Monday, March 10, 2014

"Ex-Frum" vs "Datlash": Dos géneros literarios muy diferentes - Beth Kissileff - Tablet



"¿Datlash?", le preguntó a un joven sentado a mi lado en un Ein Prat, un programa de liderazgo previo al servicio en el ejército en Kfar Adumim, en las afueras de Jerusalén. "Dati le'she'avar", me dice él. Traducción:  "alguien que fue religioso en el pasado". Nadie parece saber el origen exacto de ese término o acrónimo, o cuando comenzó a usarse por primera vez, pero está en claro contraste con el apodo o expresión “ex-Frum“, el termino correspondiente o más cercano en inglés.

El término hebreo es más elegante, ya que implica un espectro más complejo y una definición menos seca. Tal vez sea porque no existe tal cosa aquí, en Israel - sin salir del país, por lo menos – como algo parecido a la expresión "ex".

Tres obras, todas ellas recientemente traducidas al inglés y escritas por escritores israelíes que ya no son tan observantes o religiosos como sus familias, ponen de relieve el potencial de unas identidades más fluidas fuera de la dicotomía "frum / ex frum" típicamente americana.

Dov Elbaum, el más joven de los nueve hijos de un hogar haredi de Jerusalén, escribió una autobiografía espiritual en el 2007 titulada "La plenitud del vacío". Después de abandonar la comunidad ortodoxa, su padre, un prominente rabino, le preguntó si debía sentarse shiva por su hijo. Él le dijo que no, pero él aún no le dirigió la palabra a su hijo en los siguientes 10 años. Elbaum, que dice que sigue siendo una persona religiosa en un marco más liberal, formó parte de la yeshiva secular BINA en Tel Aviv, y presentó un programa semanal de televisión sobre la sección de la Torah semanal durante muchos años. Dejar la religión en su juventud no significó abandonar por completo la religión, nos comenta, sino tratar de encontrar una manera de expresar su identidad fuera del rígido marco de su juventud haredi.

La notable novela, ensayo y reflexión metafísica de Dror Burstein, "Netanya", es un libro donde el pasado y el presente se unen, y a la vez que cuenta la historia de su abuelo incorpora su propia experiencia de asistir a una escuela secundaria religiosa que ahogó su interés por la ciencia y la astronomía. La religión de su abuelo, un cantor de su sinagoga, impregna las descripciones de Burstein de su propia infancia.

"Rostros quemados por el sol" es una novela de la mayoría de edad de una niña de un hogar religioso marroquí en Netivot, en el sur de Israel, que se convierte en una escritora de libros para niños. El libro se abre con la protagonista, Ori Elhayani, teniendo una revelación religiosa desencadenada por una voz procedente de un aparato totalmente moderno, cuyo mensaje no entiende. La historia de la protagonista concluye con una maravillosa serie de parábolas que el personaje escribe para ayudar a entender esa revelación, y donde la misma literatura se convierte en una forma de texto sagrado. El escritor, Shimon Adaf, que ganó el máximo galardón literario de Israel en 2013, el premio Sapir, por la quinta de sus seis novelas, creció en un hogar religioso marroquí y ahora se considera totalmente secular, a pesar de que regularmente pasa el Shabat y las fiestas judías con su religiosa familia.

Cada uno de estos escritores se ha alejado de la comunidad religiosa de su juventud, las cuales abarcan una relación diferente con la tradición. Aún así, todos ellos viven en Israel, y, en su mayor parte, siguen teniendo una estrecha relación con sus familias. Su objetivo no parece ser ocultar o deshacerse del pasado, sino usarlo para informar el presente. Es un enfoque diferente, y uno que, en estos casos, implica una menor ira y menor frustración que la que hemos visto en la reciente avalancha de memorias "ex-frum" que han llegado a los estantes de las librerías de los Estados Unidos.

Me encanta la capacidad de la lengua hebrea para utilizar términos o siglas como datlash para encapsular claramente una identidad compleja en una sola palabra, y me pregunto que equivalente similar en inglés podría ampliarse para poder comunicar de una manera efectiva nuestro pasado en el tiempo presente.

"Regresar al cuestionamiento" (en contraposición a la baal teshuvá, para aquellos que regresan de adultos al mundo religioso del que partieron siendo jóvenes) quizás sea demasiado formal para mi gusto, y el término yiddish frei, por "libre de los mandamientos", se siente como muy limitado. Y de "pasado religioso" se hace eco de una famosa novela moderna hebrea, "Pasado Continuo", de Yakov Shabtai, y tal vez por eso funciona mejor.

No obstante, yo prefiero el término datlash, y me siento fascinado por la literatura que ha producido hasta el momento. No es tan diferente de la literatura hebrea producida por los escritores hebreos de la generación previa que también dejaron el mundo de la yeshiva por el mundo literario. Tal vez sea este sentido, el de la construcción de la literatura hebrea en vez del derribo del mundo del que uno ha salido, y sea lo que mejor describa la diferencia entre las obras de los escritores ex-frum en inglés y datlash en hebreo.

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