Tuesday, July 17, 2012

El talento de la BBC a la hora de tergiversar a los judíos mizrahim - Lyn Julius - Times of Israel


La orquesta judía de los al-Kuwaiti Brother

Un reportaje de la BBC de su página web sobre una joven árabe israelí que ganó un popular concurso televisivo musical sobre jóvenes talentos celebrado en abril estuvo a punto de provocar que me ahogara tomando mis cereales. Si hay un medio de comunicación que puede llegar a politizar una historia inocua y trate de inocular una serie de tropos engañosos acerca de los árabes y los judíos Mizrahi no busquen más, para eso está la BBC.

Nissren Kader ganó el concurso "Eyal Golan te llama", un programa que buscaba encontrar a la mejor cantante de canciones mizrahim - la música tradicional de los judíos del Oriente. Kader, hasta entonces una humilde cantante de bodas de Haifa, ganó y se convirtió en una estrella. "Solía actuar frente a un público reducido, pero ahora este verano voy a actuar frente a miles de personas", dijo a Farhana Dawud de la BBC. "En cada casa de Israel ahora hay alguien que conoce mi nombre. Incluso en la calle la gente se pone a hablar conmigo y sabe quién soy".

Pero sólo la BBC puede retorcer estos hechos, una historia positiva acerca de cómo a los árabes israelíes se les está dando la oportunidad de contribuir a la sociedad israelí, para convertirlos en una visión negativa de Israel.

La victoria Kader es una buena noticia (más de tres meses después de su victoria) solamente porque, según el guión que utiliza la BBC, judíos y árabes se supone que viven en un ambiente de "desconfianza mutua y hostilidad". De hecho, ambas comunidades viven en un ambiente de normalidad su vida cotidiana, especialmente en las ciudades mixtas como Haifa.

"Nissen. Kader no es judía, pero durante su actuación ganadora en el concurso televisivo programa incluyó una oración en hebreo - una canción escrita para conmemorar los soldados israelíes muertos por militantes palestinos", escribe Dawud. Casi se puede oír el run-run de desaprobación de la BBC. Como si los árabes israelíes no pueden haber sido víctimas de "militantes palestinos".

Pero para dotar de un más profundo nivel al reportaje, la periodista de la BBC requirió las opiniones de una "experta", una especie de oráculo sobre asuntos mizrahim: Rachel Shabi, una activista de la extrema izquierda antisionista, que se ha construido una impresionante carrera hablando mal de Israel aprovechando su origen judío iraquí y su libro "No son el enemigo (por los árabes)". “Los judíos mizrahim", argumenta Shabi, "son unas víctimas culturales del asentamiento europeo en Israel, a pesar de que la mayoría de la población (actualmente) es originalmente del Oriente Medio".

Esta acusación es una mentira descarada: En Israel, hoy en día, la música mizrahi está de moda, con los nietos de los mizrahim redescubriendo sus raíces -, compitiendo con la herencia cultural, gastronómica y musical judía europea.

La discriminación fue un verdadero problema en la década de 1950, pero la tesis de Shabi de cara a la actualidad parece cada vez más estrafalaria. Las barreras entre los grupos étnicos están desapareciendo rápidamente, y los matrimonios mixtos entre asquenazíes y sefardíes ya representan más del 25% del total. El promedio es que ningún israelí se acuerda si es ashkenazí o mizrahi. Hoy en día la carta étnica suele ser utilizada por personas que no han podido tener éxito en la sociedad israelí.

La agenda política de Shabi es evidente: tergiversar tanto a los judíos mizrahi y a los árabes palestinos como víctimas del sionismo, representando a la gran mayoría de la opinión mizrahi como una bola de nieve en el infierno. "Si nos fijamos en Israel, la forma en que se presenta es europea, a pesar de que los orígenes de la mayoría de la población está en el Oriente Medio, si se combinan los árabes israelíes y a los judíos originarios de territorio árabe o musulmán", afirma.

