral como lo pudimos observar la semana pasada.

Hamas lo vio y se frotó las manos con regocijo. Hamas sabe que ante el secuestro de otro israelí, Dios no lo quiera, se puede confiar en los medios de comunicación israelíes para lavar el cerebro a la población israelí con un torrente de emociones, reprimiéndose a la vez cualquier discusión pública seria, y presionando al gobierno israelí hasta que el equilibrio de la disuasión de Israel se haya derrumbado. Teniendo en cuenta este contexto, el acuerdo que mantuvieron los medios de comunicación la semana pasada a la hora de respetar la privacidad de la familia Shalit es solamente una broma pesada. ¿Acaso no es posible confiar en unos medios de comunicación que se comporten de manera "tan responsable y madura"? Y así, sin un código de ética de por medio o un acuerdo, somos testigos de esta "repentina parálisis" de estos medios dedicados diariamente a drogar la conciencia pública.

3.- El filósofo judío Walter Benjamin escribió en 1930 acerca de los esfuerzos de los fascistas por estetizar la política, y ello con el fin de cegar los ojos de las masas ante los horrores de la guerra. Benjamin no podía imaginar que esfuerzos similares se dieran entre las fuerzas políticas situadas en el lado opuesto del mapa político, utilizando la misma técnica fascista pero en la dirección opuesta: la estetización de la operación de intercambio de prisioneros por Shalit y su canalización hacia una dirección emocional, hacia una pornografía de la emoción, diseñada para cegar los ojos de la opinión pública para que ésta no examine su precio y sus implicaciones para el futuro de los ciudadanos. Sabemos de esa irresponsabilidad de los medios de comunicación, incluso desde los días de la euforia de los Acuerdos de Oslo, cuando todo el que criticaba dicho Acuerdo por ser un bello envoltorio salpicado de errores colosales, era crucificado en la cruz como el más humilde de los belicistas. Este fue también el caso con la expulsión de Gush Katif. La mayoría de los medios de comunicación israelíes jugaron y presentaron, en esos momentos críticos, una visión casi unilateral. Por cierto, Walter Benjamin dijo que el recurso a la estetización de la política es la politización del arte. Hoy podemos añadir: la politización de los medios de comunicación.

4.- "Alrededor de esa noble familia y de su hijo se montó un baile de vampiros sin precedentes. El juicio reflexivo fue reemplazado por la crisis emocional. La discusión universal fue sustituida por la entrevista personal, privada y emocional". Estoy de acuerdo con estas palabras de Ari Shavit [en el Ha'aretz], en un artículo realista y sobrio. Sin embargo, su crítica revela el error que él, y los de su círculo, acostumbran a cometer: la palabra más importante que falta en su crítica es "nacional", "el discurso nacional fue sustituido por el discurso personal". Por otro lado, el discurso universal no estaba necesariamente ausente, de hecho estaba presente con toda su fuerza con la intensificación de los derechos de uno sobre los derechos de la mayoría. Pero hablar de nacionalismo en el periódico de Shavit es como hablar de pornografía en un periódico ultra-ortodoxo.

5.- Un pensamiento sobre el tratamiento de Netanyahu como una especie de prueba de fuego para la opinión pública. La corona colocada sobre la cabeza de Netanyahu - por aquellos que hasta hace muy poco querían embadurnarlo de alquitrán y plumas en la plaza de la ciudad - es una ilusión efímera, un espejismo que se disipará una semana después de la liberación de Shalit. Entonces, los medios de comunicación volverán a confundir nuestras mentes acerca de las otras "medidas audaces" que deben llevarse a cabo y sobre nuestra "parálisis diplomática", y esa otra conocida expresión de la escuela favorable a las aventuras, "el colapso". Netanyahu sabe perfectamente que muchos de los que ahora le están alabando no han cambiado sus puntos de vista - siguen siendo adversarios políticos bajo el disfraz de periodistas partidarios de una agenda política en ruinas -, y que volverán a criticarlo inmediatamente, al día siguiente. Y también conoce la patología de su obsesión: un odio enfermizo por Netanyahu como representante de ese "otro Israel", de esa élite alternativa que está sustituyendo gradualmente a la decadente élite anterior, la cual ha degenerado.

6.- La próxima campaña de los medios de comunicación ya ha comenzado esta semana: se trata de humanizar a Hamas. Una campaña que dice: "Miren, llevamos a cabo negociaciones con ellos, y es posible confiar en sus promesas". De hecho, podemos confiar en sus promesas, como la promesa de secuestrar a más israelíes. A estas voces que preconizan la relajación y el abandono debemos replicar mostrando la carta fundacional de Hamas, una carta abierta a todos, traducida en su totalidad en Internet. La carta fue creada en 1988 por Ahmed Yassin. Este es el más importante documento ideológico de Hamas, y sus líderes destacan su apego total a ella como plataforma política actual. "La Jihad es el sendero de Hamas y morir por la causa de Alá, la creencia más sublime". Una pena que la cita sea parcial. Es imprescindible leer la Carta completa con el fin de abrir los ojos de los ciegos. Se trata de un documento nazi de principio a fin, con el ingrediente añadido del fanatismo religioso del Islam radical. Israel es retratado allí como el enemigo central de todo el Islam, y no descansarán hasta "erradicarlo como antes se erradicó a otros que le precedieron". Este es el verdadero rostro de los secuestradores de Gilad Shalit, no la cara que nos presentó el Canal 10 en la halagadora entrevista de Shlomi Eldar al miembro de Hamas Mahmoud 'A-Zahar. Por cierto, el mismo A-Zahar declaró hace varios años, en una entrevista con los medios de comunicación de Gaza, el compromiso total de Hamas con sus estatutos (la Carta fundacional), y destacó que la organización no iba a cambiar una palabra de ella. Otro versículo de la parashá de esta semana de la Torah: "Oye, sordo, y mira, ciego, que puedes ver" (Isaías 42:18).

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2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

el 3 está repetido.

11:11 AM  
Blogger José Antonio said...

Muchas gracias, la idea de Benjamin era tan certera que "inconscientemente" la quise "recalcar".

1:25 PM  

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