Friday, November 09, 2012

Abbas "renuncia" (a su especial manera) al "derecho de retorno" para complacer a los votantes israelíes (de ciertos partidos) - Anshel Pfeffer - TheJC


Partidarios de Hamas queman un cartel de Mahmoud Abbas

El presidente palestino, Mahmoud Abbas ha buscado la ocasión de convertir el proceso de paz en un problema en las próximas elecciones en Israel.

En una entrevista con el Canal Dos de la semana pasada, pareció efectivamente que abandonaba el "derecho de retorno" de los refugiados palestinos a todas las partes de lo que solía denominarse Palestina y que es hoy en día Israel.

"La Ribera Occidental, la Franja de Gaza y Jerusalén Este son Palestina, todo el resto es Israel, ahora y para siempre", le dijo a la opinión pública israelí. Añadió que le gustaría volver a la ciudad de Safed para visitar la casa en la que nació, pero que estaba dispuesto a hacerlo como un turista. Agregó además que no permitiría que una tercera Intifada estuviera a punto de estallar.

La airada reacción de los palestinos de Gaza, gobernados por Hamas, que quemaron efigies de Abbas, fue automática, al igual que las retracciones y marchas atrás del propio Abbas. Él afirmó algo más tarde que la entrevista había sido "retocada y sesgada" y que había estado expresando sus puntos de vista personales, puesto que "no se podía renunciar al derecho al retorno".

Cualesquiera que sean sus verdaderas creencias, Mr. Abbas sabía exactamente lo que estaba haciendo cuando prometió a los israelíes que las aspiraciones nacionales palestinas no les amenazarían de ninguna manera. Él no espera nada del proceso diplomático que debe renovarse 80 días antes de las elecciones de Israel, pero le gustaría que ese proceso fuera un problema en la campaña electoral. Su primer objetivo es no dejar que los palestinos desaparezcan de la agenda como lo han hecho en los discursos de los dos candidatos a las elecciones presidenciales estadounidenses, pero también tiene la esperanza de poder influir en al menos algunos de los votantes israelíes para que se desplacen hacia los partidos que están dispuestos a realizar más concesiones a los palestinos en las futuras negociaciones.

Las reacciones de los políticos israelíes han venido definidas por su nivel de interés en el hecho de que los palestinos se conviertan en un problema, es decir, en una de las cuestiones preponderantes, durante las elecciones. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien basa su campaña principalmente en sus logros económicos y en su enérgica campaña contra la amenaza nuclear iraní, se mostró, como era previsible, desdeñoso.

"Vi la entrevista con el presidente Abbas y desde entonces he oído que se había retractado. Todo esto sólo demuestra la importancia de unas negociaciones directas sin condiciones previas", dijo Netanyahu. "Abu Mazen se ha negado durante cuatro años a renovar las negociaciones con Israel. Si realmente hablaba en serio, se podría sentar a dialogar de inmediato".

La líder del partido Laborista, Shelly Yachimovich, también reaccionó con frialdad a la entrevista de Abbas diciendo que un retorno de Israel a las fronteras de 1967 "estaba fuera de la cuestión". Su falta de interés en la cuestión palestina se debe a su deseo de concentrarse en los problemas sociales durante la campaña.

El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, quien está tratando de captar algunos votos del centro-izquierda para su partido Atzmaut, elogió a Abbas como "valiente" y criticó que el gobierno todavía se mantenga inmóvil, diciendo que "debería haber hecho mucho más para avanzar en el proceso de paz".

La entrevista no ha logrado agilizar el proceso de paz de ninguna manera, pero ha logrado lo que Mr. Abbas estaba buscando: crear un gran revuelo político en Israel.

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