Saturday, December 14, 2013

El sionismo, entre lo real y el ideal - Daniel Gordis



Es en esa dolorosa brecha entre lo real y lo ideal se vive realmente la vida. En nuestros matrimonios, en nuestras relaciones con nuestros hijos y nuestros padres, el abismo entre lo que somos las personas y lo que a la gente le gustaría representa uno de los aspectos y momentos más dolorosos de la vida - pero también más productivos -. Es cuando nuestra gran expectación se enfrenta a la decepción, cuando el amor se ve paralizado por la traición y el anhelo, cuando nos enteramos que un verdadero compromiso se prueba en el crisol de la angustia, en el desesperado deseo de que las cosas hubieran sido diferentes, o aún podría serlo.

El sionismo no es realmente diferente. Aquellos de nosotros que pusimos en relieve la historias de esos valientes judíos salvados de las hogueras y hornos de Europa, defendiéndose a sí mismos en la década de 1940 contra los ataques de los árabes y luego bailando en las calles de Tel Aviv en 1948, nos vemos obligados a enfrentarnos a la realidad del Estado judío, algo que siempre es un proceso profundamente doloroso. La mayoría de nosotros conocemos a personas que, una vez expuestos los aspectos más feos de Israel, se han vuelto personas implacables, unos críticos sin amor por Israel. Otros asumen precisamente la posición opuesta, negando cualquier fallo o imperfección, y para ellos cualquiera que se atreva a criticar al Estado judío se demuestra totalmente equivocado, o bien se odia a sí mismo, o peor aún.

¿Es éste realmente el mundo que queremos habitar?

El nuevo libro de Ari Shavit, "Mi Tierra Prometida: El triunfo y la tragedia de Israel", nos pone a la prueba. Tiene un par de capítulos en los que, literalmente, pude leer solamente dos o tres páginas y, a continuación, tuvo que dejar el libro. Anduve después por la sala de estar, hice una taza de té, respiré hondo, y me obligué a sumergirme a través de dos o tres páginas más, antes de tomar otro descanso.

Terminé "Mi tierra prometida" agotado, dolorido y profundamente agradecido. Porque se trata de un libro escrito por un hombre cuyo amor por Israel impregna cada página. Adora el país y lo conoce profundamente (a diferencia de esos autores de los últimos años con críticas mucho menos matizadas y para quienes Israel es poco más que una "ocupación") y desea permanecer en Israel, "pase lo que pase", como dice en su última frase. Así los defectos de Israel no provocan apenas problemas a Shavit, lo atormentan. Escribió su libro, uno lo sospecha, porque él quiere que nos atormentan también a nosotros.

Mi "Tierra Prometida" es un hábil tejido de agonía y éxtasis. Justo cuando la narración se vuelve casi insoportable, Shavit cambia el tono y nos recuerda lo maravilloso, la creatividad y la decencia en el centro del alma misma de Israel. Lo hace con el buen ojo del periodista de primer nivel que es y con el dulce oficio de un gran novelista. No es de extrañar, por lo tanto, que críticos tan dispares como Leon Wieseltier, Jeffrey Goldberg y Thomas Friedman se hayan deshecho en elogios sobre el libro.

Pero no todo el mundo lo ha hecho. Algunos, angustiados por la crítica de Shavit a su amado Israel, han tratado de demostrar que Shavit está, bueno, se equivoca.

Quizás el capítulo más doloroso de Shavit trata sobre las masacres y el exilio de los árabes de Lydda (Lod) en la Guerra de la Independencia. Cuando recientemente se publicó este capítulo en The New Yorker, las respuestas predecibles surgieron inmediatamente. Allí estaba el "Ven... Israel nació en pecado, y con violencia asesina ese día". Y allí estaba también el "No, Israel está legítimado, precisamente porque nada de eso había sucedido".

Una columna escrita por un defensor de Israel muy elocuente y bien informado, cita a un periodista, Dan Kurzman (quien, aunque prolífico, no es un historiador declarado), como base para afirmar que Lydda se había "rendido, se retractó de su palabra, masacró y mutiló a soldados israelíes (judíos), y luego, a pesar de todo esto, a los residentes se les permitió salir ilesos". Entonces, el escritor se pregunta,"¿Por qué Shavit y sus editores omitieron el hecho crucial de que Lydda se había rendido y había accedido a desarmarse y vivir en paz, y que los israelíes (las fuerzas judías)  habían acordado permitirles quedarse?" [N.P.: a mí se me ocurren dos más, ¿por qué The New Yorker seleccionó para su publicación precisamente ese capítulo? y ¿por qué Ari Shavit, sabiendo cómo debía saber los motivos de esa selección, aceptó, quizás creyendo que era buena publicidad?]

Sin duda es una pregunta justa. Así que volví a leer partes de una historia fidedigna y autorizada de esa época, el magistral libro de Benny Morris "1948". Morris escribe (págs. 286 y siguientes) que los registros de las fuerzas de defensa israelíes muestran que 250 civiles fueron asesinados, y que Ben-Gurion autorizó la expulsión de 50.000 residentes de la ciudad (y luego se jactaron en su gabinete de que todos se habían ido). Los registros del Cuarto Regimiento del IDF informaron que "unos 30.000 mujeres y niños de ... Lydda ... están sufriendo de hambre y sed en un grado que muchos de ellos han muerto". ¿Eso equivale a que a "todos los residentes se les permitió salir ilesos?" En cuanto a la "rendición", Morris escribe que "como instrumento para la rendición implícitamente [énfasis añadido] permitieron a los habitantes de Ramla quedarse", y que Itzjak Rabin dio la orden de que "los habitantes de Lydda debían ser expulsados ​​de forma rápida y sin atención a la edad" (página 290).

