Wednesday, May 28, 2014

Los Judíos e israelíes que defienden el antisemitismo - Marc Goldberg – Times of Israel



Hace unos días, en el Ha'arez, Amira Hass (dónde y quién si no) argumentaba que la exposición del antisemitismo palestino en el muy extenso y reciente informe de la Anti Defamation League (ADL) sobre el antisemitismo existente en la actualidad, en realidad no significaba nada. De este modo se ha puesto de manifiesto como se trata al elefante que entra la cacharrería cuando se trata de la ideología proveniente de la izquierda.

Según Hass todo ello es culpa de Israel. Ella cita a su padre (miembro del Partido Comunista israelí), diciendo que:
"Israel está justificando retroactivamente lo que los antisemitas han estado diciendo sobre nosotros durante 2.000 años"
En el informe del ADL, los palestinos aparecían los primeros (con el porcentaje más elevado) en sus creencias conspirativas antisemitas de entre 1.000 millones de personas (representadas por un  total de 53.000 encuestados) compitiendo por ver quién odia más a los judíos. O por lo menos, los campeones destacados en su tenencia de ideas antisemitas sobre los judíos.

Pero en realidad Amira Hass no está sola en su deseo de dejar de lado el antisemitismo palestino. Esto es un sentimiento que encontramos muy a menudo en los círculos de la izquierda, al igual que su falta de voluntad para hacer frente al hecho de que el antisemitismo está muy extendido en el mundo árabe. Y de una manera rampante prescinden de la lógica. En la búsqueda de una explicación que lo justifique un único punto de vista parece tener sentido para ellos: el antisemitismo palestino está motivado obviamente por la ocupación. Tanto es así, que los palestinos deben estar exentos, para esa izquierda, de reproches y críticas por ello.

Según ellos, Israel, el Estado judío, está ocupando territorio palestino, y lo lleva haciendo durante décadas sin un final a la vista. Como Amira Hass señala en su artículo de opinión, son los soldados judíos (en su mayoría) los que están haciendo los arrestos, componen los puestos de control y supervisan la ocupación. ¿Cómo Palestina “no sería antisemita en un ambiente así”? Ese es el argumento justificador.

Este punto de vista se pregonó en The Guardian el día después de publicarse el informe del ADL. Pero el artículo parecía argumentar la siguiente verdad o conclusión: Como Israel ocupa a los palestinos, por lo tanto se deduce que los palestinos deberían ser, razonablemente, las personas más antisemitas. ¿Cierto? Pero esto también supondría admitir que si Israel ya no ocupa a los palestinos, entonces su antisemitismo se reduciría significativamente. Es decir, las reglas simples de causa y efecto entran en juego.

Pero esta es una forma muy cómoda de contemplar el antisemitismo. Se nos asegura que si adoptáramos ciertas medidas o decisiones entonces el antisemitismo se reduciría enormemente. Y esta “certeza” se convierte o provoca en algunas personas de la izquierda y de las élites, frustración. Ellos no pueden entender por qué Israel no está haciendo las cosas que tendría que hacer con el fin de evitar el crecimiento del antisemitismo y la continuación del dolor en todas las partes.

Es por ello que personas como Amira Hass han adoptado principalmente la responsabilidad de los hombros de los antisemitas palestinos y la han colocado sobre los hombros de Israel. Para ella se ha convertido en la responsabilidad de los judíos el que ellos no hagan ciertas cosas, o tomen determinadas medidas, que posibiliten que los antisemitas cedan de odiarnos. En resumen, se traslada a los judíos la propia responsabilidad de los antisemitas a la hora de detener su odio infundado hacia los judíos.

Esto supone dotar de una lógica al antisemitismo allí donde no lo hay. Tampoco hay nada lógico que justifique el supuesto de que los palestinos sean los más antisemitas entre los antisemitas, debido al parecer a “la historia de la región y a la ocupación”. Estos factores no explicarían, por ejemplo, por qué el 88% de los palestinos piensan porque los judíos tienen demasiado control sobre el gobierno de los Estados Unidos, o por qué el 88% piensa que los judíos tienen demasiado control sobre los medios de comunicación globales, o por qué el 78% piensa que los judíos son los responsables de la mayor parte de las guerras del mundo.

Pero existen muchas otras cosas más.

Existe odio en el mundo árabe con creces. Y no tiene sentido negarlo. El antisemitismo se emite en la televisión y se imprime en los medios de comunicación para que todos lo vean. El odio a los judíos es un hecho de la vida habitual. Y es un hecho cuya responsabilidad atañe a la sociedad árabe, y es ella quien debe hacerle frente (junto con un montón de cosas más). En cierto modo, resulta muy fácil para aquellos que, como Amira Hass, argumentan que es culpa de Israel. El considerarlo así, les permite creer que se halla en manos de Israel la facultad de destruir al antisemitismo. Incluso si eso deba significar la destrucción o autodestrucción de Israel. Pero el antisemitismo es muy anterior a Israel. Si Israel desapareciera, sería simplemente más fácil para los antisemitas para atacar a los judíos.

Israel fue concebido como una respuesta al antisemitismo. Un refugio ante un mundo hostil. Es irónico que Amira Hass esté culpando a Israel por el antisemitismo. En su artículo, Amira Hass habla sobre el efecto de la ocupación sobre los palestinos. Lo que no hace es explicar por qué se deduce que muchos palestinos crean que los judíos son los responsables de la mayor parte de las guerras del mundo, o por qué el 89% piensa que los judíos tienen demasiado poder en los mercados internacionales.

Es hora de que Amira Hass y otras personas de la izquierda consideren por qué es que están luchando con la ocupación y excusan al mismo tiempo al antisemitismo, sobre todo cuando deberían luchar contra ambas.

Mientras usted quizás esté reflexionando sobre esto, nos llega la noticia de que en la televisión egipcia se decía que los Simpsons son una conspiración judía.

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