Sunday, January 25, 2015

La única pregunta importante sobre el posible discurso ante el Congreso de Netanyahu - Shmuel Rosner - Jewish Journal



No hay nada más molesto para la Casa Blanca que la intervención de líderes extranjeros en los asuntos internos de los Estados Unidos. Esto es así, por supuesto, excepto en aquellos casos en que los líderes extranjeros apoyan y refrendan la posición de la Casa Blanca. Así, cuando el primer ministro británico telefoneó a varios miembros del Congreso de los Estados Unidos para persuadirles de que no apoyaran una nueva legislación que promoviera más sanciones a Irán, no se escuchó ni un sonido de protesta de la Casa Blanca. De hecho, la Casa Blanca animó dicha intervención. Pero podemos adivinar lo que sucedería si la cabeza de otro gobierno, de otro país amigo, llamara a los miembros del Congreso con el propósito contrario, es decir, para convencerles de que apoyaran más sanciones. De hecho, ni siquiera tenemos que adivinarlo: ayer tal líder fue invitado a hablar ante el Congreso en apoyo de las nuevas sanciones, y no tardaron mucho tiempo los opositores a dichas las sanciones a expresar sus habituales protestas.

La separación de las diferentes respuestas ante la invitación a Netanyahu a dirigirse al Congreso - fue invitado por su presidente Boehner para hablar de Irán en febrero - es difícil para todos. La política de Washington está en juego, y también la política israelí. Esto fue evidente tan pronto como la noticia de la invitación comenzó a circular.

El diario izquierdista israelí Haaretz, demostrando su habitual incapacidad a la hora de separar las noticias de las opiniones de sus editores, inmediatamente tituló la historia de la siguiente manera: "El Congreso al servicio de Netanyahu: invitado a hablar sobre Irán en febrero". En Israel surgió de inmediato el relato según la cual los republicanos en el Congreso tenían como objetivo ayudar a Netanyahu en su intento de reelección. Por supuesto, hay un relato opuesto que emerge desde Washington, según el cual es Netanyahu quién acude al Congreso para ayudar a la lucha de la mayoría republicana contra el presidente Obama.

La Casa Blanca se mostró claramente descontenta ante el repentino anuncio de que una visita se acercaba. Se dijo que era una violación del protocolo, y sin duda puede tener algo de razón. Según este protocolo, el presidente Obama podría pedir al primer ministro Cameron hablar ante los diputados y diputadas, pero Boehner no puede pedir al primer ministro Netanyahu hacer lo mismo. Pero un escéptico todavía debe preguntarse: ¿le importaría tanto a la Casa Blanca el protocolo si supiera que Netanyahu llegaría a Washington para convencer al Congreso de no poner más presión sobre Irán?

Habiendo dicho todo esto, no estoy del todo seguro de que Netanyahu debe jugar a este juego de Washington y hablar ante el Congreso. Tampoco estoy seguro de que deba abstenerse de venir. Sin duda, hay una gran cantidad de políticas involucradas,y ese es un fuerte argumento en contra de la invitación y del discurso de Netanyahu. La batalla por la nueva ley de sanciones es un tema muy calienta esta semana. Por un lado, el presidente Obama. Por otro lado, el Congreso controlado por los republicanos.

Pero no todo en la vida es política, ni siquiera para un político. Netanyahu también es un primer ministro que dirige un país. Y él cree que Irán es una amenaza muy seria que el mundo tiene que lidiar. Y se le ofrece la oportunidad de hablar acerca de su creencia ante el Congreso, él apoyará unas sanciones más fuertes. ¿Si la amenaza es grave - incluso existencial, como lo ha sugerido más de una vez -, el primer ministro no debería aprovechar esta oportunidad para poner su marca en un proceso importante porque algunas personas podrían decir que es una acción "política"?

