Sunday, July 29, 2012

Neolengua de izquierdas y lecciones cívicas - Dror Eydar - Israel Hayom



La decisión ha sido tomada. El supervisor de estudios cívicos del Ministerio de Educación,, Adar Cohen, se va a casa. Cohen había sido nombrado por la entonces ministra de Educación, Yuli Tamir (P.Laborista, 2006-2009), y está afiliado al izquierdista Israel Democracy Institute. Una larga lista de fracasos profesionales por su parte, junto con las quejas de los expertos, han llevado a la Comisión de Administración Pública (el organismo del gobierno que administra los recursos) a investigar su caso.

La comisión concluyó que "a la luz de los hechos ... tenemos que volver a examinar la idoneidad profesional de este empleado en su puesto actual, y adoptar medidas de conformidad con las herramientas disponibles para los ejecutivos del ministerio".

Tras la aprobación por este supervisor de un libro de texto de educación cívica muy polémico (que ha sido acusado de contener errores factuales y presentar determinadas opiniones políticas) , la Comisión cita "importantes problemas profesionales que surgieron durante el proceso de publicación de este libro". En resumen, el comité disciplinario recomienda despedir a Cohen por una serie de "graves fracasos profesionales"-

En su calidad de supervisor, Cohen aprobó un tendencioso libro de texto ("Emprender el Camino de la Educación Cívica"), repleto de errores históricos y teóricos, y esto era lo que nuestros hijos debían aprender. El jefe del comité del Ministerio de Educación para estudios de educación cívica, el profesor Asher Cohen, presentó al Comité de Educación de la Knesset una lista de errores de facto que fueron trasladados a la atención de los autores del libro. Aunque el comité recibió una carta informándole de que los errores se habían corregido, los errores siguieron apareciendo en el libro.

Aparte de los errores de facto, el libro presenta al estado de Israel como estado judío y democrático como una contradicción en los términos, y cita a la Ley del Retorno como un ejemplo de esta contradicción. El libro enseña que los ciudadanos árabes de Israel apoyan la solución de dos estados, pero no hace absolutamente ninguna referencia a los documentos de la "visión del futuro" de esos mismos árabes israelíes que piden la revocación de la condición judía de Israel. para así convertir a Israel en un estado de todos sus ciudadanos. o en otras palabras, un estado bi-nacional.

La suposición básica que se repite a lo largo de este libro es que el judaísmo es, en su origen, una religión, por lo que el pueblo judío no constituiría una nacionalidad. Este es un conocido punto de vista izquierdista radical, promocionado, por ejemplo, por Shlomo Sand en su libro, "La invención del pueblo judío", y que por cierto es idéntica a la posición del grupo Alianza Palestina con respecto a los judíos.

Por otra parte, Adar publicó decenas de notas erróneas para los profesores de educación cívica sobre la aprobación y publicación del mencionado libro, y trató de encubrir sus propios errores. También luchó contra la utilización del único libro de texto que realmente ha sido aprobado por el Ministerio de Educación ("Régimen y política en Israel", del profesor Abraham Diskin).

Ahora los defensores de Adar Cohen están saliendo en su defensa. ¿Y por qué no habrían de hacerlo, cuando es tan diligente a la hora de adoctrinar a los alumnos con los puntos de vista de los izquierdistas, aun a costa de incurrir en errores sobre los hechos?

La anterior jefe de la Comisión del Ministerio de Educación sobre los estudios de educación cívica, la profesora Yedidia Stern, publicó un artículo de entretenimiento hace dos días en el que recicla la vieja neolengua de la izquierda: el nombramiento de Adar Cohen fue un nombramiento absolutamente profesional, y el propio Stern fue echado ilegítimamente de la mencionada Comisión (en realidad, la propia Stern fue nombrada de manera oportunista por la ministra Tamir justo antes de que ella fuera reemplazada, y Stern continuó sirviendo en su puesto tras la llegada de la ministra posterior, e incluso después de que su propio mandato hubiera expirado).

Según Stern, esta controversia sobre el libro fue un intento de "despojar a los estudios de educación cívica de su significado", y de todos modos, no puede haber redención para el tema de la educación cívica a menos que los miembros del Israel Democracy Institute y los diversos expertos legales de la izquierda nos dictan lo que debemos pensar. Y si no es así, acaso no la adivinan, es que "la democracia, ¡oh, sí, la democracia israelí, se está desmoronando!".

Si lo que dice es cierto, ¿cómo es entonces el ex Director General del Ministerio de Educación, Shimshon Shoshani, que no es exactamente un derechista, se negó a otorgar la tenencia a Adar Cohen? ¿Sabía entonces lo que la Comisión de Administración Pública está viendo ahora?

Sabemos muy bien la retórica engañosa que nos impone el Ministerio de la Verdad que componen los medios de comunicación y la izquierda israelí: el nombramiento político de un izquierdista, incluso si se hace de una manera oportunista y solapada, es un nombramiento profesional, pero cuando se contrata a un profesional con puntos de vista conservadores despectivamente se denomina su nombramiento como "político" y de paso se cita que "pone en peligro la democracia". Además, el despido de un empleado con puntos de vista izquierdistas se denomina una "expulsión", pero cuando un derechista es echado a la calle, él o ella "no estaba cualificado", o bien, simplemente, había finalizado su mandato.

En cualquier caso, los que ahora se quejan no expresaron ninguna cuando una ex supervisora, Esti Brand, fue expulsada vilmente de su cargo, a pesar de los innumerables elogios que había recibido por su profesionalismo y integridad. Esti Brand fue expulsada por la ya mencionada ministra Tamir por el simple hecho de haber cometido el error de vivir en Kedumim (en Samaria).

De hecho, Adar Cohen entró en el ministerio para socavar la autoridad de Esti Brand mientras aún estaba en la oficina. Por cierto, los protocolos de abril de este año del Comité de Educación de la Knesset indican que el defensor más elocuente de Adar Cohen y de su libro repleto de errores fue diputado árabe israelí Mohammad Barakeh. Ah, y también Yedidia Stern.

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