Sunday, December 07, 2014

La arena política se encuentra en el límite - Dan Margalit - Israel Hayom


La situación del gobierno puede ser mejor descrita como si fuera un paciente en una unidad de cuidados intensivos, bajo una supervisión constante y en continuo apoyo a la vida, como dirían los médicos. ¿Se llevarán a cabo realmente unas elecciones anticipadas en marzo de 2015? Tal como se indicaba este fin de semana, las encuestas sugieren que el público va a ir a las urnas dentro de tres meses.

Yisrael Beytenu recela de unir sus fuerzas con el Shas y el Judaísmo Unido por la Torah, los cuales, por su parte, no parecen demasiado entusiasmados de unirse al gobierno amputado del primer ministro Benjamin Netanyahu.

La noche del sábado, el líder del Yisrael Beytenu, Avigdor Lieberman, comenzó el período de luto de una semana por su madre, que falleció el jueves. No es inconcebible que durante este período los que tratan de salvar al gobierno se esmeren en ello. Ya en 2012, se informó a los ministros del Likud que fueran a votar a favor de una moción para la disolución de la Knesset, sólo para recibir una llamada telefónica nocturna diciéndoles que no sería necesario ya que el presidente de Kadima, Shaul Mofaz, había aceptado unirse el gobierno. El resto, como dicen, es historia.

Netanyahu tiene todo el derecho a exigir que sus ministros se abstengan de socavar el gobierno al que sirven. En ausencia de una alternativa, ha tratado de llamar a unas elecciones anticipadas, pero eso fue antes de los acontecimientos de los últimos dos días, durante los cuales la izquierda ha lanzado su lema "cualquiera salvo Netanyahu", y ​​los informes sugieren que el ex ministro Gedeón Saar puede pelear contra él por la presidencia del Likud.

Saar se enfrenta a dos juicios dentro del Likud: el primero verificaría si las decenas de miles de miembros registrados del partido estarían esencialmente de acuerdo con la izquierda y desean que a Netanyahu no se le permita competir por el puesto de primer ministro una vez más. Si eso resulta cierto, Saar es probable que se lance a la arena política. El segundo verificaría si los jefes de los distintos grupos de interés dentro del Likud se unen a él, ya que podrían entender que una carrera de este tipo podría posicionar los intereses de Sa'ar por delante de los suyos en la votación de la lista del Likud para la Knesset. En este caso, esos miembros de alto rango del partido podrían reafirmar su apoyo a Netanyahu, aunque no se sabe exactamente su incidencia en los votos de los miembros del partido.

El ex ministro del Likud y nueva esperanza de la Knesset, Moshe Kahlon, probablemente preferiría un Likud liderado por Netanyahu que uno liderado por Saar. Una elección entre Kahlon y Netanyahu parece clara, mientras que una elección entre Kahlon y Saar no parece tan definida.

Mientras tanto, las cosas en el otro lado del espectro político no son tan brillantes como nos quieren hacer creer. El líder laborista Isaac Herzog insistió este fin de semana que él va a ser el próximo primer ministro, y ha dado la bienvenida a una asociación con el Hatnuah liderado por Tzipi Livni.

Livni, por su parte, afirma que está "lista para ello", pero ¿qué significa eso realmente? ¿Qué la batalla por el liderazgo del bloque de centro-izquierda está abierta? ¿Qué Herzog no es necesariamente uno de los posibles sucesores? Los dos parecen empeñado en cazar el oso, pero en estos momentos aún no hay un oso a la vista.

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