Tuesday, June 17, 2008

Un hueso demasiado duro de roer para Al-Jazeera - Roee Nahmias - Ynet



(La traducción de este artículo hace mención del original de Roee Nahmias, "La paciencia de Al-Jazeera y Jerusalem", y de una traducción al francés de Shraga Blum, que titula "Mordechai Keidar remacha el clavo de Al-Jazeera a propósito de Jerusalem". Los añadidos de esta última aparecerán en cursiva)

Una vez no hace costumbre, un catedrático de universidad israelí se ha distinguido por su coraje defendiendo a Jerusalém durante una entrevista concedida a la cadena... Al-Jazeera. Mordechai Keidar es profesor del Departamento de Estudios del Oriente Medio en la Universidad de Bar-Ilan. Con ocasión de Yom Yeroushalaïm, los responsables de la cadena de Qatar habían decidido entrevistar a un especialista israelí sobre la cuestión de la construcción de viviendas judías en Jerusalém, "más allá de la línea verde". En que mal momento tuvieron esa idea ya que, seguramente, Jamal Riyan, entrevistador principal de la cadena, nunca olvidará esta noche.

La primera pregunta que el entrevistador realizó al catedrático de universidad israelí fue: " ¿No cree usted que la decisión de construir viviendas judías en Jerusalén Este supone remachar un clavo más en el ataúd de las negociaciones israélo-palestinas? " La respuesta que él obtuvo no fue en absoluto la que él esperaba proveniente de un catedrático de universidad israelí "clásico":

- A decir verdad, no comprendo del todo cual es el problema. ¿Quiere decir eso que Israel debe pedir la autorización del mundo entero para vivir en Jerusalén? Jerusalém ha sido nuestra capital durante 3.000 años. Estábamos allí cuando sus antepasados solían beber vino, sepultar a sus hijos vivos y adorar a los ídolos en Arabia (Keidar se refería a la Jahiliyyah, o época de la ignorancia de la guía divina, el período así conocido por los árabes por ser anterior al Islam). ¿Entonces, por qué esta pregunta? ¡Esta ciudad nos pertenece para la eternidad! "

Riyan, sorprendido, rechazó rendirse:

- Discúlpeme, Sr. Keidar, Si usted quiere hablar de Historia, entonces hablemos del Corán. Usted no puede negar la presencia de Jerusalém en el Corán. Le pido que no exprese declaraciones ofensivas sobre los árabes y los musulmanes. Volvamos a nuestro tema...

- Jerusalém no es citada ni una sola vez en el Corán...

El entrevistador, irritado, cita una surata que según la creencia musulmana haría alusión a Jerusalém.

- Lo repito, insiste Keidar, Jerusalém no aparece una sola vez en Corán.

- ¿Bueno, hablemos de política, acaso esta decisión del gobierno israelí no va en contra de la Hoja de Ruta que determina que Israel detendrá la construcción de asentamientos en Jerusalém?

- La Hoja de Ruta no hace mención de Jerusalém. Jerusalém esta fuera de las negociaciones. Jerusalém pertenece a los judíos. Punto final. No es cuestión pues de hablar de Jerusalém. Usted puede volver sobre esta cuestión todas las veces que quiera. Amigo mio, compruebe usted antes la Hoja de Ruta...

- !! A este ritmo, Jerusalém englobará pronto toda la Cisjordania !!, contesta nervioso el entrevistador...

- !! Escúcheme, Israel no se preocupa de lo qué Qatar construye o deja de construir, así pues, no veo porque les interesa conocer donde construimos nosotros !! Jerusalém es nuestra capital eterna, y ni Al-Jazeera ni nadie más tiene algo que decir que concierna a esta ciudad. Jerusalém es únicamente una ciudad judía y nadie más puede reivindicar alguna conexión con ella.

La entrevista aún prosiguió durante unos minutos con el mismo tono, antes de que Jamal Riyan la pusiera fin súbitamente, jurándose que sin duda la próxima vez invitaría más bien a Zeev Sternhell o Avram Burg...

Es interesante indicar que el lema de Al-Jazeera es "Una opinión, y la otra opinión". Parece que este lema nunca ha sido puesto tan a prueba.

