Friday, August 18, 2017

Trump no es el único que miente sobre lo qué sucedió en Charlottesville - Ben Shapiro - Forward



Después de que las manifestaciones de la alt-derecha en Charlottesville se convirtieran en enfrentamientos con los Antifa (antifascistas), la cuestión degeneró hasta llevar a un simpatizante nazi de la alt-derecha a lanzar su coche contra un grupo de contra-manifestantes, volviendo las cosas aún peor.

Como siempre, ambos lados del tablero político han determinado empeorar una terrible situación.

El gran problema es que tanto la izquierda como la derecha utilizan ahora al Presidente Trump como un atajo cognitivo. La izquierda ve todo lo que dice Trump como antitético de la verdad y la decencia, mientras que la derecha ve todo lo que dice la izquierda como motivado por la falsedad y su propia agenda. Esto significa que no importa lo que Trump diga, bien sea para la izquierda o para la derecha estará equivocado, ya que la verdad de sus afirmaciones no tiene relación con este atajo cognitivo.

Esto tiene ramificaciones han sido particularmente extremas en Charlottesville.

La izquierda ha determinado que todo lo que dice el presidente Trump es tremendamente horrible, sin importar el contenido. Si Trump dice que Antifa es un grupo violento, entonces la izquierda debe declarar que Antifa es equivalente a los soldados aliados de la Segunda Guerra Mundial.

Eso es absurdo, pero el caso es que periodistas como Jeffrey Goldberg, en The Atlantic, twitteó: "Viendo 'Salvar al soldado Ryan', una película sobre un grupo de muy agresivos manifestantes de izquierda que invadieron una playa sin permiso", y al portavoz de Hillary Clinton, Brian Fallon, quien publicó una foto de Normandía con el título, "También se enfrentaron a los nazis sin permiso". En las páginas del Washington Post, el historiador Mark Bray defendió a los Antifa como un movimiento necesario para detener al neonazismo, utilizando "su supuesta voluntad de defenderse físicamente ellos mismos y a los demás de la violencia supremacista blanca, y bloquear preventivamente los esfuerzos de la organización fascista antes de que se distingan de los anti-racistas liberales".

El problema es que Antifa no es simplemente un movimiento antifascista, es un movimiento fascista por derecho propio. Es un movimiento comunista y anarquista dedicado al uso de la violencia contra cualquier persona que ellos consideren indigna, incluyendo a los votantes normales de Trump y a los republicanos conservadores. Al aliarse con Antifa, la izquierda presta crédito a la afirmación de los alt-right de que son víctimas de la violencia en lugar de ser sus autores.

Mientras tanto, gracias a la reacción de la izquierda, muchos en la derecha han determinado que todo lo que dice Trump es correcto. Eso significa que muchos conservadores piensan que Trump debía tener razón cuando dijo que hubo algunas "muy buenas personas" protestando en la marcha de las antorchas por la supremacía blanca el viernes por la noche (y no las había) y cuando distinguió entre la alt-derecha y los supremacistas blancos (y no existe tal distinción). La alt-derecha es un movimiento repugnante con una tema central: que la raza y la cultura están intrínsecamente entrelazadas, y que la libertad individual es una quimera. Al negarse a condenar a la alt-derecha, sugiriendo que algunos de los miembros de la alt-derecha que participaron en la marcha de las antorchas eran buena gente, Trump cubrió a la alt-derecha.

Pero debido a que consideran que la izquierda siempre está equivocada, según la mentalidad de la derecha, muchos dentro de ella simplemente inventaron una versión alternativa a las palabras de Trump: "No estaba hablando de los asistentes al evento #UniteTheRight. No, él hablaba de esos estadounidenses normales que no están de acuerdo con la agenda de la izquierda de destruir las estatuas de personajes confederados". Pero eso no es exacto, Trump estaba hablando específicamente sobre Charlottesville. Pero gracias al hecho de que la derecha ha apretado el botón que enmudece a la izquierda, podemos ignorar con seguridad su interpretación por otra más favorable.

Y por supuesto, lo mismo ocurre con la izquierda. Muchos izquierdistas pensaron que Trump estaba hablando de los contra-manifestantes antifascitas no violentos cuando realmente atacaba a la alt-izquierda, pero eso tampoco era exacto. Trump hablaba claramente de los Antifa.

La falta de honestidad en ambos partes sólo profundizará nuestra polarización. Si la izquierda insiste en hacerle frente a Trump con los Antifa, conducirá a más conservadores en los brazos de la alt-derecha. Si la derecha insiste en adoptart la versión de la alt-derecha sobre los manifestantes que no eran Antifas, conducirán a más izquierdistas a los brazos de los Antifa.

Charlottesville no debe provocar el auge de las narrativas políticas más radicales de ambos partes. Debe generar la oposición al mal en todas las partes. Si no podemos hacer eso, seremos incapaces de llevar adelante el legado de Abraham Lincoln, Frederick Douglass o de nuestros antepasados ​​de la Segunda Guerra Mundial.

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