Yo no soy un historiador y nunca he investigado ese período. Así que yo no pretendo saber exactamente lo que ocurrió. Lo que sí parece indiscutible, sin embargo, es lo siguiente: ya que la historia de esa época es altamente controvertida, la honestidad intelectual exige que, al menos, no pretendemos otra cosa. ¿Benny Morris (un historiador de primera clase) y Ari Shavit (un periodista igualmente talentoso) nos proporcionan un relato ficticio a sabiendas? ¿O es más probable que mi país de adopción (re) naciera en circunstancias que eran mucho más complejas - y también sucias y dolorosas - que las narradas en los relatos en los que muchos de nosotros fuimos criados?

¿Estoy de acuerdo con cada afirmación en el libro de Shavit? No. ¿Personalmente escribiría una frase como "el sionismo había llevado a cabo una masacre en la ciudad de Lydda"? No creo que pudiera.

Pero aquí está el problema. Precisamente porque espero legar a mis nietos un Israel mejor que el que heredé, necesito observadores atentos, investigadores cuidadosos y autores amantes de Israel como Ari Shavit, con plumas como la suya. Pero a veces esa prosa me detiene en seco, hace que me sea difícil respirar. Relatos como estos, incluso frases con las que me enfurezco, nos obligan a reconocer, cuando sería más fácil no hacerlo, que a pesar de la justicia de su causa, nuestro país - como muchos otros - fue creado en medio de un crisol de confusión, ira, pasión y violencia. Y ellos nos obliga a preguntarnos qué tipo de narrativa vamos a crear a partir de ahora en adelante

Es esa mezcla dolorosa que Shavit cree que podemos - y debemos - afrontar, con el fin de que el núcleo moral de Israel continúe prosperando. ¿Pero podemos amar a este país sólo si es perfecto? ¿O podemos modelar un sionismo en el que nos enfrentamos a las partes complejas y dolorosas de nuestra historia a la vez que afirmamos que tenemos todo el derecho - y la necesidad - de estar aquí?

Shavit cree que somos capaces de tomar un camino intelectual y moralmente sofisticado. Él espera, tengo esa sensación, de que podemos legar a las generaciones venideras un Israel que sea profundamente judío pero profundamente comprometido con la humanidad en general, físicamente seguro y lo suficientemente confiado como para ser profundamente autoreflexivo. ¿Acaso no es eso el judaísmo?

¿Está justificada la fe de Shavit en nosotros y en que podamos ser tan sofisticados? ¿O es quizás él quien nos a sobrestimado? Por el bien de todos, debemos esperar - y debemos asegurarnos - que no se equivoca.

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Sunday, June 19, 2011

Las pequeñas cosas de los buenos amigos - Cellcomm



La compañía de telefonía israelí Cellcom es muy conocida por realizar unos buenos anuncios de televisión. Uno muy reciente, aún siendo un mero anuncio, también dice mucho acerca del estatus de la religión en la sociedad israelí. El anuncio nos muestra la boda de un joven recientemente vuelto religioso y como sus amigos laicos tratan de llegar hasta la ceremonia de la boda. El mensaje es que "los buenos amigos siempre te acompañarán", un jingle publicitario bien hecho y con un buen mensaje.

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Friday, June 17, 2011

Luz de luna


La luna sobre Tel Aviv antes del comienzo del eclipse


El comienzo del eclipse sobre Haifa


Jerusalén, la luna sobre las torres de David


Jerusalén, puerta de Damasco

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Saturday, July 24, 2010

¿Felicidad? Israel, bien gracias; España, bastante peor



Israel, en el puesto 8; España, en el 43 (esto antes del Mundial, por supuesto)

En general, los países ricos son los más felices, y no parece una coincidencia.

No obstante, la cuantificación de la felicidad no es una tarea fácil. Los investigadores de la Gallup World Poll la han tratado de medir en una encuesta a miles de encuestados de 155 países, entre 2005 y 2009, con el fin de medir dos tipos de bienestar.

- En primer lugar, inquirieron a los encuestados que reflexionaran sobre su satisfacción global con sus vidas, y evaluaron sus respuestas usando una puntuación de 1 a 10.

- Posteriormente, les hicieron preguntas acerca de cómo se había sentido cada sujeto el día anterior. Estas respuestas permitieron a los investigadores evaluar sus "experiencias cotidianas", cosas como si se sentían bien descansadoa, respetadoa, libre de dolores y comprometidos intelectualmente.

Los sujetos que dieron lugar a unas puntuaciones altas se consideraron "en pleno desarrollo". El porcentaje de individuos que sienten que prosperan, es decir, que están "en pleno desarrollo", determinan los rankings de cada país.

PD. No deja de sorprenderme el bajo resultado de España. Sobre todo por el mantra popular que dice repetidamente que España es el mejor país en donde vivir, de hecho, en donde mejor se vive. Bueno, también se decía que no eramos racistas, ni nacionalistas... y ya ven la cuasi epidemia de banderas nacionales. Aunque esto último tiene más que ver con esa oscilación tan típica entre la nada y el todo. Aquí no gusta el punto medio, y ya conocemos los placeres de mimetizarse con la multitud en marcha. ¿Felicidad gregaria?

