Saturday, February 25, 2017

¿Por qué los palestinos quieren a la vez estatalidad y "ocupación"? - Jonathan Tobin - Jewish Word



Hace unos días, los terroristas de Hamas que gobiernan el estado palestino en Gaza demostraron una vez más la falta de preocupación por su gente negando a un grupo de huérfanos de guerra la oportunidad de pasar una semana en Israel.

Su razón: haciendo esto, involucraría a los adolescentes en la visita a "ciudades ocupadas" y a "asentamientos", y socavaría su esfuerzo por perpetuar una guerra centenaria contra el sionismo.

El hecho de que Hamas continúe gritando contra la "ocupación" mientras goza de una soberanía virtual sobre parte del país no es una contradicción. En realidad, encaja perfectamente con la posición de sus rivales de Fatah que están buscando el reconocimiento del estado palestino en las Naciones Unidas mientras que también se aferran a una "ocupación" que les permite evitar la paz.

Algunos harán hincapié en una crueldad casual por esa negativa a unos escolares que han sido perjudicados por la guerra y que podrían utilizar una oportunidad para salir de una franja claustrofóbica. Pero eso sería un error.

La cuestión clave aquí no es la insensibilidad del grupo islamista o incluso su hostilidad reflexiva hacia Israel. Más bien, es el lenguaje utilizado para explicar su decisión de hacer regresar a Gaza el autobús con los 37 huérfanos desde la frontera:

"Las fuerzas de seguridad impidieron que 37 hijos de mártires entraran en la tierra ocupada en 1948 para una visita sospechosa a una serie de asentamientos y ciudades ocupadas", escribió el portavoz del Ministerio del Interior de Hamas, Iyad Al-Bozom. "Este movimiento ha sido con el fin de salvaguardar la educación de nuestros hijos y protegerlos de la política de normalización".

Lo que Hamas está insinuando es que los "lugares ocupados" que los huérfanos fueron invitados a visitar por el movimiento Kibutz de Israel y por dos ciudades árabes israelíes no forman parte de lo que el mundo entiende que es un "territorio ocupado". De hecho, cada lugar de su itinerario era territorio israelí desde antes de la Guerra de los Seis Días en junio de 1967.

Para Hamas, la "ocupación" se refiere a cualquier tierra en la cual el Estado judío pueda existir sin importar donde sus fronteras puedan ser dibujadas. De esta manera, aclaran que su "resistencia" contra "la ocupación" no es una protesta sobre Cisjordania o Jerusalén, sino una señal de su determinación de librar una guerra contra Israel hasta que sea destruida.

Esto hace discutible, si no absurda, la convicción sostenida por algunos dentro de la izquierda judía, así como por la administración Obama, de que la paz todavía podría ser obtenida por una decisión israelí de negociar la tierra por la paz.

Sin embargo, aunque esto habla mucho de la estupidez de quienes creen que Hamas está dispuesto a hacer la paz, no debe ser visto como fundamentalmente diferente de la posición de la Autoridad Palestina, ya que ésta trata de lograr que el Consejo de Seguridad de la ONU vote para reconocer su independencia en todas las tierras que Israel tomó durante la Guerra de los Seis Días.

Como señaló el Times of Israel, la Autoridad Palestina ha adoptada la interesada postura de exigir formalmente el reconocimiento de sus derechos soberanos, al tiempo que insiste en que todas esas tierras, incluso las que Israel no controla, como Gaza o esas partes de Cisjordania que están bajo el dominio de la AP, están "ocupadas".

Esto contradice las normas legales sobre la condición de Estado que solamente puede ser otorgada a aquellos que realmente controlan el territorio en cuestión. El líder de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas y sus seguidores dicen que simplemente desean revertir el orden actual para facilitar la retirada israelí de Cisjordania, y de inclusive de partes de Jerusalén donde cientos de miles de judíos viven en barrios judíos que han existido por décadas.

Pero este punto de vista tiene mucho en común con las posiciones menos presentables articuladas por Hamas, mucho más de lo que generalmente se entiende.

Si Abbas y la Autoridad Palestina quisieran un estado realmente podrían haberlo tenido hace 14 años, o las otras dos veces en que Israel les ofreció unos términos que no son diferentes de los apoyados por la administración Obama y los europeos.

Ellos van a la ONU no porque quieran tener un estado, sino porque su deseo es evitar unas negociaciones que puedan proporcionarles uno si están dispuestos a firmar un acuerdo de paz con los israelíes.

Al igual que Hamas, que se opone a la "ocupación" mientras gobierna lo que es funcionalmente un estado palestino, Abbas se aferra a las políticas que mantienen el statu quo en su lugar mientras dice oponerse a ellas. La razón es que aunque su líder sea proclamado erróneamente por Washington como un defensor de la paz, él y su movimiento están tan comprometidos con la destrucción de Israel como Hamas.

La aceptación de un estado en la Ribera Occidental (con o sin la Gaza controlada por Hamas, que constituiría un segundo estado palestino) significaría no tanto poner fin a la "ocupación" de esa zona, sino aceptar que las partes del país que serían dejadas a Israel deberían ser consideradas parte de un Estado judío, y que el conflicto por lo tanto se terminaría para siempre.

Hasta que Fatah esté dispuesto a hacerlo, su discurso sobre la condición de Estado en la ONU debe ser considerado como no muy diferente del rechazo flagrante de Hamás a una paz en cualquier término.

Y cuanto antes las naciones occidentales de den cuenta de este hecho y dejen de permitir las evasiones de la Autoridad Palestina, mejor será para los palestinos y para sus hijos que necesitan más la paz que una guerra interminable y sangrienta contra el sionismo.

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