Imaginemos un instante que nuestros dirigentes tuvieran el mismo coraje y la misma determinación que este catedrático de universidad cuando se encontraran frente a los negociadores palestinos...

La entrevista aparece en Youtube aquí

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6 Comments:

Blogger Iojanan said...

Tú dices coraje por no desentonar, yo diré qué par de cojones tuvo este hombre al hablar sin tapujos y sin miedos o falsas ofensas. Magnífico post

12:03 PM  
Blogger Iojanan said...

Con tu permiso te lo copio .

12:12 PM  
Blogger Neguev and me said...

Magnífico post. Por no repetir mis comentarios, los he dejado el el blog de Iojanán

4:31 PM  
Blogger José Antonio said...

Para mí lo mejor es que están acostumbrados a hablar con occidentales o con israelíes que siempre tienen la costumbre de relativizar su opinión y por lo tanto no atacan la versión intransigente que se les ofrece por parte árabe, tratando de mantener un "diálogo", de llegar a ciertos consensos, no a rupturas, pero que al aceptar de hecho esa narrativa árabe y no contradecirla queda como verdad oficial.

Y de repente, este historiador israelí les devuelve la moneda y no les permite ni una. Aquí ya no hay consensos que valgan, ni "relativismo constructivo", sólo la historia y la verdad pura y dura. De ahí el sofoco y la indignación contenida. Les está cuestionando delante de todos sus espectadores esa narrativa oficial que no se cansan de exponer porque nadie trata de afrontarla y todo por mor de "no romper el diálogo".

Historiador a seguir (aunque no comparte ciertas afirmaciones taxativas)

1:46 AM  
Blogger Neguev and me said...

