Monday, January 06, 2014

Lieberman como nuevo "adulto maduro" y Shimon Peres "como siempre" - Herb Keinon - JPost



El único acuerdo con los palestinos que Yisrael Beytenu (el partido de Lieberman) apoyará será uno donde haya un intercambio de territorio, y con él de la población que allí reside, y no sólo de territorio, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores Avigdor Liberman este domingo.

Al hablar en la reunión anual del Ministerio de Asuntos Exteriores con los embajadores de Israel, Liberman dijo que se refería específicamente a los territorios fronterizos de Wadi Ara y el Pequeño Triángulo, un grupo de pueblos y ciudades árabes ubicadas junto a la Línea Verde, y que deberían formar parte de un futuro estado palestino.

"No estamos hablando de una transferencia de población, tal como se hizo con los asentamientos judíos de Gush Katif (en Gaza y en Samaria en el 2005). Nadie será expulsado de sus hogares o desposeído de sus bienes. En cambio se trataría simplemente de mover la frontera".

Liberman dijo que "no había razón alguna para que los árabes israelíes que residen allí - y que se consideran sobre todo palestinos - no se unan a sus hermanos bajo una soberanía palestina plena y se conviertan en ciudadanos del futuro Estado palestino que tanto anhelan".

El ministro de Asuntos Exteriores, que viajará este lunes a Londres para conversar con funcionarios británicos, entre ellos su secretario de Asuntos Exteriores William Hague, comentó que un acuerdo entre Israel y Palestina necesita tener en cuenta "la regulación de la cuestión de los árabes israelíes". Liberman también dijo que no aceptaría conceder el "derecho de retorno de ningún palestino a Israel, ni siquiera de uno sólo". En 2008, el entonces primer ministro Ehud Olmert parece ser que accedió a la aceptación simbólica por parte de Israel de unos 5.000 refugiados palestinos anuales durante un década.

"Permitir que cualquier descendiente de palestinos regrese", afirmó Liberman, "provocaría una gran cantidad de presión sobre Israel. No estoy seguro de que un futuro gobierno pueda soportar esa presión".  Además comentó que desde los acuerdos de Oslo, cerca de 10.000 palestinos se han movido dentro de la Línea Verde, y otros 100.000 palestinos - la mayor parte de Jordania y otros estados árabes - se han trasladado a Cisjordania. Liberman, quien se reunió el viernes con el secretario de Estado de EEUU John Kerry, le elogió por sus incansables esfuerzos para llegar a un acuerdo, y dijo que apoya un acuerdo global y defendible. "Incluso con todas las dudas que tengo sobre la verdadera intención de la otra parte, el diálogo entre nosotros es importante".

Lieberman afirmó que aún cuando las partes no están de acuerdo o no confíen entre si, es de "suprema importancia" ser capaces de hablar y manejar razonablemente la vida diaria juntos. Estas palabras marcan un agudo contraste con los comentarios que realizó hace poco más de un año, cuando llamó al presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas "mentiroso, cobarde y débil", que no representa a nadie ni controla nada.

Liberman manifestó su agradecimiento a Kerry por ser muy claro sobre la necesidad de que Israel sea reconocido como un Estado judío y tener en cuenta sus necesidades de seguridad. "Nadie en el ámbito internacional ha sido tan claro como Kerry acerca de estas cuestiones".

El ministro de Asuntos Exteriores, que para todos los efectos permaneció relegado durante la etapa de Hillary Clinton como secretaria de Estado, destacó la importancia para Israel de unas buenas relaciones con los EEUU. "Nuestra cooperación con los americanos es, sin duda, la base sobre la que se basa nuestra política exterior". Liberman añadió que Israel no solamente debe preguntarse cómo puede ser ayudado por los EEUU, sino también la forma en que puede ayudar a su vez a los Estados Unidos. Afirmó que corresponde a Israel entender que los EEUU se enfrentan a enormes retos: Corea del Norte, el triángulo entre China, Corea del Sur y Japón, Afganistán, Pakistán, Irán, Irak, Siria, Libia y Egipto, así como con problemas internos tales como la inmigración, el presupuesto, y las leyes sanitarias.

Liberman también comentó que no sólo es importante pensar en un acuerdo con los palestinos, sino pensar también en el día después del acuerdo. Aseveró que la conclusión que parecía deducirse de todo lo que sucede ahora mismo en el Oriente Medio es que la eliminación de los dictadores es la parte fácil, y que es necesario pensar en lo que pasará al día siguiente.

