Saturday, October 17, 2015

El fracaso de los dirigentes palestinos de Israel - Mazal Mualem - Al Monitor



El alcalde de Nazaret, Ali Salam, dio un paso audaz tras pedir a gritos que abandonara su ciudad el presidente de la Lista Árabe Conjunta y miembro de la Knesset Ayman Odeh, tras una manifestación el 11 de octubre, provocando un alboroto frente a las cámaras de televisión. La periodista palestina-israelí Lucy Aharish no fue menos audaz el octubre 14, cuando habló con el corazón durante una transmisión en vivo, acusando a los diputados árabes de la Knesset de avivar las llamas y pidiéndoles que entren en razón y ayuden a restaurar la calma. Ambos movimientos atrajeron la atención y cientos de miles de puntos de vista en los medios de comunicación social. Sus declaraciones, dolorosas y audaces, mostraron la debilidad del liderazgo árabe israelí y en particular de los miembros de la Knesset por la Lista Árabe Común.

Aharish, una joven musulmana de 34 años y con gran éxito, es una figura familiar de los medios de comunicación. Ella se expresom de manera indignada cuando lanzó su doloroso monólogo que fue nada menos que un acta de acusación contra los miembros árabes de la Knesset. "No veo a los líderes árabes tratando de restaurar la calma... Ellos están incitando al público árabe aún más", dijo en el Canal 2. "¿Qué clase de Dios permitiría que unos niños mataran a víctimas inocentes? ¿Qué tipo de mujer con un hijab, ora a Dios y luego saca un cuchillo de su bolso y tratar de apuñalar a la gente? Ustedes están animando a miles de jóvenes a salir a las calles. Con sus propias manos, están arruinando su futuro. Estos niños están pagando con sus vidas, con su sangre, debido a su incitación".

Salam es un popular alcalde, muy respetado, y cuya labor es gestionar la mayor ciudad árabe de Israel. Como parte de su trabajo, está íntimamente familiarizado con la crisis que atraviesa el sector árabe-israelí y sabe exactamente lo que necesita. En las elecciones municipales de 2013, él derrotó fácilmente al miembro de la Knesset Haneen Zoabi para dicho puesto. Zoabi creía que siendo una figura muy conocida y la "estrella de la flotilla de Gaza", ganaría fácilmente. Pero incluso los jóvenes no estuvieron muy emocionados por su candidatura, y ella sufrió una humillante derrota con apenas el 10% de los votos. Las elecciones en Nazaret demostraron las prioridades reales de la población local.

Desde que la reciente ola de violencia estalló, Salam ha estado vagando por su ciudad, ansioso y preocupado por su bienestar económico, el cual se basa en la delicada relación entre judíos y árabes en su vida diaria. Y observó tristemente como al final de la semana pasada el comercio en su bulliciosa ciudad caía en picado. Loa judíos dejaron de venir por temor a la reciente ola de ataques de cuchillo. Cuando vio que Odeh estaba siendo entrevistado en Nazaret después de participar en una manifestación particularmente turbulenta, la cual dejó neumáticos y contenedores de basura incendiados, Salam decidió que ya no podía soportarlo más. De pie, frente a las cámaras de televisión, le gritó a Odeh, "¡Fuera de aquí!".

Más allá de la propia bronca, lo que se destacó en la actuación de Salam fue la forma en que habló al líder de la Lista Árabe Común. Él le abroncó sin el menor atisbo de admiración. Sus comentarios expusieron el hecho de que mientras Odeh puede mantener un alto cargo en la política oficial, carece de cualquier autoridad real.

Odeh puede haber surgido el año pasado como el favorito de los medios de comunicación y de los medios de la izquieda, pero fue Salam quien apareció como un verdadero líder en estos momento críticos, trazando un nuevo camino hacia adelante en lugar de ser atrapado por el tono populista o la escalada de violencia. Esto mismo no puede decirse de Odeh o de cualquier otro de los miembros de la Knesset de la Lista Árabe Conjunta. La impresión que dan es que están siendo arrastrados por una agenda que ellos piensan que les dará protagonismo en los medios y el apoyo del público, en un camino trazado por los provocadores ya conocidos, Zoabi y su compañero de la Knesset Jamal Zahalka.

Parecía natural que la gente mirara a la gran promesa de la política árabe en Israel, Odeh, como alguien que pudiera ofrecer esperanza. En las últimas elecciones logró ganar popularidad incluso entre la  población judía. En las numerosas entrevistas que concedió en su momento, él se comparaba con nada menos que Martin Luther King Jr. En una entrevista el 24 de abril con el Canal 2, hizo una declaración inspiradora: "Yo tengo el sueño de lograr la igualdad en este país. Sin un tercio de la población judía que apoye esto, y con otro tercio que no lo apoye pero al menos esté dispuesto a escuchar, no vamos a lograr la igualdad. Así como los judíos en los Estados Unidos apoyaron la lucha de Luther King, estoy seguro de que cientos de miles de judíos de aquí apoyarán nuestra lucha por la igualdad".

Pero en los últimos días, Odeh ha resultado ser una gran decepción. En lugar de un líder, se observa como está siendo dirigido. Todo lo que queda de su ambicioso programa para una revolución civil es el fantasma de su figura. Si realmente fuera el líder inspirador que dice querer ser, Odeh establecería su propia agenda en lugar de ser poco más que un aprendiz de jeque islamista Raed Salah, el líder de la rama norte del Movimiento Islámico. Odeh podría haber llegado a la generación más joven y convertirse en el símbolo de los valores de igualdad y tolerancia que predica, pero en lugar de eso sucumbió a las presiones políticas populistas.

El grado de decepción que ha generado se pudo ver en una entrevista que concedió al Canal 2 el 12 de octubre, después de otro día de apuñalamientos y derramamiento de sangre. Cuando se le preguntó por qué no estaba haciendo nada para detener la violencia, Odeh respondió que él no podía sentarse en su bonita casa y decirle al pueblo palestino cómo actuar. "Creo que mi gente va a elegir la forma en que librará esta lucha", admitiendo de hecho que estaba siendo arrastrado. En estos días oscuros, los representantes electos de su sector, los miembros de la Lista Árabe Común, deberían haber iluminado el camino.

Es triste de que no haya un liderazgo audaz para abrir un camino a seguir, ya sea del lado palestino o israelí. Parece que el presidente palestino, Mahmoud Abbas, ya ha perdido el contacto con su población,, por lo que ya no está claro a quién realmente representa. Su discurso del 14 de octubre fue nuevamente incendiario e inflamatorio.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también parece haber sido arrastrado por los recientes acontecimientos. Se movió tarde a la hora de detener los comportamientos provocativos de la extrema derecha en el Monte del Templo. Luego, por razones políticas, se involucró en una guerra de acusaciones contra Abbas y los miembros árabes de la Knesset.

Cuando no hay líderes para mostrar un camino a seguir, las voces sensatas como Ali Salam y Lucy Aharish destacan, ofreciendo inspiración y esperanza.

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