Saturday, October 26, 2013

La penúltima (y voluntaria) cagada del Haaretz: La "mente culpable" del Haaretz - Brian of London - Times of Israel


Rihanna escribe en Facebook ese nombre impronunciable para la periodista del Haaretz, Israel.





El periódico israelí Haaretz publicó una historia falsa en su versión impresa en inglés sobre un concierto de la superestrella internacional Rihanna celebrado en Tel Aviv esta semana. Horas más tarde, y después de publicarla en la primera plana del diario impreso en inglés, tuvieron que retirar su afirmación.

El artículo informaba que la cantante utilizó la palabra "Palestina" en una canción. Algunos de los principales blogs de noticias del mundo que recogieron y difundieron su afirmación, como el Huffington Post, ahora han modificado su información para reflejar la retractación del Haaretz. La historia se extendió por todo el mundo árabe y la mayoría de estos medios no han retirado esa falsa afirmación.

La cobertura del concierto de Rihanna en Tel Aviv realizada por la periodista del Haaretz Amy Klein contiene afirmaciones que no recogieron ningún otro medio presente en el concierto:
Rihanna, deliberadamente, cambió una de las letras de su canción "Pour it up" para reemplazar la estrofa "Todo lo que veo es el símbolo del dólar" por "Todo lo que veo es Palestina"
Por otro lado, la periodista del Haaretz, tras mencionar que en repetidas ocasiones la cantante se dirigió a la multitud citando a Tel Aviv, no hizo lo mismo con Israel. Es decir, Rihanna estaba realizando algún tipo de "declaración política".

La primera afirmación ha sido completamente retirada del artículo con una disculpa explícita. La segunda afirmación sigue en pie en el mencionado artículo.

Hasta ahora les he presentado solamente los hechos (...). Pero he de reseñar que es la segunda afirmación la que constituye la pistola humeante. Es la verdaderamente importante, ya que respecto a la primera es posible oír mal una rima: eso sucede constantemente.

Vamos ahora a pensar en lo que sucede cuando estas dos afirmaciones aparecen conjuntamente para salir en la prensa y observaremos un épico fracaso periodístico junto con la devoción del Haaretz por insertar a Palestina en cualquier posible historia.

Amy Klein, una profesional independiente, hace dos extrañas afirmaciones. La frase de marras, la que provocó la disculpa o la retractación con un "he oído mal", sólo fue escuchada por dicha periodista o quizás por gente próxima a ella, pero sin proporcionar ninguna fuente específica. Se trata de la sustitución de una letra bien conocida, así que quizás, periodísticamente hablando, debería haber sido de rigor confirmarla con algunos de los otros 55.000 testigos del concierto.

Entonces tal vez, y antes de su publicación impresa, hubiera sido preciso una llamada a la gente de Rihanna para preguntar si lo hizo deliberadamente (y quizás incluir en el artículo la frase "gente próxima a Rihanna no pudo hacer comentarios", o algo así). ¿O qué tal una búsqueda en las redes sociales para ver si alguien más había oído lo mismo? Nadie lo hizo.

Del resto de los medios presentes, como el Times of Israel, nadie informó de ese cambio en la canción. ¿Se siguieron entonces las reglas periodísticas de comprobación de los hechos por parte de la periodista y de los editores del diario? Al parecer no. La primera vez que intentaron comprobar la veracidad de "su noticia" fue cuando los blogs de Michael Dickson y el mío, Israellycool, la desmintieron y lo ratificaron enlazando con un vídeo del concierto que lo negaba.

Y también es necesario tener en cuenta este hecho: esa afirmación incendiaria de muy dudosa procedencia fue directamente a la primera página del diario en inglés, en los titulares [N.P.: no se publicó en su edición en hebreo, demostrando así cual es el mercado de deslegitimación de Israel al que se dirige el Haaretz].