Sin embargo, unir a esas dos poblaciones es mezclar manzanas y peras: incluso "arabizados", los judíos mizrahim no son árabes. Ellos no sufren de un problema de identidad, como el artículo quiere sugerirnos sarcásticamente, sino que simplemente se niegan a adoptar una identidad sugerida y definida para ellos como árabes y antisionistas. Incluso la periodista de la BBC, a regañadientes, reconoce que "a pesar de que existen varias áreas de territorio común, no hay verdadera cercanía".

Leyendo este reportaje, usted nunca se imaginaría como una enorme cantidad de Mizrahim estarían dispuestos a tragar las ruedas de molino de la opresión cultural que representa para ellos, eso nos dicen, Israel. Pero la verdad es que esos obstáculos, que existieron hace unas décadas, son una especie de paseo por el parque si los comparamos con las persecuciones y pogromos que tuvieron que sufrir en los países árabes donde nacieron. Allí, donde la discriminación está consagrada por la ley. Pero usted nunca sabrá y conocerá de tales verdades inconvenientes de manos de la BBC o de los labios de Raquel Shabi, cuyos objetivos son encubrir el antisemitismo árabe con el fin de atacar al Israel de la élite "ashkenazi" transfigurada en colonos europeos. Sostener que los Mizrahim que simplemente "se trasladaron" a Israel, ignorando las violencias y el expolio que sufrieron, desde países como Marruecos, Túnez, Irak, Yemen e Irán en los años posteriores a su creación, es tratarlos de visitantes alienígenas del planeta Zog.

Afirmar que los "mizrahim" son un grupo que todavía está en desventaja económica y subpresentado en las instituciones del poder de Israel es una generalización engañosa [N.P.: en un muy buen artículo de Alexander Yakobson, contestando además este tipo de alegaciones de parte de los post y antisionistas, demostraba que la sub-representación mizrahim más evidente y significativa se daba en esos mismos medios post y antisionistas, acaparados por los herederos de la élite asquenazí más bienpensante].

Los mizrahim se han elevado hasta las más altas esferas de la política y del ejército, son empresarios de éxito, los médicos y directores de bancos, y se pueden encontrar entre todos los cargos ministeriales, excepto el del primer ministro.

Otro de los tropos más insidiosos de la BBC es inferir que los mizrahim en Israel han "robado" su cultura a los árabes. Ala Hlehel, un conocido escritor y comentarista cultural árabe, afirma que "la música mizrahim es muy popular en Israel, pero insiste en que sus raíces son árabes", insiste la periodista.

Esta acusación recuerda otras guerras culturales, como la del humus, que los árabes afirman que les fue robado por los israelíes. Pero los judíos del Oriente Medio han comido hummus al menos tanto tiempo como los árabes, y probablemente durante más tiiempo. Una vez más, estamos siendo testigos de la negación árabe de una identidad diferenciada y/o separada de los mizrahim: lo que ha dado lugar a que hayan sido vistos como árabes en el Oriente Medio y África del Norte.

El artículo cita a Hlelel: "Se siente que su música es una imitación de la música árabe ya que utiliza unos instrumentos y unas técnicas vocales similares", una mentira más que haría revolverse en sus tumbas a los grandes músicos judíos, como los hermanos al-Kuwaity de Irak. De hecho, los judíos - una población nativa - han hecho una contribución enorme y muy original a la configuración de la cultura musical de la región, sobre todo porque en varias ocasiones a los musulmanes se les prohibió tocar los instrumentos musicales.

Hlelel concluye con esta burla desagradable hacia los mizrahim, mientras evoca la imagen antisemita del judío ávido de dinero: "Ellos no quieren ninguna relación con nosotros, ya que si estas conectado con los árabes, en este país, te hace de menos. Y sin embargo, hacen un montón cd dinero de esta música, que es árabe y es la música más popular en Israel".

Así que los mizrahim (perdón, estos “judíos árabes” vergonzantes), por un lado son objeto de discriminación, y por otro lado se forran con la música más popular de Israel.

Decídete, BBC.

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