Saturday, December 28, 2013

La administración Obama prepara una campaña de desprestigio contra el gobierno israelí y su primer ministro - Debka



(Título original: "EEUU se prepara para hacer pagar a Netanyahu su oposición a su acuerdo con Irán, y para ello utilizará la cuestión palestina como arma")

La administración Obama se está preparando para ajustar cuentas con el primer ministro Binyamin Netanyahu por su campaña contra la diplomacia nuclear con Irán encabezada por el presidente Obama, y dicho ajuste consistirá en catalogarle como el único culpable del impasse en las negociaciones entre Israel y los palestinos. Esto supondrá ignorar las uniformes evaluaciones de los analistas de inteligencia estadounidenses e israelíes de que es el líder palestino, Mahmoud Abbas, quién está socavando todos los esfuerzos hercúleos del secretario de Estado John Kerry por lograr un acuerdo de paz con Israel, según han afirmado a Debka fuentes de Washington y Jerusalén.

Abbas (Abu Mazen) está seguro de que podrá obtener más de la comunidad internacional a través de una manipulación diplomática y propagandística eficaz. Él cree que tiene las suficientes cartas y palancas que poder manejar sin tener que llegar a acuerdos con los EEUU o Israel.

Abbas sólo está jugando con los estadounidenses y los israelíes con un único propósito: no perder la ayuda financiera europea y de los EEUU. A principios de este mes, la Unión Europea dijo que suspendería su contribución anual de mil millones de dólares para la Autoridad Palestina si un acuerdo de paz con Israel no es firmado dentro de un año. Abbas es consciente de que los europeos pueden seguir el ejemplo de EEUU de recortar la ayuda.

Los paquetes de ayuda de los EEUU y la UE por un total de más de 1.500 millones de dólares representan casi la totalidad de los ingresos regulares de la Autoridad Palestina. Los datos de inteligencia más actualizados que llegan de Washington y Jerusalén confirman que si Abbas llegara a encontrar una fuente alternativa de ingresos, la agarraría y abandonaría las negociaciones de paz ipso facto.

Pero el gobierno de Obama y el gobierno de Netanyahu, ambos por igual, están haciendo caso omiso de estas evaluaciones y presionando con las conversaciones, conscientes de que la fecha límite fijada de fin de abril se acerca.

Esta brecha entre la realidad y la ilusión proporciona un terreno fértil para especulaciones sin fundamento, como esa conjetura en forma de rumor que dice que el veterano espía israelí Jonathan Pollard podría ser liberado por parte de Washington como recompensa por el consentimiento de Israel a liberar a ciertos terroristas convictos palestinos, incluyendo a ciudadanos árabes de Israel.

Otro de estos rumores es que los EEUU va a proponer a las partes el próximo mes una especie de plan final para la resolución del conflicto palestino-israelí.

Según las fuentes de Washington de Debka, Kerry se niega a desalentarse por las evasivas de Abbas y ha elaborado un documento de trabajo de cinco páginas no vinculante que no representa un plan final. Él se lo expondrá previamente a Netanyahu y ​​Abbas a principios del próximo mes, sin requerir ningún compromiso ni objeciones. Ambos serán invitados a registrar sus reservas y observaciones. Esto proveerá el combustible para una ampliación de las negociaciones de varios meses después de expirar el primer período.

Presente también en el escritorio de Netanyahu, según nuestras fuentes, está un informe confidencial sobre los planes de la administración Obama para castigarle personalmente por su ofensiva contra la firma del acuerdo ofrecido a Irán y que legitimaría su programa nuclear. Washington planea vengarse del primer ministro israelí  fijando en él - y no en Abbas - la culpa del inevitable estancamiento en las conversaciones de paz con los palestinos. En el documento se describe a Netanyahu como un fracaso político que encabezaría un gobierno disfuncional y un oponente obsesivo de la paz.

Esta campaña de desprestigio se llevará a cabo a nivel internacional y en Israel, mediante el reclutamiento de los enemigos de Israel en el extranjero y de los enemigos políticos de Netanyahu en casa.

Debka ha escuchado de una fuente de alto nivel del gobierno israelí que estos planes son contemplados en Jerusalén como "altamente problemáticos".  Allí estarían involucrados medios de comunicación y personalidades israelíes y estadounidenses reclutados para una venganza política personal contra el primer ministro israelí de un nivel y unos límites poco aceptables, aun cuando ciertos gobiernos no estarían de acuerdo.

Netanyahu es consciente de que la cuestión palestina no es la verdadera cuestión. Él sabe que se enfrenta a la vendetta - política y personal - de la administración Obama por su esfuerzo por influir en el Congreso de EEUU contra de la política de acercamiento de EEUU al régimen de Teherán, el cual predica abiertamente la extinción de Israel.

Fuentes de la administración Obama explican que Netanyahu va a recibir una dosis de su propia medicina y que la lección es legítima.

Así que, mientras John Kerry se prepara para visitar el día 12 o 13 Israel y Ramallah, Netanyahu se enfrenta a tres dilemas:

1.- Irán sigue jactándose de que el acuerdo de Ginebra avaló internacionalmente su programa nuclear y su derecho a enriquecer uranio, mientras que al mismo tiempo se burla de sus disposiciones a derecha e izquierda. Centrifugadoras de vanguardia ya se han instalado para acelerar el enriquecimiento de uranio y acercarlo a su capacidad de producir armamento nuclear, mientras la construcción del reactor de agua pesada en Arak continúa a buen ritmo. Los iraníes están aprovechando el fracaso de la Conferencia de Ginebra a la hora de fijar una fecha para el inicio del período de transición de seis meses para las futuras negociaciones, y mientras avanzan en sus proyectos nucleares militares.

El acuerdo de Ginebra fue diseñado específicamente para descalificar la opción militar que pudiera poner fin a la búsqueda de armas nucleares por Irán. Entonces, ¿qué pasará ahora?

2.- El nivel de los ataques terroristas palestinos contra civiles y militares israelíes se espera que se intensifique, según es la opinión de todas las ramas de inteligencia. Sin embargo, el gobierno israelí y el ejército están atados de pies y manos por las formalidades de las conversaciones de paz en curso con los palestinos patrocinadas por los Estados Unidos. A pesar de que saben exactamente quién está moviendo los hilos detrás de la actual violencia, el ejército israelí no puede atacar su corazón. Y así, los funcionarios israelíes y los portavoces militares recurren a representaciones eufemísticas, tales como "violencia popular y desorganizada" para evitar la acción.

3.- La campaña de desprecio por parte de la administración Obama contra el gobierno israelí y su primer ministro ha comenzado. ¿Cómo lidiará con ella?

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