Saturday, March 21, 2015

¿Podrá condenar Obama el antisemitismo institucional de la Turquía liderada por unos de sus mejores aliados internacionales? - Yair Rosenberg - Tablet



En su discurso del Estado de la Unión en enero pasado, el presidente Obama reconoció un incremento del antisemitismo en el mundo y proclamó el compromiso de los Estados Unidos a la hora de combatirlo. "Como estadounidenses, respetamos la dignidad humana. Es por eso que estamos en contra del deplorable antisemitismo que ha resurgido en ciertas partes del mundo". Esta semana, la promesa de Obama será puesta a prueba cuando se relacione con un miembro de la OTAN y aliado de Estados Unidos, y hable con uno de los más estrechos aliados de su presidencia, Tayyip Erdogan.

El lunes, un canal de televisión turco pro-gubernamental emitió un documental horriblemente antisemita en el que colaboraron funcionarios y asesores del actual partido gobernante. El columnista del Al-Monitor y International Herald Tribune, Mustafa Akyol, describe el documental "El Genio" como "una secuela de "Los Protocolos de los Sabios de Sión", ese falso panfleto antisemita de principios del siglo XX que describía un complot judío para dominar al mundo.

La película comienza con una infame declaración del presidente de Turquía Tayyip Erdogan quien dice a sus seguidores:
No se dejen engañar. No crean que esas operaciones están dirigidas en contra de mi persona, de nuestro gobierno, de nuestro partido. Amigos, esas operaciones están más bien dirigidas contra la propia Turquía, su unidad, su paz, su economía, su independencia. Y como he dicho antes, detrás de todos estas operaciones hay un autor intelectual. La gente me pregunta, "¿Quién es este genio?" Bueno, ustedes ya deberían saber quién es. Y, de hecho, ustedes ya saben quien es.
La respuesta implícita, por supuesto, es los judíos, y la película pasa a exponer útilmente el blanco apuntado por Erdogan.

"Hemos oído a una serie de 'expertos' turcos explicar cómo 'los hijos de Israel' quieren dominar el mundo, subyugar a otros pueblos y así rodear el mundo como un "pulpo gigante' ", escribe Akyol. "Otro 'historiador' afirma que Darwin propuso su teoría sólo para representar a los no judíos como 'animales', una idea que cree que tiene sus raíces en el judaísmo. En cada etapa, la película nos recuerda cómo ese 'genio intelectual judaico' ha oprimido a la humanidad durante miles de años, logrando que el mundo sea el escenario de una guerra perpetua entre el bien y el mal". En el camino, la película logra implicar a Maimónides, al filósofo Leo Strauss y a Charles Darwin en esta conspiración generacional, aparentemente sin saber que éste último no era en realidad judío.

Aunque el "documental" no es una producción oficial del partido gobernante de Turquía, el AKP, tal como señala Akyol, "no hay duda de que es propaganda pro-AKP (y pro-Erdogan), ya que la película incluye a incondicionales del partido tales como Yigit Bulut, el principal asesor de Erdogan, y Etyen Mahcupyan, el principal asesor del primer ministro Ahmet Davutoglu".

Turquía es un aliado de Estados Unidos y un miembro de la OTAN. Su parlamento fue el primero al que se dirigió el presidente Obama después de su elección en 2008, donde llamó a Turquía un "aliado fundamental". En 2012, Obama nombró a Erdogan, entonces primer ministro de Turquía, como uno de los cinco líderes del mundo con los que mantenía una más estrecha relación personal. Desde entonces, sin embargo, el gobierno de Turquía, en virtud de las políticas del propio Erdogan, ha dado un giro decididamente inquietante, ya que las tendencias antidemocráticas que ya presentaba anteriormente han florecido.

En 2012 y 2013, Turquía ha ocupado el primer lugar del mundo por el número de periodistas encarcelados. En 2013, cuando los manifestantes anti-gubernamentales llenaron el Gezi Park y las manifestaciones estallaron en todo el país, Erdogan las reprimió violentamente, matando a 11 personas e hiriendo a 8.000. En la víspera de las elecciones de 2014, Erdogan bloqueó Twitter y Facebook para evitar que los votantes vieran un material filtrado que denunciaba la corrupción en su gobierno. (Después de que Erdogan fuera elegido presidente, su partido ha impuesto una censura aún más draconiana de internet.)

Como en muchos otros lugares, estas tendencias anti liberales han ido de la mano de un incremento del antisemitismo. El pasado julio, el alcalde de Ankara y ex miembro del parlamento por el AKP, Melih Gökçek, tuiteó sentimientos pro-Hitler. Por esa misma época, tal como el estudioso de Turquía Michael Koplow ha documentado, Bülent Yildirim, el jefe del IHH - la organización que organizó la flotilla Mavi Marmara a Gaza y desde entonces vinculado a Al Qaeda -  "advirtió a los turistas judíos... para que se nos les viera por Turquía, amenazando de paso a los judíos turcos con pagar un alto precio por las acciones de Israel en Gaza". Durante la guerra de Gaza del verano pasado, el reportero Yeni Akit escribió una carta abierta al gran rabino de Turquía exigiendo que él y los judíos turcos del país pidieran disculpas por las acciones de Israel. Sentimientos similares fueron publicados en el Daily Sabah, la web en inglés del AKP de Erdogan. Y en noviembre, el gobernador de la provincia turca de Edirne del AKP amenazó a su vez en convertir una histórica sinagoga en un museo, lo que llevó a un legislador de la oposición a declarar que "el odio y el antisemitismo se han apoderado del estado".

Ante las intolerantes insinuaciones de Erdogan y la más que explicita propaganda antisemita de sus propios funcionarios y seguidores, incluyendo este supuesto documental, ha llegado la hora de que la administración Obama tenga en cuenta estos hechos. De hecho, ya tiene el crédito de haber hecho algo semejante antes, cuando en noviembre pasado la asesora de Obama y embajadora en la ONU Samantha Power criticó a los líderes del continente por no presentarse a una conferencia sobre el antisemitismo mientras éste era ya una realidad en sus países. Si esa mera ausencia ya era digna de sanción, algo tan flagrante como el antisemitismo institucional en Turquía, promovido desde el partido que lidera ese hombre al que Obama ha legitimado como su amigo y confidente, se merece algo más que una condena. En estos momentos en que los judíos están cada vez más inseguros fuera de los Estados Unidos e Israel, la escalada de incitación antisemita por parte de un aliado de los Estados Unidos y miembro de la OTAN no puede quedar sin respuesta.

Si Obama está a la altura de la promesa realizada en su discurso del Estado de la Unión y que consistía en combatir el odio a los judíos en todo el mundo, este sería un buen lugar para empezar.

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1 Comments:

Blogger Marlowe said...

Querido amigos hoy cine,: "Más allá de un Rabino".
Interpretada por la pareja de moda: Cristina Kirchner y Benjamín Netanyahu

7:22 PM  

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