Fuente: Forbes

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Friday, March 12, 2010

¿Judío o israelí‭? ‬-‭ ‬Aluf Benn‭ ‬-‭ ‬Haaretz



La ocupación está muerta.‭ ‬Terminada.‭ ‬Aunque no en los territorios:‭ ‬los palestinos en Cisjordania siguen con la esperanza de liberarse del control israelí,‭ ‬y lo ponen de manifiesto en las barricadas y en la lucha con sus vecinos los colonos por cada colina y cada olivar.‭

Pero de este lado de la valla de separación,‭ ‬sólo unos pocos están interesados en lo que está sucediendo al otro lado.‭ ‬El debate sobre los territorios aún genera problemas entre los extremistas de izquierda y derecha que se preocupan en buscarse y gritarse los unos a los otros en Sheikh Jarrah,‭ ‬pero ya no define el debate político en Israel.‭

La cuestión clave en el debate público actual gira sobre el centro de la identidad nacional de Israel:‭ ¿‬cómo lograr el equilibrio adecuado entre los componentes de‭ "‬un Estado judío y democrático‭" ‬y el pasado y el futuro‭? ‬La batalla gira en torno a los fundamentos que conformarán el alma de la corriente mayoritaria de la sociedad,‭ ‬la decreciente mayoría de israelíes laicos y tradicionalistas.‭

Los cambios demográficos están incrementando el poder de los ultra-ortodoxos y de los árabes,‭ ‬pero debido a las diferencias culturales y políticas entre estas dos comunidades,‭ ‬los judíos de Israel que conducen en Shabbat y no utilizan las filacterias continúan dirigiendo el país.‭

Desde que volvió al poder,‭ ‬el Primer Ministro Benjamin Netanyahu se ha centrado en presentar al Likud como el partido del ideal sionista contemporáneo.‭ ‬Netanyahu se considera a sí mismo como una continuación del legado iniciado por Theodor Herzl,‭ ‬o por lo menos como una interpretación actualizada,‭ ‬y cita a menudo al líder sionista.‭

Su principal demanda a los palestinos,‭ ‬que reiteró en el inicio de las negociaciones indirectas este lunes,‭ ‬es que reconozcan a Israel como‭ "‬un estado judío‭"‬.‭ ‬La negativa palestina le sirve a Netanyahu en el debate interno:‭ "estoy defendiendo los principios fundamentales y nuestros derechos históricos,‭ ‬en comparación con los gobiernos de la izquierda que han renunciado a ellos‭"‬.‭

El enfoque de Netanyahu está en la raíz del Plan del Patrimonio Nacional anunciado el mes pasado y en la iniciativa pedagógica del ministro de Educación Gideon Saar.‭

Invitando a oficiales del IDF a las escuelas,‭ ‬conmemorando a los judíos ejecutados por los británicos,‭ ‬presentando a las organizaciones de izquierda como colaboradores en la campaña internacional de‭ "‬deslegitimación‭" ‬de Israel,‭ ‬exigiendo de los palestinos que alteren su narrativa y reconozcan el derecho judío a la Tierra de Israel,‭ ‬todo ello combinado en un mismo esfuerzo.‭ ‬Netanyahu trata de‭ ‬hacer‭ ‬revivir los símbolos de Ben-Gurianismo:‭ ‬la Biblia,‭ ‬el ejército israelí‭ (‬IDF‭)‬,‭ ‬la arqueología,‭ ‬Trumpeldor y Tel Hai.‭

"Una nación necesita conocer su pasado a fin de garantizar su futuro‭"‬,‭ ‬dijo Netanyahu,‭ ‬el hijo de un historiador.‭

La ideología de Netanyahu,‭ ‬que puede ser descrita como‭ "‬capitalismo nacional‭"‬,‭ ‬pone en la misma tienda a los inmigrantes procedentes de Rusia,‭ ‬que se identifican con el lema de un gobierno fuerte en un estado poderoso,‭ ‬y‭ ‬a‭ ‬los haredim,‭ ‬que se identifican con el mensaje judío.‭

A los ojos del primer ministro,‭ ‬los miembros del campo rival‭ (‬la izquierda‭) ‬sufren de poseer poca profundidad cultural,‭ ‬de‭ "‬una falta de conocimientos y de espíritu‭ (‬judío‭)"‬,‭ ‬al estar excesivamente centrados en sí mismos,‭ ‬y creyendo equivocadamente que son cosmopolitas‭ [N.P.: ¿‬Particularismo vs Universalismo‭?‬,‭ ‬les suena esta pugna‭] ‬.

Estas expresiones de Netanyahu pronunciadas en la última Conferencia Herzliya apuntan a una versión blanqueada de ese otro mensaje de que‭ "‬los izquierdistas han olvidado lo que significa ser judío‭"‬,‭ ‬característico de su anterior desempeño como primer ministro.‭

Contra el nacionalismo de Netanyahu se encuentra un campo‭ (‬la izquierda‭) ‬sin formato definido,‭ ‬que quiere reforzar el elemento democrático dentro de la ecuación de la identidad y crear un‭ "‬Estado de Israel‭"‬.‭ ‬Su ideología se centra en una apertura hacia el mundo,‭ ‬en sus esfuerzos en desarrollar a Israel como un país occidental y liberal,‭ ‬no fortificado,‭ ‬y sin nada que ver con un gheto agresivo.‭

Esta izquierda ha adoptado los elementos sociales de‭ ‬la herencia de Ben-Gurion,‭ ‬una ruta hacia un neo-socialismo,‭ ‬con una‭ ‬preocupación por los débiles y los refugiados y‭ ‬por‭ ‬el medio ambiente,‭ ‬pero también‭ ‬copiando los modelos del éxito mundano,‭ ‬tales‭ ‬como Shai Agassi y Bar Refaeli.‭

