Sunday, October 20, 2013

¿Por qué la extrema derecha (FN) recoge los votos de la izquierda? Esa izquierda que se preocupa más por los inmigrantes ilegales que por las clases populares - Atlantico




El 44% de los franceses consideran que el FN (la  extrema derecha) es el partido más indicado para reformar a fondo el país

 El affaire Leonarda, del cual he discutido en Francia 24, domina los titulares. Parte de la izquierda ataca violentamente a Manuel Valls acusándole de hacer la cama al FN (la extrema derecha) o de no ser humano. Los estudiantes de secundaria fueron a la huelga para exigir el regreso de sus dos compañeros deportados.

Por supuesto, conocer que una niña de 15 años ha sido detenida en un autobús escolar que se dirigía a un viaje de su escuela, ante sus propios compañeros, para ser expulsada del país, ​​es obvio que toca la cuerda sensible de cualquier persona. Sin embargo, es preciso aprender a mantener la cabeza fría. Después de todo, podemos suponer que la historia de casi todos los inmigrantes ilegales puede provocar compasión, con esos peligrosos viajes a manos de contrabandistas codiciosos y sin escrúpulos, y con un destino forzosamente difícil en un nuevo país cuyo idioma, generalmente, desconocen. Pero es necesario que las actitudes no sean dictadas por la emoción.

Es necesario recordar aquí que la familia de Leonarda (dos adultos y seis niños) llegó a Francia en 2009. Habían intentado en varias ocasiones obtener el estatuto de refugiado con el fin de permanecer en el país. Pero por seis veces la administración y la justicia habían rechazado darles el estatuto de refugiados o el permiso de residencia . Parece que esta familia no cumplía con los diversos criterios que podrían permitirla quedarse en Francia, algunos evocando la falta de integración del padre. Por lo tanto, era natural que fuera expulsada. Lo mismo ocurrió con el joven armenio de 19 años que, además, era un delincuente (lo que Le Monde, extrañamente, siempre olvida mencionar), y por los cuales los estudiantes han defendido su causa durante las manifestaciones de ayer en París .

Todo eso se reúne en los análisis de Jean-Claude Michéa, quien observa que el héroe moderno de cierta izquierda es el inmigrante ilegal, el cual ha reemplazado al obrero industrial. Aunque no se puede negar el sufrimiento de Leonarda, también podríamos pensar en la suerte y en la situación de esos trabajadores cuyas fábricas se han deslocalizado a causa del libre comercio, o en la de esos agricultores que se suicidan y que no llegan a generar la atención de esos dos grupos. ¿Por qué debemos prestar tanta atención a los inmigrantes clandestinos, viniendo y viviendo ilegalmente en Francia, mientras que nos olvidamos demasiado a menudo del sufrimiento de esos franceses?

La actitud de esa izquierda confina con el suicidio político. Por supuesto, las élites políticas y sociales y las clases altas de los centros urbanos, que a veces emplean a extranjeros para cuidar de sus hijos y familiares, se emocionan especialmente ante el destino de esos inmigrantes ilegales de los que son tan cercanos por su relación familiar. Pero al hacerlo, se olvidan completamente que el 80% de la población francesa no comparte sus intereses y necesidades. En efecto, el discurso biempensante que pretende abrir los brazos a toda la miseria del mundo resulta insostenible para las clases media y baja que sufren directamente la crisis, la pérdida de empleo, los recortes salariales y el aumento de impuestos.

Esta secuencia es un desastre para esa izquierda, excepto para Manuel Valls, cuyo discurso oscila entre la violenta denuncia del Ministro del Interior y un soporte a la vez crítico y ausente. Así que incluso ahora, tras la expulsión, siempre subsistirá la duda de que la mayoría del PS (Partido Socialista) hubiera preferido hacer una excepción con respecto al derecho vigente para dar cabida a esa familia italo-kosovar. Y ¿qué decir de ese joven socialista presente en el debate France 24 que marcaba distancias entre el apoyo al gobierno y la participación en manifestaciones que pedían papeles para los ilegales? Cualquiera que sea la elección, el PS ha perdido.

Por supuesto, el proceso de deportación debe seguir siendo humano. Por supuesto, la justicia debe ser más rápida para no permitir que los inmigrantes ilegales residan en el país cuatro años antes de su expulsión. Pero aún así, las expulsiones parecen justificadas. Y hay que respetar la ley, ya que es en última instancia el derecho es el que protege a los más débiles de nuestros compatriotas.

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