Saturday, September 05, 2015

Fuera mitos: El futuro judío americano: ¿cada vez más Shmuley Boteach (congresista ortodoxo) que Woody Allen (liberal secular)? - David Bernstein - The Volokh Conspiration











Según datos recientes de la Fundación Pew, los judíos ortodoxos (los estrictamente observantes de la ley judía) representan solamente al 10% de la población judía de América, con esta última población definida en términos generales.

El subconjunto ortodoxo de la comunidad judía, sin embargo, está creciendo rápidamente. Hace poco asistí a un seminario del Fondo Tikvah sobre el futuro de la comunidad judía estadounidense. Aprendí un montón de cosas interesantes, pero quizás nada me hizo levantar tanto las cejas como el crecimiento de la matrícula en las escuelas primarias a cargo de los llamados "ultra-ortodoxos", el grupo más insular de los judíos ortodoxos y que constituyen alrededor de dos terceras partes de la población ortodoxa. (Advertencia: Los participantes en el seminario Tikvah señalaron que las clasificaciones de Pew son inexactas y que un porcentaje de lo que Pew consideraba ultra-ortodoxos eran, de hecho, lo que se denomina "ortodoxos centristas"). Durante un período de 15 años, la matrícula en estas escuelas, hasídicas y no hasídicos, ha crecido más del doble.

Consideren qué tipo de tasa de natalidad implica esa cifra. Los participantes en el seminario con los pertinentes y especializados conocimientos estima que del 20 al 25% de los judíos ultra-ortodoxos se plantea abandonar sus comunidades, hacen "off the derech", es decir, se van "fuera del camino". Pero incluso con una tasa de deserción del 20 al 25%, las cifras de las matrículas escolares sugieren un crecimiento exponencial de la comunidad ultra-ortodoxa - por no hablar de que la deserción no es una calle de un solo sentido y que las diversas actividades de divulgación de los ortodoxos, la más prominente la de Chabad-Lubavitch, significa que alrededor del 30% de los judíos ortodoxos adultos fueron criados en hogares no ortodoxos -.

Mientras tanto, la comunidad no ortodoxa parece destinada a reducirse con unas tasas de natalidad por debajo del nivel de reemplazo, y con alrededor de una cuarta parte de esos judíos no educando a sus hijos como judíos. Por otra parte, entre la población judía no ortodoxa el porcentaje de los que no practican la religión y no están afiliados de manera significativa con la comunidad está creciendo. La población activa de las denominaciones religiosas judías no ortodoxas, la Reforma, los Conservadores y los Reconstrucionistas, se está reduciendo, sobre todo entre los jóvenes.

Por cierto, es entre la población judía no afiliada a ninguno de estas denominaciones religiosas (ortodoxos y no ortodoxos) donde el desinterés u hostilidad hacia Israel se concentra. Cuando escuchen a gente progresista de la talla de Peter Beinart decir que los jóvenes judíos están cada vez más descontentos con Israel, eso no sólo es inexacto, sino que se refiere principalmente a jóvenes procedentes del sector no religioso compuesto de personas seculares que adoptan políticas mayoritariamente de izquierda, y son aquellos que no se relacionan con la religión judía, aunque aun se consideran al menos parcialmente judíos.

Dado el probable futuro demográfico de este grupo - destinado sin rodeos a tener pocos descendientes judíos -, en clara contraposición con la comunidad judía mucho más amplia, el resultado es que la población judía de América, con la excepción de la secta antisionista hasídica de Satmar, con el tiempo crecerá cada vez más cercana, y no distante, de Israel. Contrariamente a la sabiduría convencional, esto ya está sucediendo ya.

En resumen, los ortodoxos, y en particular los ultra-ortodoxos, constituirán dentro de una generación un porcentaje muy alto de los judíos de América, y para un porcentaje aún mayor de judíos americanos el judaísmo será mucho más que una vaga identidad étnica con la que no tienen otros vínculos que su ascendencia.

Esto, a su vez, significa que el conservadurismo teológico, social e incluso económico va a convertirse en un elemento cada vez más importante de la vida judía americana. Aquí está lo que dice Pew:
En comparación con los otros judíos estadounidenses, los judíos ortodoxos son mucho más conservadores social y políticamente. Cuando la encuesta se llevó a cabo en el 2013, el 57% de los judíos ortodoxos dijeron que se identifican o se inclinan hacia el partido Republicano. Por el contrario, sólo el 18% del resto de judíos se identificó o inclinó hacia el partido Republicano. Los judíos ortodoxos también eran mucho más propensos que los otros judíos a autoidentificarse como políticamente conservadores (54%  vs  16%).
Como con respecto a las creencias religiosas y la observancia, cuando se trata de las actitudes políticas los judíos ortodoxos de Estados Unidos se parecen a los protestantes evangélicos blancos. Por ejemplo, el 66% de los protestantes evangélicos blancos se identificó o se inclinó por los republicanos en el 2013, y el 62% son políticamente conservadores.

Alrededor de seis de cada diez judíos ortodoxos (el 58%) dicen que preferirían un gobierno más pequeño que ofrezca un menor número de servicios que un gobierno más grande que proporcionara más servicios, en comparación con el 36% de los otros judíos que adoptan la misma posición. Los judíos ortodoxos también son mucho más propensos que otros judíos a decir que la homosexualidad debe ser desalentada por la sociedad, con más judíos haredi (70%) que modernos judíos ortodoxos (38%) diciendo esto.

Por si sirve de algo, yo casi nunca vi una kipá en eventos políticos o intelectuales conservadores o libertarios hace 20 años, pero hoy en día las veo todo el tiempo, por ejemplo, en los eventos de la Sociedad Federalista. Así que no sólo los judíos ortodoxos representan una tendencia demográfica y políticamente derechista en crecimiento, sino que parecen estar cada vez más involucrados en la cultura política estadounidense en general.

También podemos predecir que un porcentaje significativo de los judíos de América vendrán a parecerse a los mormones, cristianos evangélicos y católicos tradicionales en su visión del mundo en general.

De hecho, los judíos serán cada vez más receptores de la misma clase de hostilidad por parte de los liberales seculares que la que reciben esos grupos.












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