Tzipi Livni simboliza esos valores y,‭ ‬aunque ella no se da cuenta de que esto es así,‭ ‬sus electores la identificaron‭ ‬de esa manera durante la campaña electoral.‭ ‬La cuestión es si va a seguir liderando ese‭ ‬campo en el futuro,‭ ‬y a que dirección permanecerá abierta.‭

Netanyahu es el líder de la corriente‭ ‬nacional‭ ‬que ama al ejército y se asocia con los símbolos nacionales.‭ ‬La izquierda está dividida entre los intereses políticos,‭ ‬los cuales le obligan a buscar una entente con los árabes y‭ ‬a‭ ‬tratar de incorporarlos a la sociedad judía,‭ ‬y su deseo de legitimidad,‭ ‬lo cual le‭ ‬conduce a una‭ ‬posición de‭ ‬búsqueda de una‭ ‬mayor seguridad,‭ ‬lo que supone incidir en posiciones menos democráticas.‭ ‬Este dilema lo aprovecha‭ ‬la derecha,‭ ‬y‭ ‬le asegura seguir en el poder por el momento.‭

Un estado judío o israelí,‭ ‬de cara al pasado‭ ‬o al futuro,‭ ‬entre el aislamiento y la apertura,‭ ‬estas son las características del debate contemporáneo sobre el carácter de Israel.‭ ‬La disputa sobre el futuro de los territorios,‭ ‬en la medida en que‭ ‬existe,‭ ‬es sólo una extensión de este debate contemporáneo.‭ ‬Después de todo,‭ ¿‬donde está Yitzhar‭ (alusión a un alejado establecimiento en Cisjordania?

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Saturday, February 20, 2010

El 66% de la opinión pública se opone a la concesión del derecho de voto a los israelíes que viven en el extranjero - Ynet

Una encuesta del Ynet-Yesodot revela que la población haredí es la única que apoya la propuesta del primer ministro. Casi el 70% de los encuestados cree que la Ley de Retorno sigue siendo pertinente.

La propuesta del primer ministro Netanyahu de conceder a los israelíes que viven en el extranjero el derecho a votar en las elecciones a la Knesset, ha suscitado un debate tormentoso sobre el grado de influencia que se debe dar a los que no se verán directamente afectados por los resultados de la votación.

¿Y qué piensa la opinión pública? Una encuesta realizada por el Ynet y la organización religioso-sionista Yesodot ha puesto de manifiesto una mayoría decisiva contraría a la propuesta.

La encuesta, llevada a cabo por Panels Ltd, entrevistó a 507 personas con una muestra representativa de los adultos judíos de Israel (el error de muestreo de ± 4,4%).

La primera parte de la encuesta investigó la posición de la opinión pública con respecto a la iniciativa del Primer Ministro Benjamin Netanyahu. Alrededor del 66% de los encuestados dijeron que se oponen a la propuesta de ley, mientras que el 28% estaban a favor, y el 6% dijo que aún no había tomado su decisión.

Subdividiendo esos resultados de acuerdo con las categorías religiosas se comprueba que la población ultra-ortodoxa es la única con una mayoría a favor de la concesión de los derechos de voto a los israelíes que viven en el extranjero (55%). En contraste, el 61% de los que se describen como religiosos, el 65% de los que se hacen llamar tradicionales, y el 70% de las que definen a sí mismos como laicos dijeron que están en contra de la propuesta.

Los encuestados fueron preguntados sobre las siguientes afirmaciones relativas a los derechos de los judíos de la diáspora, y se les pidió que indicaran su nivel de acuerdo/desacuerdo con cada declaración.

- Los ciudadanos árabes tienen más derechos que los judíos de New York

Aproximadamente el 56% negó la declaración (35% "totalmente en desacuerdo" y el 21% "no están de acuerdo en cierta medida") mientras que el 40% estuvo de acuerdo (25% "de acuerdo en cierta medida" y el 15% "muy de acuerdo"). Un 4% dijo que no tenía opinión sobre el asunto. Mientras que el 50% de los judíos seculares dijo que los árabes israelíes tienen más derechos que los judíos fuera de Israel, una clara mayoría de los encuestados tradicionales, religiosos y haredi pensaba de otra manera.

- Todos los judíos de la diáspora deben tener derecho a voto

Alrededor del 75% no estuvo de acuerdo y sólo el 22% estaba de acuerdo, mientras que el 3% no tenía opinión. Aquí las respuestas de los haredim estuvieron en claro contraste con los otros grupos, con un 50% de acuerdo en que los judíos que no son ciudadanos deben tener el derecho a voto.

- Los judíos de todo el mundo pueden votar en asuntos muy importantes

Los encuestados dieron ejemplos como la Ley del Retorno y la situación del Muro Occidental y el Monte del Templo. Aquí también la mayoría estaban en contra: 62% se opuso a la declaración y el 33% estuvo a favor, con el equilibrio manteniéndose más o menos a lo largo de las subcategorías religiosa.

- La Ley del Retorno esta superada

¿Cuál es la situación de la ley que concede a todos los judíos el derecho de hacer aliya y recibir la ciudadanía? Alrededor de 69% está en desacuerdo (44% "totalmente en desacuerdo" y el 35% "no están de acuerdo en cierta medida"), mientras que el 27% estuvo de acuerdo con la declaración. Aquí también el balance era más o menos igual en todas las subcategorías, que van desde 60% en contra de considerar la ley como superada (los encuestados haredí) al 75% en contra (los encuestados religiosas).