te dejo esto que pienso que completa la entrada. Me acordé de los problemas con las excavaciones en el Monte del Templo, bajo la jurisdición del Waqf. Una búsqueda en google y aparecieron varios hits, los que te pego a continuación me parecieron los mas relevantes:
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II. La verdadera historia
Prof. Yuval Baruch
Arqueólogo de la región de Jerusalén,
Autoridad de Antigüedades de Israel
El clamor levantado en torno a los trabajos de reconstrucción de la rampa de Mughrabi, nos inundó con nombres de lugares y expresiones que fueron, por años, telón de fondo de acontecimientos y circunstancia sobre los derechos del pueblo judío en el Muro Occidental, así como sobre la legitimidad de las excavaciones arqueológicas en el Monte del Templo.
A mediados del siglo XIX, el pueblo judío trató de mejorar su estatus en ese lugar sagrado. Alrededor de 1850, el sabio judío Abdullah de Bombay intentó, sin éxito, comprar el Muro Occidental. Las tentativas de Moshé Montefiore fueron, también, vanas y lo único que se logró fueron acuerdos temporales, cancelados periódicamente, ante el pedido de los encargados del WAQF (Sistema Patrimonial Musulmán) al Gobierno Otomano, que temían que, el pueblo judío, adquiriera los derechos de posesión del lugar. En 1887, el Barón Rothschild diseñó un plan para comprar el barrio de Mughrabi pero, a último momento, el proyecto fue cancelado, por razones desconocidas. Incluso los intentos del la Compañía Palestina para el Desarrollo de la Tierra, de adquirir los alrededores del Muro Occidental para el pueblo judío, justo antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, nunca prosperaron.
Después de la Declaración Balfour, las instituciones sionistas comenzaron a poner énfasis en el Muro Occidental, como símbolo nacional del pueblo judío, además de su ya destacada significación religiosa. Esta acción llevó al Mufti de Jerusalén a reclamar que, el pueblo judío, pretendía tomar control del Muro Occidental, declarándolo, sin sustento histórico o religioso, un lugar musulmán sagrado. Esta pared de piedra, a la que el pueblo musulmán no prestaba ninguna importancia, fue llamada desde entonces El Buraq, debido a que allí fue atado el caballo mágico del Profeta Mahoma.
Alrededor de 1920, el Mufti de Jerusalén, ordenó la apertura de la puerta de Mughrabi, en la parte sur de la plaza, atacando a creyentes judíos y destruyendo objetos rituales. Tiempo después, estallaron los disturbios de 1929. Como consecuencia, los británicos establecieron un comité de investigación. El reporte de ese Comité incluye declaraciones específicas sobre cómo el uso que el Mufti hizo del mito de El Buraq, incitaba al pueblo árabe contra el pueblo judío.
La primera conexión entre El Buraq y esta región puede ser atribuida a Mujar al-Din, juez del siglo XV cuyo ensayo “La historia de Jerusalén y de Hebrón” es un elemento indispensable para entender Jerusalén. Entre las edificaciones que describe, en el área del Monte del Templo, hay una mezquita, llamada Mezquita de los Occidentales (Mezquita Al Magriba). “En los patios del Monte del Templo, hacia el oeste de la Mezquita Al Aqsa, una estructura cubierta de cúpulas, conocida por el nombre de Mezquita de los Occidentales. Este es un lugar que despierta reverencia y muchos van allí a rezar (…)”[1]. De acuerdo a esta descripción es claro que, al menos en el siglo XV, la Mezquita El Buraq, estaba ubicada dentro de los patios del Monte del Templo y, ciertamente, no en los alrededores de Mughrabi que, también, es mencionado por Mujar al-Din.
Hay muy pocos datos de la historia del barrio de Mughrabi. Lo mismo sucede con los monumentales ensayos “Jerusalén Mameluca” o “Jerusalén Otomana”, que contienen referencias, parciales o insignificantes, sobre ese vecindario. En general se cree que los residentes de Mughrabi eran de clase social muy baja. Tampoco hay datos sobre edificaciones públicas o religiosas en el lugar.
En el año 2004, cuando la rampa de Mughrabi se desplomó, fue descubierto un pequeño cuarto, con una alcoba y una cúpula en la parte superior; una suerte de nicho de plegarias de los musulmanes, orientado al sur. Algunos sugieren que, ese espacio, constituye parte de lo que era una sala de oración de una madrasa (escuela de estudios religiosos de los musulmanes), ubicada cerca de la puerta de Mughrabi.
Luego de la Guerra de los Seis Días, el área de la plaza del Muro Occidental, fue expandida hacia el sur. Durante esos trabajos, se descubrieron el pórtico norte y la gran piedra del dintel, del área más antigua de las puertas, conocida por su nombre científico, la Puerta de Berkeley, y puede ser vista en la sección de mujeres del Muro Occidental. Fue descubierta, en 1848, por el misionero James Thomas Berkeley que, en ese momento, se desempeñaba como Cónsul Americano en Jerusalén. Berkeley descubrió la puerta desde su lado interior, dentro del Monte del Templo. Ese hallazgo permitió, a los investigadores, identificarla como una de las Puertas del Monte del Templo, del período del Segundo Templo, y mencionada en fuentes judías y cristianas de la época, incluyendo la Puerta de Coponius. La Puerta fue bloqueada, con piedras, al final del Siglo X (EC) y, la habitación de la puerta del lado interno, fue consagrada a El Buraq. Hoy en día, esa cámara se encuentra cerrada y su entrada está prohibida, salvo autorización del WAQF.