¿Es necesario pues recalcar la influencia internacional de la edición en inglés del Haaretz? Observen que Huffington Post y todo el mundo árabe no repiten las historias del JPost, Times of Israel o de cualquier otra fuente israelí, ellos van directamente al Haaretz [N.P.: ellos saben lo que buscan y el Haaretz se lo ofrece].

Ya hemos reseñado que éste es un ejemplo de periodismo increíblemente descuidado que conduce a errores de dimensión internacional con unas repercusiones que no terminan con una retractación en línea. Lo que nos lleva a la segunda afirmación de la periodista del Haaretz. Si estuviéramos ante una sola mentira podríamos creer que se trataba de un simple error, como defiende a la desesperada una blogger del Haaretz. Pero aún es más flagrante e intencionada la afirmación de que repitió varias veces "Tel Aviv" durante el concierto y no mencionó intencionadamente a Israel:
La cantante hizo mención de Tel Aviv varias veces durante el espectáculo, gritando a la multitud: "Vosotros sabes que yo amo a mis amigos de todo el mundo, pero ha pasado demasiado tiempo desde que estuve aquí, en Tel Aviv", sin mencionar ni siquiera a Israel.
Rihanna, obviamente, tampoco mencionó a Turquía en su concierto en Estambul. He estado en unos cuantos conciertos y me estoy devanando los sesos recordando cuando un artista saludó a todo un país. Los artistas casi siempre suelen hablar de la ciudad en la que actúan. O incluso de un lugar específico. "Hola Hammersmith" o "Hola Wembley" (...).

También me gustaría decir que el hecho de que no mencionara explícitamente a Israel (sí lo hizo en su Facebook), y que se limitara a Tel Aviv, está bastante lejos de ser una noticia o una demostración de una opinión. ¿Por qué una periodista con 15 años de experiencia desconoce que los artistas, en sus conciertos, no suelen mencionar el nombre del país? ¿Por qué nadie entre los editores del diario que aprobaron la edición del artículo en inglés no dijo nada ante la presunción que entrañaba?

Si este fuera el primer intento de los periodistas y editores del Haaretz de meter con calzador, en cualquier historia, a Palestina, y de alguna forma politizar un evento totalmente apolítico, se podría decir que al reflejar estos hechos nos ubicaríamos, como señala la bloguera del Haaretz, "en los rincones desquiciados de Internet":
Los periodistas se equivocan. Los editores pueden conseguir atrapar los errores de lo periodistas, y pueden introducir nuevos errores propios.
Sin embargo no es así. Podemos recordar perfectamente cuando el Haaretz publicó historias falsas de apropiación de tierras, se retractó de la historia de una prohibición de árabes en un hospital, o trasladó la capital de Israel de Jerusalén a Tel Aviv. O cualquiera de los otras 570 falsedades del Haaretz que recopila Camera. Cómo no recordar las dañinas y maliciosas  malas traducciones del hebreo y sus mentiras sobre el control de la natalidad de los inmigrantes forzados.

Así pues, con respecto al Haaretz, tenemos dos posibles conclusiones:

- El Haaretz es una de las empresas periodísticas actuales más ineptas en cuanto a credibilidad.
- El Haaretz tiene una agenda política muy clara y esa agenda debe insertarse en tantas historias como sea posible.

Estas conclusiones no arrojan demasiada buena luz acerca del Haaretz, y diría que ambas le están pasando factura sobre su reputación y circulación. Por desgracia, parece que la gran cantidad de errores cometidos en su búsqueda de la ineptitud periodística procede más bien de su alineación con una agenda política muy sesgada y conocida.

Y por eso, afirmo que existe dentro de este artículo, por otro lado bastante estúpido y de un concierto bastante pobre, un estado de "mens rea" (mente culpable). Esto lleva a que muchos en el Haaretz tomen lo que pudo haber sido un error y lo utilicen para impulsar sus marginadas y desacreditadas opiniones sobre "Palestina". Y es que el Haaretz tiene un pensamiento de grupo colectivo que es culpable de difamar a Israel en repetidas ocasiones.

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