El director de Yesodot, Shoshi Becker, señaló que "La conclusión es que la mayoría de la población está en contra de permitir que los israelíes en el extranjero voten. No hay gran diferencia entre los distintos sectores, excepto para el sector haredí, que siempre da preferencia a la judeidad en lugar de la israelidad. Los sectores religiosos destacan en su identificación con una participación de los judíos de la diáspora en las cuestiones más importantes, un eco de la reclamación del rabino Zvi Yehuda Kook de que Eretz Israel le fue dado al pueblo judío por toda la eternidad y no tenemos derecho a discutir su destino".

"Nos parece que el carácter especial del pueblo judío nos obliga a integrar el aspecto judío con la forma de ser de Israel, pero no la participación de los judíos de la diáspora en las cuestiones relativas a los asuntos internos de Israel. En cuanto a la propuesta actual, se acepta en algunas otras democracias por el entendimiento de que muchas personas están en el extranjero por causas relacionadas con su trabajo. Tal vez se debería conceder el voto condicionado a que visitaran Israel al menos una vez durante un período de tiempo determinado, lo que demostraría que su conexión con Israel se mantiene".

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Thursday, February 18, 2010

El voto,‭ ¿‬derecho o privilegio‭? ‬-‭ ‬Moshe Arens‭ ‬-‭ ‬Haaretz

Uno podría haber pensado que los sionistas se habían convertido hace tiempo en casi una especie en peligro de extinción dentro de Israel.‭ ‬Pero resulta que muchos de ellos sólo dormían,‭ ‬y de repente han despertado de su letargo con aires de venganza,‭ ‬enfurecidos por la idea de un proyecto de ley en la Knesset que permitiría a los ciudadanos israelíes que están en el extranjero‭ participar en la votación el día de las elecciones

Estas viejos sionistas parecen aún estar viviendo en los primeros días del Estado de Israel.‭ ‬En los viejos tiempos,‭ ‬las únicas personas que viajaban al extranjero eran ministros o altos funcionarios,‭ ‬o bien aquellos que habían decidido dar la espalda al estado judío y compraban billetes de ida a otras tierras,‭ ‬donde tenían la intención de buscar su fortuna.‭ "‬Una recaída de los débiles‭" ‬es como los llamaba Yitzhak Rabin.

‭¿‬Quién se atrevería a sugerir que aquellos que no sirvieron en el IDF,‭ ‬cuyos hijos no servirán en el ejército israelí,‭ ‬que no pagan los impuestos israelíes,‭ ‬y que sólo muy de vez en cuando nos contemplan desde la lejanía,‭ ‬deben estar habilitados para participar en nuestras elecciones y‭ ‬en la determinación de nuestro destino‭ ‬-‭ ‬el destino de aquellos que tuvieron el coraje de afrontarlo y‭ ‬que‭ ‬siguen soportando la carga de vivir en un Israel asediado y amenazado por‭ ‬sus‭ ‬enemigos‭? ¿‬No sería una traición del ideal sionista‭?

Los ultrajados sionistas sí se encuentran en buena compañía en este tema,‭ ‬pues están con ellos los post-sionistas y los no sionistas e inclusive los antisionistas.‭ ‬Todos ellos están en armas,‭ ‬indignados por la sugerencia de que los ciudadanos israelíes en el extranjero sean autorizados el día de las elecciones a participar en dicha elección.

‭¿‬Tienen razón‭? ¿‬O quizá sólo aquellos que terminan su servicio militar obligatorio y pagan sus impuestos en Israel podrían participar en las elecciones del país‭? ‬Pero si es así,‭ ¿‬qué hay de los muchos que,‭ ‬por una razón u otra,‭ ‬no sirven en el Ejército,‭ ‬o bien se han aprovechado de una de las muchas lagunas del código tributario de Israel para evitar el pago de sus impuestos en Israel‭? ¿‬Deberían ser privados del derecho a votar‭? ¿‬Es el voto un derecho de cada ciudadano,‭ ‬o es‭ ‬un privilegio que se otorga solamente a los ciudadanos que‭ ‬se lo‭ ‬merecen‭?

Como cuestión de hecho,‭ ‬en virtud de la presente ley,‭ ‬ni el servicio en el ejército israelí,‭ ‬ni el pago de impuestos en Israel,‭ ‬son requisitos de elegibilidad para votar en las elecciones.‭ ‬El único requisito que se necesita es estar físicamente en Israel,‭ ‬o en las zonas controladas por Israel,‭ ‬el Día de las Elecciones.‭ ‬Es posible que usted haya venido de muy lejos,‭ ‬aun a expensas de alguien más,‭ ‬para emitir su voto,‭ ‬y usted no tenga la intención de reanudar su residencia en Israel,‭ ‬pero aún así tendría todo el derecho a votar.‭ ‬Puede que incluso lleve mucho tiempo en prisión,‭ ‬condenado por haber cometido un grave delito,‭ ‬y aún así podrá votar.‭ ‬Es decir,‭ ‬esto no es un privilegio concedido a los ciudadanos que se lo merecen,‭ ‬es un derecho fundamental,‭ ‬siempre y cuando usted esté aquí el Día de las Elecciones.‭

