Sunday, December 22, 2013

El caso francés: La deriva a la que nos conduce la izquierda multicultural y biempensante europea. Una entrevista con Alain Finkielkraut - Midi Libre



El escritor y ensayista Alain Finkielkraut, autor de "La identidad desgraciada", denuncia el ideal multicultural que propugna el informe entregado al gobierno francés sobre la integración.
Su libro ha generado una importante controversia mediática instalándose a la cabeza de las ventas. ¿Qué os ha inspirado tales acerbas críticas? 
AF - Nunca es agradable ser tratado de reaccionario, o peor aún, de racista. No me he escapado de ese tipo de acusaciones. He sufrido. Pero he tenido la oportunidad de defenderme en diversos programas. Así que no me puedo hacerme la víctima. Me parece que la vida intelectual francesa está en peligro, porque el antiracismo está en trance de devenir una locura. Ese ya no es más el principio moral que todos compartimos, se ha convertido en una ideología que da lugar a puestas en causa​, denunciando a aquellos que se atreven a hablar de temas como nación, identidad francesa o europea. Esto es muy lamentable. Algunos tienen prevención, incluso prejuicios en contra de mí. Estoy pagando mi esfuerzo de pensar el presente en estos mismos términos. No creo que vivamos un retorno a los años 30, en los que Francia estuvo en peligro de sucumbir a sus demonios. Dicho esto, desapruebo el pensamiento oficial y mayoritario en el mundo intelectual y periodístico. En 1930 no había territorios perdidos de la República, con francofobia y sexismo en algunos suburbios (de población de origen magrebí y de confesión musulmana mayoritaria). 
Se os siente preso de una inmensa nostalgia. ¿La de la Francia de antes? 
AF - Debo decir que encuentro completamente bárbaro ese odio de la nostalgia [N.P.: o al recuerdo de una Francia ni multiculturalista ni comunitarista]. Si, como se nos repite, con el advenimiento de las nuevas tecnologías y de una serie de mutaciones, el mundo de ayer ha muerto, al menos debemos tener el derecho a llorarlo. El lamento no es un delito. Nadie nos asegura que esa realidad en gestación que se nos vende sea más suave y más habitable. Yo no soy solamente un nostálgico: estamos ante una encrucijada. ¿Es necesario que Francia se convierta en una sociedad multicultural tal como se refleja en el último informe sobre la integración? Si la batalla está perdida, al menos que se me deje ser un nostálgico. Pero si todo no está jugado, no renuncio a combatir. 
Usted ha escrito que "por primera vez en la historia de la inmigración el acogido (inmigrante) rechaza al que le acoge (francés de origen) la facultad de encarnar al país anfitrión", ¿cómo es su reacción a este informe? 
AF - Es por otro lado mucho más preocupante porque parece ser parte de una política deliberada. Algunos miembros del gobierno socialista desearían reemplazar el concepto de la integración considerado como demasiado normativo, por una "sociedad inclusiva" que exigiría la eliminación del pasado nacional e invitaría al otro (al recién llegado) a ser lo que desee ser sin límite y sin obstáculos (no sería necesario que intentase integrarse en la sociedad de acogida). Se dice en este informe que el francés es la lengua dominante y que se debería generalizar la enseñanza de la lengua árabe en el territorio.Que es necesario dar nombres de calles en las ciudades y pueblos a los representantes de la inmigración que han hecho Francia. Todo se reduce a reescribir la historia de Francia para habituar al francés de origen a la nueva realidad, diciéndoles que "no es nueva". Estamos ante métodos totalitarios. Pero parece que los autores de estos textos han llegado a tales extremos que la reacción negativa del público francés evitará que el primer ministro implemente esta política de inclusión. 
¿Usted no ha considerado este informe, siguiendo el ejemplo de otros, como una auténtica provocación? 
AF - He leído esos textos, los he estudiado. Me pusieron los pelos de punta, ¿pero cómo verlos como una provocación cuando fueron precedidos por el informe que el consejero estatal Thierry Tuot presentó al primer ministro en febrero de 2013? Un informe que criticaba a una Francia replegada sobre los pueblos y ciudades de antaño, y que preconiza una sociedad inclusiva que no miraría más que hacia el otro (los franceses de origen inmigrante, de confesión sobre todo musulmana, desdeñando al francés de origen o no que se muestre apegado a la Francia republicana) y hacia el futuro. Constato que hay una parte de la izquierda que ha abandonado la definición republicana de la laicidad en favor de un ideal multicultural. Frente al escándalo y la indignación desatada por la idea de la abolición de la ley sobre los símbolos religiosos en las escuelas, el gobierno ha decidido retroceder, pero me temo que este es sólo un aplazamiento, porque esa meta de una "sociedad inclusiva" forma parte de la política europea. 
¿Cómo se las arregla usted para deshacerse de esas acusaciones de favorecer con su críticas el trabajo del FN (la extrema derecha), o de hacerle el juego? 
AF - Creo firmemente que si queremos evitar la llegada del Frente Nacional al poder debemos dejar de minimizar una serie de problemas para así no estigmatizar tal o cual población en particular. De la negación de la realidad no puede salir nada bueno. El FN no se contenta con mirarla y criticarla, la explota a la manera de un demagogo. Esto debe ser condenado, pero debe ir acompañado de tomar en cuenta los problemas. Este es un trabajo incesante, al que intento someterme escribiendo el libro. Ya estoy acostumbrado a que la salida fácil sea lepenizarme (alusión a Marine Le Pen, la líder del FN). Creo que en el contexto actual es el precio a pagar cuando no se desea ceder a la correción política biempensante. Y yo hago mía esta frase de Péguy: "Siempre tenemos que decir lo que vemos. Sobre todo, y siempre es necesario, decir lo que es más difícil, lo que realmente vemos".
Después de la publicación de ese controvertido informe, Ayrault (el primer ministro) parece haber postergado el asunto

Tras el episodio de la puesta en la web del Primer Ministro del controvertido informe, Jean-Marc Ayrault canceló el seminario interdepartamental en materia de integración anunciado para el 9 de enero. Esta marcha atrás refleja el desorden existente en el palacio de Matignon (sede del primer ministro), mientras que el presidente Hollande ha respondido diciendo que el informe, encargado por Mr. Ayrault y avalado por varios ministros, de ninguna manera refleja la política del gobierno .

El informe abogaba por el retorno del velo en las escuelas, la enseñanza de las lenguas árabe y africanas, la enseñanza del francés a partir de las diversas lenguas habladas en los hogares...  El miércoles el primer ministro Ayrault ha encendido los cortafuegos acusando a la derecha de "tener toda la responsabilidad por el incremento del comunitarismo".

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