Sunday, June 24, 2012

Los chicos guays del Estado de Tel Aviv también saben jugar a la Revolución. Lógico, Tel Aviv es "in" e Israel es "out"




Siguiendo el ejemplo "revolucionario" de las primaveras islamistas árabes, ese que parece haber despertado de su sopor estético-moral y movilizado a la gente guay, progresista y sostenible de Occidente - muy consciente de ser la conciencia moral planetaria y universal, y presa de la mala conciencia que suele otorgar una vida generalmente acomodada, pese al reconfortante paliativo que proporciona poseer y expresar ideas progresistas -, la gente más enrollada del Estado de Tel Aviv ha querido dejar demostrado que ellos son, más que nunca, como sus colegas europeos y americanos, y que hasta en eso se diferencian del resto de sus lamentables y rancios compatriotas.

Tel Aviv "in", Israel "out" - Raanan Shaked - Ynet

Empecemos con las buenas noticias: El mundo nos ama. La prensa extranjera (que reconocemos) nos halaga hasta el punto de sonrojarnos. Se nos considera uno de los lugares más maravillosos de la tierra, los turistas siguen preguntando a sus agentes de viajes si aún hay billetes para los vuelos de agosto, y en términos de relaciones públicas la situación nunca ha sido mejor.

Y ahora, la noticia de que pondrá a todas estas buenas nuevas en perspectiva: estoy hablando de Tel Aviv , ¿Ok?, la filial más exitosa y rentable de la marca madre, esa que por contra sobrevive subterráneamente, es decir, el Estado de Israel.

Y así, mientras que Israel es en este momento una especie de mala expresión árabe para la mayor parte del mundo, con nuestro primer ministro en orbita en torno a los medios de comunicación globales, como un viejo satélite que busca un lugar donde dormir, Tel Aviv genera una cobertura entusiasta por parte de los medias mundiales sin el menor esfuerzo.

Basta con mirar sus logros en los últimos dos meses: el programa de la CBS "60 Minutes" emitió un nuevo reportaje sobre el leiv-motiv de la "burbuja de Tel Aviv" ("los habitantes de Tel Aviv han aprendido a no preocuparse por el mañana... una ciudad dinámica que se está convirtiendo en conocida en todo el mundo por su floreciente industria de alta tecnología y su gran vida nocturna") Mientras tanto, la revista Newsweek publicaba un artículo entusiasta sobre la ciudad del escritor Etgar Keret ("Incluso si Tel Aviv era una burbuja, pensó, entonces esperaba que siguiera creciendo y engullera a este maldito país en ella, junto con todo el Oriente Medio Oriente").

La revista de tecnología TechCrunch decidió que Tel Aviv era una de las cinco ciudades de emprendedores más importantes del mundo, inmediatamente después de Silicon Valley, Nueva York, Londres y Toronto. The Wall Street Journal afirmaba que "Tel Aviv era el principal centro tecnológico de Europa, eclipsando a rivales como Berlín y Londres", y la revista Travel and Leisure afirmaba que el Museo de Tel Aviv era el mejor museo del 2011.

Para terminar con esta producción de excitación externa por Tel Aviv tenemos el Desfile del Orgullo Gay de Tel Aviv y que Tel Aviv haya sido votada como la mejor ciudad gay del mundo de 2011 por GayCities, Así pues se darán cuenta que en estos momentos Tel Aviv es mucho más que la hoja de parra de todo un país, sino que se percibe - y por primera vez, no sólo por sí misma - como una especie de estado independiente que goza de su propio medio ambiente social y su propio gobierno. En definitiva, Tel Aviv es todo lo que Israel se niega a ser.

Los medias de comunicación mundiales se han enamorado de Tel Aviv, mientras dan la espalda por completo al país de acogida. La valla de separación entre ambos, Tel Aviv e Israel, no es física, pero sí es más alta que nunca. Esto parece reafirmar la creencia de Benny Begin de que Tel Aviv no es una ciudad judía, de hecho, cuando el Israel oficial y el electoral más parece reafirmarse en la reivindicación de su judeidad, Tel Aviv, al menos así lo parece, da un paso atrás.

Es común referirse a la ciudad, especialmente por parte de los comentaristas de la derecha, como "el Estado de Tel Aviv", pero a pesar de que una declaración de independencia pueda resultar una idea tentadora, seamos realistas: Tel Aviv, quedará para siempre atrapada por su madrastra, Israel.

Sin embargo, el tiempo puede haber llegado para que el alcalde de Tel Aviv Ron Huldai - a pesar de las reservas sobre algunas de sus acciones - para avanzar finalmente a nivel nacional sobre el tablero político. Después de todo, este hombre es nuestra primera oportunidad práctica de ejercitar las Public Relations desde Bar Refaeli [N.P.: famosa top-model que para librarse del servicio militar organizó un falso matrimonio - y posterior e inmediato divorcio - que le eximiera de cumplirlo. Un bello ejemplo de Relaciones Públicas y de moralidad solidaria al estilo más occidental].

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