Eso no es todo.‭ ‬La ley actual establece que si usted es un miembro del servicio diplomático,‭ ‬o es miembro de una tripulación marítima,‭ ‬podrá votar,‭ ‬incluso si está en el extranjero el día de las elecciones.‭ ‬Pero‭ ¿‬qué pasa con todos los demás‭? ¿‬Qué pasa con los jóvenes que han terminado el servicio militar y se han ido al extranjero para ver algo del mundo‭? ¿‬Las tripulaciones,‭ ‬los pilotos y las azafatas que deben estar en el extranjero el día de elección‭? ¿‬Y los estudiantes,‭ ‬los científicos,‭ ‬los post-grado y los profesores en año sabático‭? ¿‬O bien todos los que trabajan para compañías israelíes en el extranjero‭? ‬Incluso algunos de nuestros medios de comunicación,‭ ‬que están levantando cielo y la tierra en contra de la propuesta de ley,‭ ‬tienen corresponsales destacados en las capitales del mundo.‭ ‬Y las decenas de miles de turistas israelíes,‭ ‬no se olviden de ellos.‭ ‬Algunos de nuestros‭ "viejos anclados en el tiempo‭" ‬no se han dado cuenta que vivimos en la era de la globalización,‭ ‬y en cualquier momento más de‭ ‬100.000‭ ‬honestos y bondadosos israelíes puede probablemente encontrarse el extranjero.

Esto‭ ‬nos‭ ‬plantea dos preguntas.‭ ¿‬Qué servicios debe poner a disposición‭ ‬el gobierno para que todos los honestos y bondadosos‭ ‬ciudadanos en ese momento en el extranjero puedan ejercer su derecho al voto,‭ ‬y no solamente los afortunados que trabajan‭ ‬para el Ministerio de Asuntos Exteriores‭? ‬Y‭ ¿‬cómo se puede diferenciar entre el rojo de‭ ‬la verdadera sangre israelí que en ese momento está en el extranjero y‭ ‬la de‭ ‬aquellos que todavía tienen un pasaporte israelí,‭ ‬pero‭ ‬que desde hace mucho tiempo han dicho adiós a Israel‭?

La solución a la primera cuestión ya ha sido encontrada por‭ ‬muchos gobiernos democráticos a lo largo de todo el mundo,‭ ‬consiguiendo que‭ ‬sus ciudadanos‭ ‬puedan‭ ‬votar en ausencia,‭ ‬si están fuera‭ ‬del país durante‭ ‬la jornada electoral.‭ ‬En cuanto a la segunda pregunta,‭ ‬un poco de pensamiento creativo producirá un sistema que filtre a la mayoría de los que han dejado a Israel de forma‭ ‬cuasi permanente.‭ ‬Se debe satisfacer a los‭ ‬sionistas.‭ ‬En cuanto a los antisionistas,‭ ‬nada será suficiente para ellos.

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Friday, January 29, 2010

Siete Generaciones - Avishai Mekonen























"Siete Generaciones" es una exploración artística de la asimilación de la población judía etíope en Israel. A través de fotos y vídeos, Avishai Mekonen crea una conversación visual entre los ancianos y los jóvenes, sobre el pasado y el futuro de su comunidad. "Siete Generaciones" es a la vez un registro histórico, la crónica de los conocimientos y costumbres de los ancestros judíos de Etiopía, y también un catalizador que busca desencadenar un deseo de autoconocimiento en la generación de judíos etiopes adultos de Israel.

Los Ancianos

Nada estaba preparado en la reciente emigración de los judíos etiopes ante el difícil choque que representaría su asimilación al nuevo país. Los ancianos de la comunidad encontraron sus roles invertidos: incapaces de hablar hebreo, dependían de la juventud a la hora de realizar las más simples tareas diarias y a la hora de obtener un apoyo financiero. Un cambio tan dramático derrumbó gran parte de lo que había sido fiable en la estructura familiar tradicional y decretó la supresión y desaparición de muchas de las antiguas normas y tradiciones procedentes de Etiopía.

La metáfora central del proyecto "Siete Generaciones" es la antigua tradición de contabilizar las generaciones por la cual los kessim (los rabinos de Etiopía) y los miembros ancianos de la comunidad proporcionaban un nombre a cada individuo, según su ascendencia. Esta "registro" de las generaciones era muy frecuente y necesario antes de las bodas, para tratar de garantizar que no existía ninguna consanguinidad entre los potenciales novios. Para que un matrimonio recibiera las bendiciones de la familia y de la comunidad, los ancianos debían contar hacia atrás siete generaciones antes de poder encontrar una relación familiar. Enraizada en la oralidad, la costumbre de contar las generaciones se conservó durante el viaje de Etiopía a Israel. Pero esta costumbre que sobrevivió en el nuevo país ahora tiene amenazado su futuro, ante la barrera del lenguaje que se ha desarrollado entre el amhárico de los ancianos y el hebreo fluido de los jóvenes.

El abuelo de Avishai Mekonen era muy conocido por su capacidad de remontarse a más de diez generaciones. Su fama le siguió a Israel, donde su conocimiento de la comunidad y de la ascendencia sirvió de puente entre el país de origen y el nuevo. Fue sólo posteriormente, tras la partida de su abuelo, cuando Avishai reconoció la importancia de contabilizar las generaciones para el mantenimiento de una conexión con su pasado.

Los jóvenes

Los nietos y bisnietos de los ancianos de Etiopía, muchos nacidos en Israel, crecen sin poder hablar su lengua ancestral, siguiendo las modas culturales de un país moderno y teniendo problemas para identificar su imagen con la de sus padres y abuelos.

