Friday, June 21, 2013

9 comentarios agridulces sobre el 90º aniversario de Shimon Peres - Shmuel Rosner

It's my party - Dave Stewart & Barbara Gaskin - 1981

Estaba pensando en escribir noventa comentarios sobre la celebración del 90 cumpleaños de Shimon Peres pero me cansé al llegar a nueve. También debo decir que estoy moderando un panel en la conferencia del jueves. Esto quiere decir que estoy caminando por la cuerda floja, tratando de tener a la vez buenos modales (porque estoy participando en la conferencia), pero seguir siendo honesto (porque se lo debo a mis lectores) al mismo tiempo. Estoy seguro que algunos de ustedes me harán saber si lo he conseguido o no.

1.- Como escribí el otro día, me niego a ser baladí sobre este gran espectáculo del cumpleaños. Pero después de la apertura por la noche y la primera mañana de la conferencia, resulta cada vez más difícil resistir la presión para unirse al coro israelí de conmoción y condena. El informe que decía que "las redes sociales de Israel estaban llenas de críticas sobre la naturaleza y el alcance de lo que se ha denominado un "culto incesante a la personalidad” de Shimon Peres era un eufemismo. Me han bombardeado con un montón de críticas, pero voy a tratar de explicar por qué me niego a ceder

2.- ¿En qué estaba pensando Peres? ¿No se da cuenta de que va a ser muy criticado por esta gran celebración? Dos respuestas:
(a) Una de las grandes fortalezas de Peres se encuentra en su capacidad de hacer oídos sordos a la opinión pública. Esto es, por supuesto, algo que un líder debe hacer de vez en cuando. 
(b) Otra virtud de Peres es su capacidad de seguir siendo siempre optimista - así que tal vez volvió a ser lo suficientemente optimista como para creer que en esta ocasión volvería a obtener la aprobación del público.
3.- Por otro lado, ¿Por qué se quejan por todo? ¿Acaso no saben que a Peres le gusta la adulación, el brillo y la fama, el sabor global, las frases ampulosas y los honores? ¿Acaso no saben cómo es  él? ¿Es que acaso esa tan humana falta de carácter no forma parte de la gente que nos gusta? Sea cual sea la respuesta, ahora cuando celebra su 90 cumpleaños es probablemente demasiado tarde para reclamarle que cambie. Este no es el momento para tratar de educarlo. Dejen que Peres sea Peres, se lo ganó.

4.- Seamos serios por un minuto, esta celebración nos hace pensar en la enorme brecha entre la forma israelí de pensar sobre uno mismo y la forma en la que realmente somos. Peres, como muchos de nosotros, puede fácilmente volver a recordar el pasado y la vida simple en el Kibbutz, sobre la dignidad de la vida económica, sobre la de la cultura israelí.

Sin embargo, cuando miramos a nuestros líderes - y Peres no es el peor en este sentido - , se nos recuerda constantemente que ya ha pasado bastante tiempo desde esa época en que Israel se conformaba con menos, es decir, los días en que Israel era modesto y sin pretensiones. De vez en cuando, algunos de ellos todavía tratan de proyectar una imagen así, y de vez en cuando nos volvemos a enamorar de ella, pero tal vez es hora de dejar de lado ese Israel que ya no existe.

El Israel de color caqui se ha ido. Excepto para los bolsillos, somos - por desgracia, pero es comprensible – una cultura en la que hay que demostrar lo que se es, y eso no es algo de lo que avergonzarse.

5.- Peres, Clinton, Blair, todos ellos pasaron una parte importante de su tiempo intentando ser convincentes con los israelíes al respecto de que la "solución de dos estados" es la única opción disponible para ellos. Si bien en todos los casos mantuvieron un empeño razonable en el proceso de paz - y es correcto señalar que, hasta ahora, una solución mejor y más viable nunca ha sido presentada -, estos discursos me sonaban menos a un homenaje dedicado a un nonagenario en su cumpleaños y más como una charla sobre los años noventa.

6.- El hecho de que Barbara Streisand le cantara en esta ocasión el Avinu Malkeinu a Peres, resultó un tanto extraño, y sin embargo trajo lágrimas a mis ojos - su versión nunca deja de hacerlo -. La combinación de la ultra-israelí Shlomo Artzi y la Streisand ultra-diasporista en una noche muy larga (demasiado tiempo, pero esta es una lección no aprendida) fue refrescante y saludable para ambas vibrantes culturas judías.

7.- Cuando estas grandes conferencias se llevan a cabo, siempre hay una tendencia en los medios de comunicación a buscar "titulares" y en el caso de que no haya "titulares", se apañan las cosas para hacer "titulares" - por lo general tomando las banales declaraciones de los políticos -. Así que el ex jefe del Mossad Meir Dagan advirtió una vez más que Israel "no puede sentarse y esperar", el ministro Lapid, una vez más, prometió "poner a los haredim a trabajar" y Clinton..., Clinton obtuvo una ovación con la gente en pie solamente por ser Clinton. En el momento de escribir, lo único importante de esta conferencia parece ser su existencia.

8.- Como recorría despistado mi camino a lo largo de los pasillos, por lo menos tres asistentes me preguntaron: ¿Qué pasa el año que viene? El próximo año Peres tendrá noventa y un años, y alrededor de junio se acercará al final de su mandato. Así que la pregunta son realmente tres: ¿Habrá una conferencia el próximo año (¿la última de Peres)? ¿Habrá otra conferencia presidencial después de Peres (¿el próximo presidente será una figura lo suficientemente grande como para montar una reunión de este tipo)? Y, por supuesto, ¿Qué será lo siguiente en la carrera sin fin de este hombre infatigable? Lo siento, pero no puedo contestar a ninguna de estas preguntas.

9.- Cuando el último león celebra los noventa, ¿cuan viejos parecernos nosotros?

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