A través de los años, la fachada externa de la Puerta de Berkeley fue cubierta y, el terreno exterior del Monte del Templo, fue levantado varios metros por encima del dintel. En algún momento, probablemente en el siglo XII EC o quizás más tarde, una nueva puerta, llamada Bab Al Magriba, fue instalada en el Muro Occidental, por encima del nivel de la Puerta de Berkeley. Esta es la Puerta de Mughrabi, nombrada después así por los residentes del vecindario, que habían llegado a Jerusalén desde Marruecos en los días de Saladino. Hoy en día, está abierta y es la única entrada para los no-musulmanes al Monte del Templo.
En los comienzos del siglo XIX, investigadores europeos y americanos comenzaron a investigar el Monte del Templo y sus alrededores. Así descubrieron, además de la Puerta de Berkeley, los restos de los Arcos de Robinson y Wilson, llamados así por los científicos que los sacaron a la luz. Otros conocidos investigadores, como la británica Kathlee Kenyon, condujeron excavaciones en las áreas adyacentes al Monte del Templo.
Luego de la Guerra de los Seis Días comenzó otro momento en las investigaciones históricas y arqueológicas. Fue cuando se iniciaron las excavaciones, a gran escala, en el área occidental del Muro, conducidas por el Profesor Benjamín Mazar; realizadas en esa zona y hacia el sur de la plaza del Muro Occidental, y otra situada dentro de la plaza misma. Más tarde, el arqueólogo Meir Ben Dov supervisó las excavaciones realizadas en el túnel del Muro Occidental y por debajo de las casas del barrio musulmán. Esas investigaciones continuaron, con mucho énfasis, siendo conducidas por Dan Bahat. Desde el principio, generaron una tremenda oposición en los círculos e instituciones internacionales islámicas, que no aceptaban los trabajos de investigadores israelíes en Jerusalén, rechazando, incluso, los importantes hallazgos. Unas veces la oposición fue moderada; otras, cuando las voces incitantes tomaban las riendas, la situación culminaba en ataques y violencia. Aquellos que se expresaban contra las excavaciones justificaban su posición alegando una fuerte preocupación por las obras bajo los muros, así como por la destrucción intencional de las Mezquitas en la superficie.
Los trabajos conducidos por Mazar, al sur del Muro Occidental y por Ben Dov y Bahat en los túneles del Muro Occidental, revelaron descubrimientos arqueológicos de extrema importancia, que contribuyeron al conocimiento sobre el pasado de Jerusalén. Los arqueólogos removieron varias capas, incluso las situadas a lo largo de los muros del mismo Monte del Templo. Revelaron que, las capas, datan de la época herodiana en su máximo esplendor, al lado de las cuales se encuentran las Puertas de Hulda y rastros de calles del Segundo Templo, las que fueron cubiertas por la caída de grandes piedras, derribadas por los soldados romanos, de los muros del sitio sagrado.
Los romanos construyeron nuevas edificaciones sobre las ruinas judías, muchas de las cuales, como los baños romanos, fueron descubiertas en la zona. En el período bizantino, el lugar fue muy prestigioso y, cerca de las calles pavimentadas (zona denominada El Cardo), se construyeron una docena de residencias e instituciones públicas bizantinas. Cabe destacar que, entre los importantes descubrimientos, producto de esas excavaciones, hay cuatro enormes edificaciones, construidas por los primeros gobernantes musulmanes de Jerusalén de la dinastía omeyadé. En los años 1990, la IAA reinició las excavaciones en el área del parque arqueológico hacia el sur del Muro Occidental, abierto al público como un bello y moderno parque arqueológico, que exhibe fielmente los rastros del pasado de Jerusalén y la historia de la ciudad. Los túneles del Muro Occidental fueron, también, colocados a disposición del público.
Las excavaciones arqueológicas en esta importante área no terminaron. En el último año y medio, la IAA llevó adelante búsquedas, a gran escala, en la plaza sur del Muro Occidental, que sacaron a la luz espectaculares e instructivos vestigios de 2000 años de antigüedad. Estas excavaciones, así como otras conducidas por la IAA en Israel en general, y en Jerusalén en particular, están acompañadas por un comprometido trabajo de preservación, que tiene por objetivo mostrar las huellas del pasado de la ciudad, con las particularidades y naturaleza de cada período.
Entre las acciones de conservación, se destacan los trabajos de restauración y preservación del muro Machkema del Periodo Mameluco, y la parte norte de la plaza del Muro Occidental.
Incluso ahora, con los inicios de las excavaciones en la rampa de Mughrabi, los arqueólogos y los profesionales, trabajando codo a codo, anticiparon los descubrimientos por venir; mientras que, conservadores y arquitectos, están llenos de ideas sobre cómo preservar y mostrar lo que ya fue revelado, para el beneficio de la ciudad de Jerusalén, sus habitantes y aquellos que la aman, no importa el lugar donde vivan.

[1] traducción al hebreo realizada por Yosef Drori, en Ariel, revista sobre Israel, edición 59, 5748.

Este

Y un video

3:19 AM  
Blogger Neguev and me said...

El artículo proviene de aquí:


http://infotzion.wordpress.com/2007/02/22/211/

3:31 AM  

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