Wednesday, March 28, 2018

Las continuas infiltraciones desde Gaza exponen las limitaciones y negligencias del IDF en el peor momento posible





Si los infiltrados llegaron a Tze'elim, también podrían haber llegado hasta Tel Aviv - Ron Ben-Yishai - Ynet

Es razonable creer, con casi total certeza, que los terroristas que se infiltraron en Israel desde la Franja de Gaza y fueron capturados cerca de la base militar de Tze'elim no planeaban llevar a cabo un ataque terrorista. Probablemente querían que los atraparan en posesión de armas, para que fueran detenidos y colocados en una cárcel israelí.

Independientemente de su motivo,  todo el incidente apunta a un grave fallo en la protección de las fronteras.

Esta no es una nueva práctica. En los últimos años, a raíz de la creciente angustia humanitaria en Gaza, bastantes jóvenes gazatíes fueron capturados en territorio israelí en posesión de armas que ni siquiera intentaron usar. Más tarde, explicaron que querían ser arrestados para poder pasar unos años en la cárcel israelí, donde tienen derecho a tres comidas al día y tienen la opción de estudiar.

Los habitantes de Gaza que fueron detenidos en territorio israelí en el pasado dijeron que llevaban consigo armas para que fueran reconocidos como terroristas y no como extranjeros ilegales. Los extranjeros ilegales generalmente son devueltos a la Franja o a los territorios de la Autoridad Palestina en Cisjordania, mientras que los palestinos atrapados con armas son considerados terroristas y son encarcelados.

Los tres hombres que se infiltraron en Israel el lunes por la noche probablemente tenían una intención similar. Son miembros de una familia del sur de la Franja. En las cinco horas que pasaron en Israel antes de ser atrapados, pudieron haber llevado a cabo no uno, sino varios ataques terroristas. Incluso cuando fueron descubiertos, no mostraron ninguna resistencia indicando que su plan había sido ser arrestados y encarcelados en Israel para poder disfrutar de unas condiciones de vida humanas que les faltaban en Gaza.

Otra posibilidad es que los tres infiltrados fueron enviados por Hamas para socavar el sentido de seguridad de los residentes israelíes próximos a Gaza y humillar a los soldados del IDF que custodian la barrera fronteriza. En otras palabras, Hamas o la Yihad Islámica, o una organización palestina diferente, intentaron llevar a cabo un "ataque perceptivo" al que Israel respondería de una manera relativamente moderada, en lugar de un "ataque cinético", un ataque terrorista que se dirige físicamente contra personas y recibe una respuesta militar israelí mucho más fuerte, particularmente en un momento en que Israel está decidido a mantener su disuasión.

Independientemente del motivo de los infiltrados, el incidente apunta a una gravísimo fallo en la protección de las fronteras y de los residentes del Neguev occidental. Este tipo de infiltración nunca debe ocurrir, ya que pone en un peligro real no solo a los residentes del sur, sino a todos los residentes del Estado de Israel. Un terrorista capaz de llegar a Tze'elim podría llegar a Tel Aviv con bastante facilidad, en unas pocas horas. Tres granadas y cuchillo tienen el mismo potencial mortal que un gran artefacto explosivo. Es importante, por lo tanto, investigar cómo sucedió esto y qué llevó a este fracaso.

El Shin Bet y el IDF todavía están interrogando a los tres terroristas, pero ya podemos concluir que antes de infiltrarse en Israel, habían observado la barrera fronteriza durante bastante tiempo en el área al noroeste de Rafah. Eventualmente, es probable que descubrieran un agujero creado por el agua de lluvia en el suelo debajo de la barrera fronteriza o un lugar donde había sido dañada por el clima.

Los pequeños cortadores de pernos que se encontraron en su poder son generalmente utilizados por electricistas y son capaces de cortar una cerca de alambre de púas relativamente delgada. Solo se encontró un alambre cortado en la brecha que cruzaron, pero aparentemente se creó un agujero lo suficientemente grande para que un adulto lo atravesara.

El ejército había recibido una advertencia de una intromisión en la barrera, y fuerzas militares fueron enviadas al área poco antes del amanecer, pero dichas fuerzas no detectaron la infiltración porque la indicación proporcionada por la barrera estaba lejos de la brecha o porque la brecha era demasiado pequeña y ellos no la vieron.

Otro factor que dificultó detectar a los infiltrados fue la densa niebla en esa área de Gaza durante la noche. Las organizaciones terroristas a menudo centran sus esfuerzos de infiltración en esas noches de niebla, cuando los dispositivos de observación y el vallado del IDF tienen dificultades para detectar a las personas que se acercan a la barrera hasta que realmente están en ella.

La pregunta que debe responder el IDF es si la barrera fue completamente revisada por la fuerza que se acercó a la barrera después de recibir la advertencia. Muy a menudo, la valla transmite advertencias como resultado de un fuerte viento o de animales que tocan la valla, y algunas veces las organizaciones terroristas intentan poner a prueba el estado de alerta de las fuerzas lanzando piedras contra la valla.

En la actualidad se está construyendo un obstáculo para bloquear cualquier intento de infiltración por encima y por debajo del suelo en la frontera con Gaza. Varios kilómetros de la muralla defensiva y de la nueva barrera ya han sido construidos. En los segmentos que aún deben completarse, los habitantes de Gaza todavía pueden infiltrarse en Israel con bastante facilidad, aunque el sistema es capaz de detectar tales infiltraciones con relativa rapidez y atrapar a los infiltrados.

La infiltración del lunes por la noche se detectó más de tres horas después de que sucediera. Pero tan pronto como fue detectada por un rastreador del IDF que vio huellas, las fuerzas fueron alertadas y los terroristas fueron encontrados relativamente rápido, especialmente a la luz del hecho de que no hicieron ningún esfuerzo por ocultar sus huellas. Si hubiesen ocultado sus huellas, como suelen hacerlo los terroristas palestinos, para entonces probablemente habrían llegado al centro de Israel.

Solo el pasado fin de semana, una célula palestina se infiltró en Israel e intentó sabotear el equipo pesado de ingeniería utilizado para la construcción de la barrera subterránea anti túnel. Cuando escucharon que los tanques se acercaban a ellos, escaparon y regresaron a la pista a través de una brecha en la valla.

Ese no fue un incidente aleatorio. Hamás está intentando flexionar sus músculos en estos días en un intento por reclutar a la opinión pública árabe e internacional contra Israel y ayudar a la organización a superar su aislamiento y la crisis humanitaria en la Franja. El IDF es consciente de esto y debería haber incrementado sus esfuerzos para monitorear la valla y prevenir este tipo de infiltraciones.

Si bien es cierto que cualquier medida militar, defensiva u ofensiva, puede superarse si se esfuerzan lo suficiente en ello, el hecho de que los tres palestinos lograron ingresar a Israel tan fácilmente indica que la cerca fronteriza de Gaza no está bloqueada adecuadamente. A la luz de los próximos eventos, el IDF debe sacar algunas claras conclusiones y analizar diferentes medidas para enfrentarse a este problema. Restaurar el sentido de confianza de los residente que viven en la proximidad de Gaza es tan importante como la seguridad real.

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