La tumba de José (Mitzpe Yosef) - Miriam Tsachi - Makor Reshon
Los visitantes pueden entrar en la Tumba de José, en el corazón de la ciudad de Nablus, desde la medianoche hasta el amanecer, mientras que los residentes palestinos están dormidos. Una amplia variedad de personas, haredim, sionistas religiosos, laicos, jóvenes y niños vienen hasta aquí con un acompañamiento militar para desahogar su corazón o para celebrar un feliz acontecimiento (Fotografías de Diciembre de 2007).
Después de los acontecimientos de octubre de 2000 (el lanzamiento de la Segunda Intifada), el ejército israelí prohibió el acceso de los israelíes a la tumba. Sin embargo, hasidim Breslav y otros fieles visitaban la tumba en plena clandestinidad, bajo el amparo de la oscuridad, eludiendo los puestos de control del ejército y la policía.
En febrero de 2003 se informaba en el JPost que la tumba había sido atacada con martillos y un árbol había sido derribado sobre su entrada, además de depositarse en ella piezas de coches y basura que llenaban la tumba, la cual tenía un enorme agujero en su cúpula. Un líder de los haredim Breslav lo notificó y presionó a los ministros del gobierno ante esta profanación, pero el ejército israelí afirmó que no tenía planes para asegurar o vigilar el lugar, alegando que tal acción sería demasiado costosa.
En mayo de 2007, los hasidim Breslav visitaron el lugar por primera vez tras dos años de visitas frustradas. Desde entonces, a algunos grupos de peregrinos se les permite entrar con una escolta armada. A finales de 2007, un grupo de hasidim encontró que la tumba había sido limpiada por los palestinos. En los últimos años, el lugar ha sufrido nuevas violencias y su aspecto se ha deteriorado, con presencia de basura y huellas de neumáticos quemados dentro de ella.
En febrero de 2008, se informó oficialmente que Israel pedía a la Autoridad Palestina que llevara a cabo reparaciones en la tumba. En febrero de 2008, nuevos vándalos quemaron nuevamente neumáticos dentro de la tumba. Como respuesta, el líder palestino Mahmoud Abbas declaró que la tumba era un lugar sagrado para los musulmanes, y restó importancia a los preparativos para una cooperación conjunta palestino-israelí sobre una restauración de la tumba. En diciembre de 2008, trabajadores judíos financiados por donantes anónimos pintaron las paredes ennegrecidas y reconstruyeron el mojón de piedra destruido que cubría la tumba.
A partir de 2009, las visitas mensuales a la tumba se realizan en vehículos blindados del IDF y son organizados por la organización Siquem Ehad, con sede en Yitzhar. A finales de abril de 2009, un grupo de fieles judíos encontraron la lápida rota y los muros pintados con cruces gamadas, así como a la tumba con daños.
Labels: Cultura judía, Mitos judíos, Religión y mística judía
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