"Cuando hablo del día después, imagínen a un independiente Estado palestino que no necesita pedir nuestro consentimiento para absorber a los refugiados palestinos y que puede emitir tarjetas de identidad palestinas como desee, ¿qué pasaría?". Liberman que habló de una población palestina en Judea y Samaria de 2,4 millones de personas, añadió que otros 3 millones de palestinos procedentes de Jordania, Siria y Líbano, tras la declaración de un Estado palestino, podrían desear formar parte del nuevo estado o bien ser forzados a ello por sus actuales países de acogida. "Vamos a pensar un paso por delante", continuó, "¿la economía de Judea y Samaria, que no es la economía de Noruega o Suiza, podría absorber a otros 3.000.000 de palestinos adicionales? ¿Dónde vivirían? ¿De qué vivirían? ¿Dónde trabajarían? Y ¿cómo impactaría su llegada y su problemática superviviencia a Israel?". "Y pensemos un poco más allá. ¿Un acuerdo con los palestinos pondrá fin a la presión que sobre Israel ejerce la comunidad internacional?", se preguntó. "O, en lugar de los llamados asentamientos y de la ocupación, esa presión continuará atacándonos nuevamente en cuestiones tales como los beduinos del Negev o el fortalecimiento de los asentamientos judíos en Galilea?".

Liberman continuó diciendo que hay quienes en la comunidad internacional "no tienen ninguna intención de dejarnos descansar ni un minuto y no darnos ningún crédito aún a pesar de cualquier acuerdo con los palestinos, sino que más bien, inmediatamente, proseguirán atacándonos".

Lieberman prosiguió diciendo que Israel tiene que crear nuevos vectores en su política exterior, pero subrayó que no para reemplazar a los EEUU, sino además de él, con un énfasis especial en África. "Israel, en muchos países del mundo, es identificado con los conflictos, el terrorismo, la cuestión palestina y su postura sobre Irán, Afortunadamente, en los últimos años también es identificado cada vez más con la Start-Up Nation. Pero esto no es suficiente".

"Debemos liderar los temas más verdes, destacar nuestra capacidad de contribuir a la comunidad internacional, sobre todo en lugares difíciles donde luchan con problemas como la pobreza, el hambre, la escasez de agua, y similares". Liberman dijo que Israel, como lo hizo en la década de 1960, tiene que enviar sus mejores diplomáticos y expertos a África y ser los que "resuelvan los problemas y no sólo crearlos". El canciller también dijo que es hora de que los países árabes con los que Israel tiene lazos ocultos salgan del armario.

"El principal error que cometimos en el pasado fue firmar varios acuerdos con los estados de la región, pero quien los firmaron fueron los gobernantes, no los estados y los pueblos. Como resultado de ello, se creó una situación anómala mediante la cual, por un lado, Israel mantiene relaciones diplomáticas con estos países - en aparente referencia a Egipto y Jordania -, pero por otro lado, entre los numerosos sectores de la población, desde los elementos liberales a los más radicales elementos religiosos, hay un consenso: odio e incitación contra Israel".

Liberman prosiguió diciendo que a Israel siempre se le dice que trague con esta dualidad, porque tiene que mirar la realidad sobre el terreno y entender que "como la cooperación en seguridad es beneficiosa debe hacer caso omiso de la animosidad nacional". "Como Meir Dagan [el ex jefe del Mossad] dijo una vez, Israel en esta región es como una amante: a todo el mundo le atrae, pero nadie reconoce la relación", dijo Lieberman. "Ya es hora de que Israel exija reconocimiento diplomático y no sólo la seguridad, es decir, la recompensa de unos lazos".

El presidente Shimon Peres siguió a Liberman en la conferencia, y abrió su discurso con una broma diciendo que Liberman estaba tratando de reemplazarle "como adulto maduro". Haciendo frente a la cuestión palestina, Peres afirmó que "siempre hay problemas y riesgos, pero hoy en día hay grandes oportunidades, quizás la más grande de Israel desde que estuvimos en el Monte Sinaí".  Por vez primera, dijo Peres, quien rellenó sus comentarios con reminiscencias acerca de David Ben-Gurion, "los árabes no quieren destruirnos, sino que más bien piensan en una solución. También entienden que la mayor amenaza es el terrorismo árabe, que es una amenaza común para ellos y para nosotros".

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