Cuando se le preguntó acerca de las costumbres tradicionales de Etiopía, como contabilizar las generaciones, esta generación joven a menudo carece de los conocimientos necesarios para formarse una explicaciones básicas. Pero esta pregunta, "¿sabe usted cómo contar las generaciones?", alienta una contemplación más profunda acerca de la identidad, la tradición y la asimilación.

Fuente: Yeganyahu Avishai Mekonen

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Friday, January 01, 2010

El etiquetado de los productos (de los asentamientos) como concesión a los boicoteadores - Daniel Finkelstein - TheJC

"El gobierno británico se opone a cualquier tipo de boicot de Israel", dice un portavoz de la embajada británica en Israel. Sí, claro. ¿Qué creen, que soy un idiota? (No respondan a esto).

La semana pasada, el gobierno británico aclaró amablemente su posición sobre los productos etiquetados en los asentamientos. Ya resultaba ilegal etiquetar un producto que provenía de los asentamientos como si hubiera sido realizado en Israel. Pero ahora nuevas orientaciones se han recibido. No es una norma, se entiende, simplemente es una recomendación. Los productos deben ser etiquetados para indicar si han sido realizados por colonos israelíes o por los palestinos.

!! Super idea !! Ahora puedo estar absolutamente seguro de que no he comprado algo, por accidente, hecho por un judío. Odio a esos tipos.

Hay una gran diferencia entre la norma original - que las mercancías de una zona que no está reconocido internacionalmente no pueden ser etiquetadas como procedentes de un país que sí lo está,  como Israel - y esta nueva recomendación. El gobierno está promoviendo la idea de que el origen étnico de los productos debe quedar bien claro en la etiqueta.

Fabuloso, vean unos cuantos ejemplos: "Estos productos han sido realizados en Irlanda del Norte, pero por individuos de extracción católica romana", "Hecho en Rwanda por tutsis"... Sin embargo, no se preocupen. Esto no ocurrirá. La nueva recomendación se inicia con Israel y también terminará con Israel.

Así que la sugerencia de que el Gobierno británico no apoya el boicot es falsa. EL etiquetado de los productos que proceden de Cisjordania puede justificarse como una pedante insistencia en el derecho internacional. Por el contrario, los bienes etiquetados como procedentes de los asentamientos es una decisión abiertamente política, en lugar de administrativa. Su objetivo es ayudar a las organizaciones que promueven el boicot de dichos productos. Esta idea fue iniciada por el etiquetado y es una concesión política a los promotores del boicot. Así pues, sólo trata de una simple y desnuda concesión política, entonces ¿qué debemos pensar de esto? Además de hacer notar que la singularización de los bienes judíos por un sistema de etiquetado étnico es repugnante, ¿se trata de una buena política?. 

Esta es mi opinión. La decisión de establecerse en el territorio que Israel conquistó en la guerra de 1967 fue un error desastroso, un error que tendrá que ser revertido. Israel y sus defensores, como yo mismo, no pueden quejarse de la enorme presión internacional para revertir esa política.

Así que me solidarizo con la posición de la administración Obama y su frustración por no poder convencer a los israelíes en dar marcha atrás en la construcción de asentamientos. No creo que una nueva política israelí sobre los asentamientos traerá la paz. O incluso un avance considerable.

Los gobiernos árabes y los palestinos se oponían al estado de Israel antes de que hubiera asentamientos en los territorios. Mataron a judíos antes de que hubiera asentamientos en los territorios. Desencadenaron guerras antes que hubiera asentamientos en los territorios. Seguirán haciéndolo después de que no haya asentamientos.

¿Cómo sabemos esto? Porque cuando el gobierno de Sharon se retiró de Gaza, la situación empeoró, en lugar de mejorar. Y la opinión mundial, que estaba tan ansiosa por ver desmantelados los asentamientos, no se movió ni se posicionó cuando Israel hizo exactamente eso (y recibió a cambio la lluvia de cohetes).

Natan Sharansky ha argumentado que, en lugar de que la paz requiera un desmantelamiento previo de los asentamientos, es lo contrario, primero la paz y luego el fin de los asentamientos,  lo fundamental. Nosotros sabremos que la paz será posible cuando creamos que los colonos podrían llegar a permanecer en un estado palestino sin ser asesinados.

La presión diplomática que se ejerce sobre Israel para que detenga la construcción de asentamientos es comprensible. También lo es el desplazamiento de la actividad internacional. Si usted insiste en una política de etiquetado de los alimentos, ¿por qué no ésta?: al final, la paz sólo llegará cuando los palestinos decidan que están dispuestos a vivir en paz junto a los judíos.

Fuente: TheJC

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Una década de clichés anti-Israel - Petra Marquardt-Bigman - JPost BlogCentral



Justo a tiempo para Navidad, The Financial Times publicó el habitual editorial temática propio de esas fechas sobre "La necesidad de paz en Tierra Santa". Ustedes no lo sabrán por el contenido de este editorial, pero la primera década del siglo XXI comenzó con propuestas israelíes de gran alcance para la paz que fueron rechazadas por los palestinos en Camp David y Taba en 2000/01, y ahora que la década está a punto de finalizar, resulta que el año pasado el primer ministro de Israel (Ehud Olmert) propuso un Estado palestino equivalente a todos los territorios pre-1967 en Gaza y Cisjordania, con Jerusalém Este como capital palestina, pero nuevamente la propuesta aparentemente no fue lo suficientemente buena.

