Sunday, February 14, 2016

La perpetuación del conflicto y la locura de una ciudad binacional - Ben-Dror Yemeni - Ynet


Si un miembro de la Asamblea Nacional de Francia se hubiera atrevido a visitar la zona de Sint-Jans-Molenbeek en Bruselas, el hogar de algunos de los autores de ataque terrorista del 13 de noviembre de París y guardar un minuto de silencio con las familias de los asesinos, habría tenido que refugiarse directamente en Siria. Sólo sería capaz de volver a Francia con las manos esposadas. Excusas como "hay que entender el contexto cultural" habrían sido rechazadas de plano. Pero el diputado árabe Ayman Odeh, el líder de la Lista Árabe Conjunta, se atreve a quejarse de la democracia israelí. Parece estar algo nervioso.

La indignación general por la actitud de los tres diputados del partido árabe Balad no se debe a que realizaran una misión humanitaria para devolver los cuerpos de los terroristas a sus familias y trataran de confortarlas en su duelo. La indignación estalló a causa de su muestra de solidaridad con las familias de los asesinos, lo cual también expresaron compartiendo un minuto de silencio en su memoria. Odeh, por cierto, afirma que no hubo minuto de silencio. ¿De verdad? Jamal Zahalka le dijo a Danny Kushmaro: "Hubo un minuto de silencio, es costumbre palestina".

La problemática diputada árabe del Balad Haneen Zoabi explicó poco después de la visita que lo importante era la lucha contra la ocupación. En efecto, al igual que los miembros de su partido, está hablando de la ocupación de 1948, no de la de 1967. Ella rechaza el derecho de los judíos a tener un estado propio. Ella no sólo apoya la "resistencia", ella también la alienta. Y ella, la "pretendida mujer árabe laica", también ha llamado a "poner las ceremonias religiosas y las instituciones religiosas en el centro de la lucha", así como "abogar por cancelar la cooperación de seguridad con la Autoridad Palestina y sustituirla por la resistencia".

Y para aquellos que insisten en no comprender lo que eso significa, "la resistencia" ( "al-Muqawamah") es también, y quizás sobre todo, el terrorismo contra los judíos. Aunque de acuerdo a Zoabi, "no hay tal cosa como el terrorismo palestino". Ni siquiera lo fue el pasado asesinato a sangre fría de tres estudiantes de yeshiva. Sólo hay una "lucha legítima" y "resistencia". No es de extrañar que Hamas la vea como una heroína. Zoabi y sus amigos insisten en perpetuar el conflicto y perpetuar el terrorismo, lo cual ha sido una catástrofe para los palestinos durante los últimos 100 años de conflicto. Son estos líderes de los palestinos los que les están llevando de un desastre a otro, e insisten en llevarlos a otros más en el futuro.

Razi Barkai, un "comprensivo y progresista" locutor de la Radio del Ejército, afirmó que las madres de ambos lados del conflicto tienen sentimientos similares. Otro "comprensivo y progresista" periodista, Arad Nir del Canal 2, respaldó a Barkai afirmando que "una madre es una madre". ¿Pero qué es lo que está pasando con algunos periodistas "comprensivos y progresistas"? Están insistiendo en demostrar que para ellos las fantasías son más poderosas que los hechos. Y los hechos son que la madre de Muhammad Nazmi Shamasneh, quien cometió un ataque terrorista en un autobús a la entrada de Jerusalén en octubre de 2015, dio una entrevista a la televisión libanesa. Ella fue allí con dulces, como expresión de su alegría por la acción de su hijo, y también expresó su esperanza de que el resto de sus hijos fueran al paraíso como Shahides (mártires). Esta es la reacción de la mayoría de las madres palestinas durante los últimos meses. Su odio por las víctimas es más fuerte que su amor por sus hijos.

Si los deseos de estas madres fueran las de una madre normal, la situación de los palestinos, y la nuestra, habría sido mucho mejor. Y lo que aún es peor, Barkai redujo el encuentro de los tres diputados del Balad con las familias de los terroristas a una cuestión humanitaria de "devolución de los cuerpos". Él ignoraba a propósito el hecho de que la utilización de los funerales como propaganda de los terroristas era otro hito en la lucha contra la existencia del Estado de Israel, y otra muestra de apoyo al terrorismo. Y asimismo daba la vuelta a las motivaciones de los diputados árabes del Balad convirtiéndolos en "defensores de los derechos de las madres". Ellos, por el contrario, ni siquiera saben de que demonios habla Barkai.

Es un poco difícil de creer que Barkai, un veterano y experimentado periodista, ni siquiera pueda comprender su error. Mucho puede decirse acerca de él, pero no que sea estúpido. Y a pesar de eso, Barkai, él mismo con un hermano víctima del terrorismo palestino, insistió en su "neutralidad y equidistancia". En realidad, se parece a un funcionario de las Naciones Unidas. Y al igual que la ONU, se muestra confundido ante los hechos. Así pues, se ganó, y legítimamente, las acusaciones formuladas en su contra.

Haim Ramon fundó recientemente este verano el Movimiento por un Jerusalén judío. El movimiento, que incluye a una lista de veteranos políticos, policías y oficiales del IDF busca separar la capital de los pueblos palestinos de los alrededores. Para empezar, no está claro por qué fueron incluidos en su momento como parte de la municipalidad de Jerusalén. La nueva línea de separación que propone reduciría la proporción de árabes del municipio de Jerusalén de cerca del 40% al 20%. Esto supondría tratar de devolver a 200.000 palestinos a su ámbito natural, y en lugar de una ciudad binacional tendríamos una ciudad judía.

Se trata de unos pueblos donde ningún judío ha puesto un pie en muchos años. Las propias aplicaciones GPS advierten a los conductores de no entrar en ellos, y con mucha razón. Los residentes de esos pueblos no se sienten israelíes, e Israel de hecho no los considera israelíes. La "unión" de dichos pueblos fue el resultado de la esquematización de una frontera municipal que es totalmente errónea. Algo así como el delineamiento de las fronteras en el Acuerdo Sykes-Picot. Dichas fronteras se vinieron abajo con una gran cantidad de derramamiento de sangre. Por lo tanto, debemos hacer lo que es mejor para nosotros con el fin de reducir el derramamiento de sangre.

El alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, está en contra de este plan. Lo calificó de una "división de Jerusalén". Pero eso no es exacto. El casco antiguo se mantendrá bajo control israelí. Aferrarse a los pueblos de los alrededores está en contra de los intereses de Israel. No es así como se mantiene una Jerusalén judía. De lo contrario, se trataría de insistir en un desgarrado conflicto binacional en el propio Jerusalén.

Israel no puede y no debe esperar a que los palestinos sean tan amables de rescatarnos del desastre de un estado binacional. Podemos empezar eliminando la locura de una ciudad binacional.

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