Thursday, June 04, 2020

Utilizando la tecnología del ADN, los investigadores israelíes disciernen nuevas pistas para reconstruir los Manuscritos del Mar Muerto - JNS


Cueva 11 de Qumran

Utilizando la tecnología del ADN, investigadores israelíes han descubierto nuevas pistas sobre los orígenes de los Manuscritos del Mar Muerto, proporcionando una nueva visión de la vida judía durante los últimos días del período del Segundo Templo.

Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, dirigidos por el profesor Oded Rechavi de la Facultad de Ciencias de la Vida George S. Wise y el profesor Noam Mizrahi del Departamento de Estudios Bíblicos, en colaboración con colegas de la Universidad de Uppsala de Suecia, la Autoridad de Antigüedades de Israel y la Universidad de Cornell, han tenido éxito en decodificar antiguo ADN extraído de las pieles de animales en las que se escribieron los Manuscritos del Mar Muerto.

Al caracterizar las relaciones genéticas entre diferentes fragmentos de pergaminos, los investigadores pudieron discernir conexiones históricas, incluidas cuestiones sobre las diferencias en los textos encontrados en las cuevas de Qumran y en otros lugares. Con algunas de las copias más antiguas de los textos bíblicos, los Manuscritos del Mar Muerto se refieren a unos 25.000 fragmentos de cuero y papiro descubiertos ya en 1947, principalmente en las cuevas de Qumran, pero también en otros sitios en el desierto de Judea.

Los investigadores han estado desconcertados durante mucho tiempo sobre si las obras encontradas en las cuevas de Qumran solamente representaban las de una secta radical del judaísmo, conocida como los esenios, o si eran una colección que refleja el amplio entorno cultural del judaísmo del Segundo Templo.

"Imaginen que Israel es destruido en el suelo, y solo una biblioteca sobrevive: la biblioteca de una secta 'extremista' aislada: ¿Qué podríamos deducir, con esta biblioteca, sobre el gran Israel?", se plantea  Rechavi.

Para distinguir entre los pergaminos particulares de esta secta y otros pergaminos que reflejan una distribución más generalizada, secuenciamos el antiguo ADN extraído de las pieles de animales en las que se inscribieron algunos de los manuscritos. Pero la secuenciación, decodificación y comparación de genomas de 2.000 años de antigüedad es muy difícil, especialmente porque los manuscritos están extremadamente fragmentados y solo se pueden obtener muestras mínimas".

"Sin embargo, uno de los hallazgos más significativos hasta ahora sobre esta cuestión nos indica que, hace 2.000 años, la sociedad judía estaba abierta a la circulación paralela de diversas versiones de libros de las Escrituras. En particular, el descubrimiento de que dos fragmentos del libro de Jeremías en realidad estaban hechos de piel de vaca, no de ovejas".

"Se descubrió que dos muestras estaban hechas de piel de vaca, y estas pertenecían a dos fragmentos diferentes tomados del libro de Jeremías", comenta Rechavi.

En el pasado, se pensaba que uno de los fragmentos hechos de piel de vaca pertenecía al mismo pergamino que otro fragmento que encontramos hecho de piel de oveja. Ese desajuste ahora refuta oficialmente esa teoría".

Rechavi explicó además que las versiones de piel de vaca de Jeremías probablemente no se procesaron en Qumran, sino en un lugar diferente con un más abundante pasto y agua necesaria para la cría de vacas, lo que significa que los rollos en Qumran podrían haber venido de otros lugares.

"Este hallazgo tiene una importancia crucial, porque los fragmentos de piel de vaca provienen de dos copias diferentes del libro de Jeremías, que reflejan diferentes versiones del libro, que se apartan del texto bíblico tal como lo conocemos hoy".

Además, las diferentes versiones de Jeremías pueden sugerir un debate dentro de la sociedad judía sobre las interpretaciones correctas de la Biblia.

"Desde la antigüedad tardía, ha habido una uniformidad casi completa del texto bíblico", nos comenta Mizrahi. “Un pergamino de la Torá en una sinagoga en Kiev sería prácticamente idéntico a uno en Sydney, hasta la letra. Por el contrario, en Qumran, encontramos en la misma cueva diferentes versiones del mismo libro".

"Este hecho sugiere que el concepto de autoridad bíblica, que emana de la percepción de los textos bíblicos como un registro de la Palabra Divina, fue diferente en este período del que dominó después de la destrucción del Segundo Templo".

Como tal, el pueblo judío en ese momento probablemente estaba "enfocado en determinar la interpretación correcta" de los textos bíblicos, no su redacción o su forma lingüística exacta, sugiere Mizrahi.

En el futuro, los investigadores comentan que las pistas proporcionadas por el análisis de ADN de fragmentos de pergaminos plantean preguntas adicionales sobre otros lugares donde los pergaminos pueden haberse originado. Uno de esos ejemplos es un fragmento del libro de Isaías que resultó ser diferente de otros manuscritos de Qumran.

Esto plantea una nueva y curiosa pregunta: ¿se encontró realmente este fragmento en las cuevas de Qumran? ¿O se encontró originalmente en otra ubicación aún no identificada?", se pregunta Mizrahi. "Esta es la naturaleza de la investigación científica: resolvemos viejos acertijos, pero luego descubrimos nuevos misterios".


Labels: , ,

0 Comments:

Post a Comment

<< Home