Sunday, January 18, 2015

Aliyah sin trampa ni cartón - Binyamin Lachkar - Times of Israel



Este artículo se dirige a los judíos de Francia que están considerando, o ya lo han decidido, irse a vivir a Israel y hacer aliya. Ustedes fueron 7.000 el año pasado, y es posible que sean el doble este año, todavía es demasiado pronto para decirlo, pero de todos modos, la cifra será histórica.

En tanto que judío sionista, creo que si cada uno es libre de vivir donde quiera, el lugar de los judíos en tanto que pueblo es su tierra ancestral, donde disfrutarán de plena soberanía y podrán prosperar como nación independiente.

Sin embargo, creo que también es importante no vender ilusiones y falsas esperanzas, porque no todo es venir, también debemos permanecer. Así que voy a ser bastante directo y brutal, lo que también les preparará para lo que les espera.

En primer lugar, deben entender que nadie les está esperando aquí. Los israelíes serán muy felices, en su mayor parte, de que vengan. Incluso a menudo tienen dificultades para entender por qué no han venido antes. Pero no esperen que les tratarán como a turistas en el Club Med. No esperen por lo tanto favores especiales, y en su lugar, una pequeña minoría de maliciosos tratarán de explotarles o estafarles.

No confíen en nadie y revisen bien todo antes de firmar nada. Además, nunca hagan nada sin un contrato y si es posible con su abogado. No tendrán derecho a ningún pase gratis o prebenda, ni ninguna comprensión especial y, sobre todo, van a luchar como todos desde el primer día.

Es necesario insistir en este punto: en Israel se lucha por todo. Es un estilo de vida que termina practicándose de forma natural, por lo que no hace falta decir que el nuevo inmigrante francés a menudo tiene problemas al principio para acostumbrarse. Francia es, por desgracia, uno de esos países de asistidos donde el Estado se comporta como una niñera, mientras que en Israel se ha depositado la confianza en la iniciativa individual. Eso tiene enormes beneficios para el país, pero eso significa que nada les está garantizado.

Ningún jefe les dará un aumento de sueldo si no lo pide. Permanecer en una esquina trabajando y lloriqueando porque resulta muy injusto que nadie se de cuenta de su entrega, no hará más que aumentar su frustración. Y eso sirve para todo. Si quiere algo, pregunte por ello y luche. De lo contrario, no tendrá nada.

Es probable que se imagine que en Israel, siendo un país de inmigrantes, no expresarse plenamente en hebreo no supone una desventaja, después de todo, todo el mundo habla inglés y hay muchos francófonos (de hecho, mucho menos de lo que algunos quieren hacer creer). Piénselo de nuevo. Nadie os reprochará nunca hablar un hebreo defectuoso. Pero el dominio de la lengua es el requisito previo para una integración exitosa. A menos que quiera trabajar toda tu vida en un centro de llamadas, el forex o en los casinos en línea (y en los límites de la legalidad), usted nunca encontrará un auténtico trabajo bien pagado sin ser bilingüe.

Si puede empezar a estudiar antes de venir a Israel, es una ventaja pero no es esencial. Lo que por el contrario es fundamental es entregarse plenamente en los cinco meses de ulpán y poner toda su energía en el estudio.

E incluso el ulpán no será suficiente. A continuación, será necesario otro año o dos, dependiendo de sus habilidades y de su edad, por lo que trate de leer la prensa diaria (primero titulares, luego subtítulos, y pequeños artículos, etcétera), escuche la radio, vea la televisión israelí. No quiero hacer una mala publicidad a los simpáticos empleados de Annatel o servicios similares, sin embargo, pasar sus tardes viendo Cyril Hanouna en la D8 y la serie El Mentalista en TF1 (ambas cadenas francesas por cable) no es la mejor manera de mejorar su hebreo. Va a tener que acostumbrarse a Yonit Levy y a sus insufribles pequeños comentarios al final de cada historia y olvídense de Julien Balhoul en i24news (cadena israelí en lengua francesa).

Si usted es soltero/a, una amiga/o  o novia/o israelí resolverá perfectamente el asunto. Las chicas, sobre las cuales los fantasmas sobre los franceses proliferan en Israel, gozarán de una cierta ventaja.

He mencionado la edad, por lo que seré claro: hagan su aliya sin dudarlo si es menor de 25 años. Lo mejor es comenzar o continuar sus estudios en Israel después del ulpán. Los que han estudiado aquí son prácticamente los únicos olim capaces de escribir en hebreo, lo que es una ventaja innegable.

Recomiendo, con cierta reserva, hacer el servicio militar, nada permite una mejor aclimatación al país que eso. De hecho, muchas cosas son relativamente incomprensibles (en el lenguaje, el comportamiento, la cultura) si no se pasa por el ejército. No piensen que dicho servicio militar implica arriesgar su vida e ir a combatir sobre el terreno. De hecho, de ahí precisamente mi reserva, especialmente para las chicas, una gran parte se cumple en oficinas. Tal servicio no tiene ningún interés a menos que usted quiera perder meses o años de su vida jugando al Buscaminas en un PC o servir el café a coroneles barrigudos.

La otra categoría que puede venir sin demasiado temor a Israel es la de los jubilados. Gozarán de sus rentas libres de impuestos y a partir de los 67 años, para los hombres, y 62, para las mujeres, de un pequeño suplemento de jubilación en shekels, sin tener que preocuparse por encontrar un trabajo y dominar el hebreo.

Para el resto, las cosas se ven mucho menos alegres. Tienen que empezar casi desde cero en un país que no conoce sus habilidades, que ignora las empresas en que ha trabajado, y a veces desconoce la función que usted cumplía, no siempre reconociendo su auténtica valía. En un país en el que no tiene una historia profesional, no tiene la red de seguridad estatal francesa, donde la mentalidad es muy diferente y el sistema no funciona de la misma manera, será usted quien deberá proporcionar de inmediato el sostén para su familia y sus hijos .

Lo ideal es venir con ahorros suficientes para pasarse dos años sin ganar dinero. No se debe contar con la ayuda propuesta por el gobierno israelí, que no es insignificante, pero no la suficiente como para vivir cómodamente. Es posible que sea aumentada o revaluada ante un futuro incremento de la aliya, y de hecho la creciente presión del pequeño lobby franco-israelí ya lo está requiriendo. Pero es mejor no contar con ella.

No quiero asustarles o desanimarles, sólo evitarles sorpresas. Soy muy feliz en Israel, creo que la calidad de vida es mucho mejor que la de Francia, se es más feliz y más libre, y sobre todo uno florece como judío. Así que usted también puede disfrutar de lo que Israel tiene que ofrecerle, pero es mejor estar preparado para lo que le viene encima.

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