El otro día, cuando estalló la noticia de la invitación del Congreso de Netanyahu estaba sentado en un panel del Instituto de Israel de Estudios de la Seguridad Nacional ( INSS ) discutiendo la cuestión: "¿Debe incrementar los EEUU la presión sobre Irán? Implicaciones de una legislación de sanciones sobre las conversaciones nucleares y las relaciones entre Estados Unidos-Israel". Hablando antes mí estuvo el ministro Yuval Steinitz. Hablando después de mí estaban dos sabios intérpretes del estado de la situación con Irán, Meir Javedanfar y Raz Zimet, y ambos no tenían demasiadas esperanzas de que las nuevas sanciones vayan a cambiar el comportamiento de Irán. No son los únicos. En Israel hay quienes no ven una ventaja en la existencia de más sanciones en estos momentos, incluidos miembros de la comunidad de inteligencia de Israel. Los periodistas del Bloomberg, Josh Rogin y Eli Lake revelaron ayer que "la agencia de inteligencia israelí, el Mossad, les dijo a funcionarios y legisladores estadounidenses que un nuevo proyecto de ley de sanciones a Irán por parte del Congreso de los Estados Unidos pondrían en riesgo las negociaciones nucleares de Irán". Si esto realmente sucedió, sería un incentivo para que Netanyahu realizara el discurso con el fin de aclarar la postura de Israel - Netanyahu es el Primer Ministro y, con el debido respeto al Mossad, las políticas de Israel están determinados por los líderes de Israel, no por sus agencias de inteligencia. [N.P.: el responsable del Mossad negó posteriormente la información y se declaró partidario de más sanciones]

Sin embargo, también hay cosas que deberían sugerir a Netanyahu que reconsiderara la invitación, siendo una de ellas que aunque su visita mejorara las probabilidades de que el Congreso apruebe la legislación en contra de Irán, eso no anularía el veto presidencial que Obama ya se ha comprometido a utilizar.

El presidente Obama ya ha demostrado que está dispuesto a utilizar duros recursos retóricos para evitar que el Senado le ate las manos en las negociaciones con Irán. La semana pasada, en un momento muy problemático, Obama se quejó de que los senadores apoyan las sanciones debido a la "presión de los donantes". Algunos de ellos parecieron interpretar el significado de "donantes" por "judíos" o "lobby pro-Israel". Y otros fueron menos sensibles y se mostraron muy enojados. El senador Bob Menéndez, de Nueva Jersey, ha estado al frente de esta lucha por muchos años y no disfrutó demasiado con la afirmación de Obama de que sólo lo hacía debido a la presión de los donantes, y no a causa de su creencia de que las sanciones son esenciales. Así que algunos demócratas seguramente votarán por las sanciones. Y como Fawn Johnson del The National Journal sugirió ayer, el de Irán podría ser el primer veto anulado de Obama.

Sin embargo, cuanto más sea vista la batalla sobre las sanciones como una batalla política, menos es probable que suficientes senadores demócratas estén dispuestos a unirse a una mayoría republicana que apruebe una ley contra los deseos de Obama. Se necesitan al menos trece senadores demócratas para que esto suceda. Es decir, si todos los republicanos, Rand Paul incluido, apoyan las nuevas sanciones. Me pregunto si el discurso de Netanyahu, la tormenta política que creará y la reacción de la administración Obama verdaderamente mejorarían las probabilidades de éxito de la ley de sanciones. Si uno está dispuesto a dar crédito a Netanyahu de que quiere ir a hablar por Irán, y no a causa de las próximas elecciones de Israel, todavía se debe examinar la capacidad de Netanyahu de tener un impacto constructivo para su propio punto de vista.

Es una decisión difícil. Y no es tan fácil como la mayoría nos hacen creer. Las relaciones con la Casa Blanca son importantes, las relaciones con el Congreso son importantes, Irán es importante, las sanciones son importantes, las negociaciones son importantes. Todas las partes involucradas en la reciente controversia son políticos - Netanyahu y Boehner, pero también Obama, y ​​muchos de los críticos de la invitación a Netanyahu. Todos ellos tienen motivaciones políticas, y todos ellos también quieren avanzar determinadas políticas.

Así que esta es la única pregunta importante: ¿Una visita de Netanyahu logrará hacer avanzar las políticas en las que cree? ¿Ayudará a conseguir que el proyecto de ley de sanciones contra Irán sea más probable? El resto es ruido.

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