Thursday, November 09, 2017

Cosas que pasan dentro del judaísmo liberal americano: "Profesor de Estudios Judíos ante el Congreso: No hay antisemitismo en los campus universitarios y no hay nada malo en comparar a Israel con los nazis" - Liel Leibovitz - Tablet



Hoy, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes llevará a cabo una audiencia titulada "Examinando el antisemitismo en los campus universitarios". Los expertos reunidos para analizar este importante tema incluyen al director general de la ADL, Jonathan Greenblatt, el rabino Abraham Cooper, decano asociado del Centro Simon Wiesenthal, y Pamela Nadell, presidenta de la Asociación de Estudios Judíos. También incluyen a Barry Trachtenberg, el director del programa de Estudios Judíos en la Universidad Wake Forest.

Entonces, ¿qué hay de malo para los judíos en los campus estos días? Escuchen al Dr. Trachtenberg contar que  se trata solamente de una tempestad en un vaso de agua.

"Es una distorsión de los hechos caracterizar a los campus en los Estados Unidos como semilleros del nuevo antisemitismo", escribió en su testimonio publicado en la web del comité antes de tiempo. "Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Stanford informaba que aunque las descripciones de antisemitismo desenfrenado se informan ampliamente en la prensa, no representan las experiencias reales de los estudiantes judíos en el campus. Descubrieron que la vida en el campus no es ni amenazante ni alarmista, y esto corresponde a mis propias experiencias con estudiantes judíos... Gran parte de los testimonios que también escucharán hoy probablemente describirán supuestos incidentes de antisemitismo, y pueden citar estudios que pretenden demostrar que el antisemitismo llega hasta unos niveles de crisis. Les pido que sean escépticos con tales afirmaciones".

Cualquiera que esté seriamente interesado en una respuesta desapasionada a la pregunta en cuestión, como deberían ser los académicos, podría haber mencionado que la encuesta de Stanford, según la propia admisión de su director, "se basó en una muestra propia limitada que no era una muestra representativa de los judíos en el campus", o citarían otro estudio reciente sobre antisemitismo en el campus realizado por investigadores de la Universidad de Brandeis el año pasado, y en el que aproximadamente un tercio de los encuestados informaron haber presenciado "alguna forma de acoso antisemita".

Pero mientras que el intento del profesor Trachtenberg de retratar el antisemitismo en los campus universitarios como nada más que una creación de algunos medios irresponsables resulta simple e intelectualmente descuidado, el resto de su testimonio es aún peor.

La definición de antisemitismo del Departamento de Estado, según el testimonio de este profesor, "es demasiado amplia y abarca lo que en otros contextos podría clasificarse fácilmente como un discurso político contra un gobierno extranjero. Aunque estoy de acuerdo en que el uso de símbolos e imágenes antisemitas [clásicos] es inapropiado (aunque no ilegal), no hay nada necesariamente erróneo al comparar las acciones de Israel con las de la Alemania nazi. De hecho, las comparaciones de líderes y países extranjeros con el nazismo se realizan con regularidad. En 1990, el presidente George HW Bush comparó al líder iraquí Saddam Hussein con Adolf Hitler (una comparación también hecha por el presidente George W. Bush). Dado que las comparaciones de líderes y gobiernos extranjeros con el nazismo ocurren regularmente, crear un 'estatus especial' para el discurso sobre los judíos e Israel solamente reafirmaría las afirmaciones antisemitas de que los judíos son excepcionales, y por lo tanto necesitan tener una categoría especial de leyes que se apliquen solo a ellos".

Tómese un momento para dirigir esa argumentación. ¿Está mal comparar las acciones de Israel con las de la Alemania nazi? Apenas se necesita un doctorado o titulo universitario para saber que la respuesta es sí, y está mal sin reservas. Si te importan los hechos, o si tienes algo que se parezca a una columna vertebral moral, te das cuenta de cuán absurda e inaceptable es esa comparación en realidad. Y si eres un estudiante serio de la historia, sabes que hay una diferencia entre un presidente estadounidense que usa la analogía de Hitler cuando hace la guerra contra un déspota con un historial demostrable de genocidio y aplicarlo a un estado democrático comprometido en una lucha existencial contra enemigos decididos a destruirlo.

Ignorar estas obvias observaciones y concluir que cualquier intento de proteger a los judíos de la incitación del odio los dañaría aún más haciéndoles parecer especiales, no solo es falso sino también es moralmente repugnante. El Congreso merece escuchar a expertos que testifican de buena fe, no activistas contra Israel que lo utilizan como una plataforma para promover su sesgada agenda política.

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