Sunday, February 14, 2016

La paradoja McCarthy, o la curiosa denuncia del macartismo por parte de los macartistas anti-Israel - Mitchell Bard - JPost


Joe McCarthy, un ejemplo para los anti-Israel

Si no existiera Joseph McCarthy, los detractores anti-demócratas y antisemitas de Israel tendrían que inventarlo. El viejo Joe se ha convertido en la respuesta instintiva a cualquier esfuerzo por responder a los que atacan a Israel de forma sesgada por cualquiera cosa. La paradoja es que mediante la invocación de McCarthy los críticos de Israel sugieren que están siendo silenciados, pero son los enemigos de Israel los que están tratando de silenciar a sus críticos.

En 1983, publicó un folleto AIPAC titulado “La campaña de desprestigio Israel” con información acerca de los portavoces que aparecían regularmente en los campus para expresar puntos de vista hostiles. ADL publicó un libro similar. Ambos fueron vilipendiados por producir una "lista negra" y nunca volvieron a publicarlas. Más recientemente, Daniel Pipes comentó en "Campus Watch" que las universidades se exponen a la negligencia académica. Él también ha sido acusado de macartismo.

Al igual que muchos críticos sesgados de Israel, el periodista judío Larry Cohler-Esses describe en "El nuevo macartismo" a cualquier persona que critique a los "musulmanes, árabes y otros dentro del campo del Oriente Medio que se identifican con sobrepasar líneas no declaradas de crítica de Israel, considerándolos islamistas radicales, extremistas radicales o de alguna manera favorables a los terroristas". En pocas palabras, ser despectivo con Israel es kosher, quejarse de sus críticos irrazonables no lo es.

Como escribí en El Lobby árabe, el animus anti-Israel dentro del mundo académico es desconocido en gran medida porque los estudiantes rara vez se quejan. Por lo general, el sesgo de las facultades solamente se expone cuando los profesores publican sus extravagantes puntos de vista en los medios convencionales. Luego se refugian inmediatamente detrás del escudo de la libertad académica y castigan a sus críticos como macartistas.

La crítica de estos pseudo académicos a menudo produce su reacción, y entonces estos profesores tratan ganarse la simpatía como víctimas de “campañas de difamación". Sin embargo, nadie ha silenciado a cualquiera de estos profesores. Muchos de ellos son titulares y reciben un empleo de por vida a pesar de las continuas controversias en torno a su trabajo. Por otra parte, los críticos académicos de Israel son invitados constantemente para dar conferencias en los campus de todo el mundo, organizadas en gran parte por sus colegas ideológicos, y nadie les impide hablar.

No sucede lo mismo para muchos israelíes y sus partidarios. En el pasado le impidieron hablar a Benjamin Netanyahu en Concordia, después el embajador Michael Oren fue abucheado en la UC Irvine y, más recientemente, unos manifestantes pro-palestinos interrumpieron una conferencia en el Kings College de Londres de Ami Ayalon, un ex jefe del Shin Bet y un político de izquierdas y activista por la paz, rompiendo ventanas, lanzando sillas y activando la alarma de incendios más de 15 veces.

Hipócritamente, muchos de esos mismos profesores que alegan que están siendo censurados son los mismos que solicitan el silenciamiento de los colegas pro-israelíes y el boicot a las universidades israelíes. Más de 1.000 profesores, por ejemplo, han pedido a la Asociación Americana de Antropología que boicotee a Israel. Profesores que afirman tener todo el derecho de denigrar a Israel, los israelíes y negar su libertad académica, insisten en que cualquiera que critique sus puntos de vista antisemitas practican el macartismo.

Uno de los más prominentes críticos académicos de Israel en Berkeley, Hatem Bazian, se ha quejado de que sus estudiantes tenían la osadía de "escribir lo que dice" y compartir la información con otros. Bazian ha convertido a su vez a la "islamofobia" en un eufemismo del macartismo, utilizando la acusación de que lo emplean los críticos del Islam radical y de los musulmanes radicales que a su vez predican el odio contra los judíos e Israel.

Otro detractor bien conocido es el profesor de Stanford Joel Beinin, quien transforma la realidad en su cabeza afirmando que los partidarios de Israel han fracasado en el mercado de las ideas, y por lo tanto tratan de suprimir las opiniones de quienes dicen la verdad como es su caso. También afirma que "la mayoría de los estudiosos del Oriente Medio han rechazado hace mucho tiempo" los puntos de vista de aquellos estudiosos con los que él no está de acuerdo. "Esa es una de las fuentes de su infelicidad y macartismo", asegura, y sin embargo se dirigió a la Asociación de Estudios del Oriente Medio en una ocasión quejándose de que sus miembros son ignorados por los tomadores de decisiones.

Beinin y sus compañeros no pueden creer que los políticos los consideren irrelevantes e ignorantes, o que los funcionarios públicos no valoren la experiencia del mundo real a través de los ojos de unos ideólogos pedantes que venden sus programas políticos en lugar de saber académico. Beinin parece hablar de sí mismo y de otros de su calaña cuando dice que los "neo-macartistas ya saben lo que quieren oír".

La paradoja McCarthy también quedó de manifiesto recientemente en Chicago, donde un grupo invitó a dos líderes de la Jerusalem Open House (Casa Abierta de Jerusalén), una organización activista homosexual israelí, para una recepción donde se hablara de la vida LGBT en Israel. A Wider Bridge (Un puente más ancho), una organización pro-Israel comprometida “con la construcción y fortalecimiento de las conexiones entre las comunidades LGBT de Israel y América del Norte" fue acusada de "pinkwashing". Este término se utiliza para sugerir que los partidarios de Israel quieren silenciar a los críticos de la "persecución que Israel somete a los palestinos" exaltando el tratamiento de los israelíes con los homosexuales.

Cientos de manifestantes irrumpieron en la recepción, se hizo cargo de la mesa e impidieron a los israelíes hablar. El director ejecutivo de A Wider Bridge, Arthur Slepian, dijo que "la acusación de 'pinkwashing' está siendo manejada como un mazo para cerrar una conversación constructiva y negar la humanidad de la comunidad LGBTQ de Israel. Los manifestantes pinkwashing aparecen en cualquier parte y los únicos remedios en los que creen son la censura, el silenciamiento y la intimidación".

Dada su ignorancia, no sería sorprendente que los detractores de Israel no sean conscientes de que la cruzada anticomunista de McCarthy fue dirigida en gran medida contra judíos. Irónicamente, los críticos de Israel son los que tienen más en común con el senador de Wisconsin, cuyo nombre por cierto utilizan para desprestigiar a los demás.

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