Thursday, October 22, 2015

Para la izquierda occidental, los ciudadanos israelíes merecen ser asesinados - Brendan O'Neill - JewishNews



Ha quedado claro desde hace años que la izquierda ha ido perdiendo su componente moral. Pero nunca pensé que iba a verla contemplar como disculpa, e incluso defiende, el apuñalamiento a muerte de los judíos. El lado positivo de todo esto es que parece imposible que la izquierda pueda hundirse más bajo. Este es un precio que sin duda se merece.

La respuesta de Occidente a la ola de asesinatos con cuchillos, atropellos y cuchillos de carniceros en Israel ha sido casi tan impactante como los propios asesinatos. Muchos en la izquierda han permanecido en silencio, una versión global de la "cultura del espectador", donde la gente dirige torpemente su mirada hacia otra parte como alguien es maltratado al lado de ellos. Los medios de comunicación occidentales son actualmentes unos "espectadores" que observan desvergonzadamente los asesinatos y los intentos de asesinato en Israel.

Otros, por el contrario, se han preguntado: "Bueno, ¿qué se esperaban los israelíes?". El atropello de rabinos que esperan en una parada de autobús y el apuñalamiento de ciudadanos israelíes que hacen su compra semanal se tratan como una respuesta normal de los palestinos a sus males.

Cuando el The Guardián glorifica a estos asesinatos denominándolos la "Intifada de los cuchillos", y los escritores radicales que allí escriben describe esta violencia como una reacción natural ante la "humillación constante" de los palestinos, realmente están diciendo que los ciudadanos israelíes merecen ser asesinados.

Esto es entendible, tiene sentido. Estos ofrecedores de explicaciones que ven razonable qué un rabino tenga que ser embestido por  un coche, realmente deshumanizan tanto a los israelíes como a los palestinos. Tratan a los israelíes como colectivamente culpables por lo que hace su gobierno, lo que significa que una anciana en un autobús es un objetivo legítimo para un apuñalamiento.

Y con su descarado sesgo sobre "la desesperación palestina", con un escritor afirmando que los palestinos están arremetiendo con cuchillos porque es "la única opción que les queda", lo que hacen es infantilizar a los palestinos, reduciéndolos a seres robotizados portadores de cuchillos que en realidad "no son responsables de lo que hacen". Con esto, nos muestran su enorme desprecio por ambos lados, demonizan por una parte a los ciudadanos israelíes e infantilizan tanto a los palestinos que al final terminan representándolos como una especie de deficientes mentales, sin más remedio que apuñalar al judío más cercano.

Pero lo peor de todo es que algunos en Occidente están apoyando, de manera implícita, el asesinato de judíos con destornilladores y objetos punzantes.

Esta semana, en Nueva York, vi lo que sólo puede ser descrito como una demostración pro-apuñalamientos: cientos de activistas anti-Israel gritando que Palestina debe ser libre "desde el río hasta el mar, por cualquier medio necesario". "Bombas, pistolas, cuchillos, la resistencia es la resistencia", dijo uno de ellos.

En Londres, similares portadores de keffiyeh, estas clases medias que se odian a sí mismas y que se autojustifican con su pro-palestinismo, se reunieron para condenar no los apuñalamientos - no sean tontos - sino a su bestia negra, ese objeto odiado que les hace levantarse de la cama cada mañana para clamar contra él: Israel.

Una de los asistentes tenía un cartel que decía: "Ladrones, asesinos israelíes, iros a vuestra casa en Polonia, Alemania, EEUU".

Tal grado de antisemitismo sería impactante en cualquier momento. Pero aparecía ahora a plena luz del día, durante esta ola de apuñalamientos, lo que resulta verdaderamente preocupante. Estos izquierdistas radicales occidentales que se han reunido para gritar acerca de Israel, incluso mientras se apuñalan a sus ciudadanos, representan la configuración de una narrativa política del asesinato elevado al nivel de una respuesta legítima a la situación en el Oriente Medio. "Vayan a matarles", ese parece ser el mensaje implícito.

De hecho, los izquierdistas están mucho más alarmados por la respuesta de Israel a los apuñalamientos que por esas mismas puñaladas. Ellos castigan y reprueban a Israel por poner más soldados en las calles y por facilitar que sus ciudadanos porten armas (nada asusta más a la izquierda que un judío con un arma). Parecen esperar que Israel deje a sus ciudadanos indefensos ante los ataques palestinos.

Haciéndose eco del estúpido artículo de un escritor del Haaretz, Rogel Alpher, quien escribió una demente columna en la que expresaba su sorpresa ante el hecho de que un palestino nunca le hubiera agredido con "una sierra o un martillo, y me hubiera asesinado", algunos radicales occidentales no sólo están glorificando los apuñalamientos, sino que además están condenando a aquellos israelíes que tienen la temeridad de protegerse a sí mismos de ser apuñalados. ¿Por qué los judíos no se dejan matar?

Resulta realmente depravado. Independientemente de lo que pensaran de la actividad guerrillera de la OLP en la década de 1970, estos apuñalamientos son claramente muy diferentes. Esto es antisemitismo. Y con respecta a lo que algunos occidentales están tratando de presentar como un estallido natural de desesperación, eso nos dice mucho más acerca de sus brújulas morales que sobre lo que está sucediendo en el Oriente Medio.

Pero dejemos los eufemismos al desmenuzar la cháchara acerca de una "Intifada de los cuchillos", y es que no hay escapatoria ante el hecho - de por si horrible - de que algunos occidentales estén defendiendo el apuñalamiento a muerte de personas por ser judías.

Este es un día sumamente triste para la izquierda. ¿Qué pasó con esa izquierda que era la heredera de los guerreros de la Ilustración y que ayudaron a liberar a los judíos de Europa de sus guetos? ¿Esa izquierda que arremetió contra el "socialismo de los tontos" antisemita (el antisemitismo de la izquierda)? ¿Esa izquierda que, incluso en el momento más oscuro de la historia humana - el Holocausto -, arriesgó su vida para ayudar a los judíos? Esa izquierda está muerta. Y es una tragedia de proporciones épicas.

Los apuñalamientos palestinos en Israel no sólo han puesto de manifiesto el feo rostro del nuevo islamismo en el Oriente Medio. También han puesto de manifiesto la grave confusión moral de aquellos que en Occidente se hacen pasar por progresistas. La izquierda universalista, la tolerante, la que fue sensible ante la búsqueda como chivos expiatorios de los judíos ante los problemas del mundo, esa ya no existe más. Y permaneciendo completamente indiferente ante el hecho de que sólo los judíos defiendan a los judíos agredidos, carente de solidaridad, Occidente, simplemente, opta por encogerse de hombros.

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