Si bien estos esfuerzos israelíes ni siquiera se mencionan en el editorial, el Financial Times se preocupa por la falta de interés e implicación:

"Es falso, en el mejor de los casos, pretender que las dos partes, con un potencia, unos recursos y un apoyo diplomático y financiero enormemente desproporcionados, podrían llegar a alcanzar jamas un acuerdo por su cuenta. Los palestinos están bajo la ocupación israelí y los territorios sobre los que eventualmente esperan construir su estado están siendo diariamente erosionados. Cualquier posibilidad de dividir la Tierra Santa en dos estados - el 78% de la Palestina histórica para los israelíes y el 22% (Cisjordania, Gaza y Jerusalén oriental) para los palestinos, pronto se evaporará, si no ha empezado ya"
Este breve párrafo podría ser una entrada muy prometedora para cualquier concurso que buscara resumir de la forma más concisa las distorsiones más populares de la última década sobre el conflicto israelo-palestino.

Comenzamos con la declaración final que habla de un "78% de la Palestina histórica para los israelíes y el 22% restante para los palestinos". Suena como algo terriblemente injusto para los palestinos, ¿no es así?. Sin embargo, para que esta afirmación sea correcta, esa "Palestina histórica" tendría que ser definida como el territorio que quedó de ella después de que Gran Bretaña decidiera en la década de 1920 que la zona al este del río Jordán (de dicha Palestina histórica), y que constituía el 77% del Mandato Británico de Palestina, se consideraría (o se redefiniría) como "Transjordania", mientras que sólo al restante 23% al oeste del río Jordán se la conocería como "Palestina".

En otras palabras, Israel en sus fronteras anteriores a 1967 no cubre el "78% de la Palestina histórica", sino el 78% de la "actual Palestina". En efecto, si el punto de referencia es el Mandato Británico de Palestina, el Israel anterior a 1967 tendría "menos de un 20% de dicho territorio", mientras que "más del 80% - Gaza, Cisjordania y Jordania -" se encontraría bajo dominio árabe hasta 1967, y obviamente, estas áreas todavía están pobladas predominantemente por los palestinos.

Otro especie de afirmación/"mantra" repetida por el editorial es que "el territorio en que ellos [los palestinos] esperan eventualmente construir su estado están siendo diariamente erosionado". Dejando de lado el reciente anuncio de la congelación de la construcción, el hecho en sí de esta cuestión es que en la "última década ningún nuevo asentamiento ha sido creado" [N.P.: asentamiento como tal, no puestos avanzados con unas cuantas caravanas], y que la tantas veces invocada "implacable apropiación de territorio" desde 1967 ha dado lugar a unas aglomeraciones que representan "menos del 2% del territorio de Cisjordania" ocupado por Israel en 1967. Además, durante la "desconexión" en 2005, 25 asentamientos fueron abandonados, y la retirada de Israel de Gaza proporcionó a los palestinos la primera oportunidad en su historia de comenzar a construir su estado en una parte considerable de su territorio libre de toda presencia israelí.

Pero la distorsión quizás más insidiosa viene justamente al principio del párrafo antes citado, cuando la editorial se queja de un fuerte desequilibrio que se refleja en "una potencia, unos recursos y un apoyo diplomático y financiero enormemente desproporcionados". En el contexto de este editorial - y en el contexto del discurso político que prevalece sobre el conflicto israelo-palestino - no hay duda de que parte se considera que posee "una potencia, unos recursos y un apoyo diplomático y financiero enormemente desproporcionados".

Un lector imparcial puede dudar por un momento y preguntarse: ¿Podría considerarse que el apoyo incondicional del conjunto del mundo musulmán no sirve para nada? ¿Podría ser que la riqueza petrolera del mundo árabe resulta irrelevante, y que esa influencia económica, financiera y política asociada no importa y no vale nada? ¿Podría ser que el boicot económico y diplomático reiterado por parte del mundo árabe y musulmán desde hace décadas no tenga valor y que su mayoría automática en muchas organizaciones internacionales no tenga ninguna consecuencia?

Al parecer, un pequeño país que por una buena razón exige que todas las casas y edificios públicos dispongan de refugios antiaéreos, que es objeto a menudo de continuas amenazas por parte de grupos y regímenes que niegan su derecho a existir, y que es fuertemente criticado y condenado por el ejercicio de su derecho a la autodefensa - incluso tras sufrir años de incesantes ataques con cohetes -, aún así y después de todo esto, todavía puede ser contemplado como desproporcionadamente poderoso sólo porque ha soportado e incluso florecido a pesar de toda la hostilidad dirigida en contra suya.

Por último, hay un consejo urgente que llega con la conclusión del editorial:
"Lo que cada cual tiene que entender es que si este conflicto no deja de existir sobre la tierra - con un reparto equitativo que divida la Tierra Santa - entonces se corre el riesgo de una nueva guerra de religión. Y eso no sería una pelea más"
¿No les resulta curioso que hablen a la vez de una "división de la Tierra Santa" y adviertan en la misma frase en contra de la percepción del conflicto como una "guerra de religión"? Por supuesto, el conflicto israelo-palestino, o más bien, el conflicto árabe-israelí, nunca ha girado solamente sobre el territorio. Mientras que el sionismo y su búsqueda del restablecimiento de una patria judía en Palestina no fue un movimiento religioso [N.P.: desde luego no mayoritariamente, porque el sionismo religioso era aún muy minoritario], la oposición al sionismo siempre ha tenido una fuerte dimensión religiosa. Y es que no resulta en absoluto irrelevante que los primeros en considerar a "Palestina" como la "Tierra Santa" hayan sido los judíos, con Jerusalém como su ciudad santa. De hecho, el nombre árabe de Jerusalém, Al-Quds, fue adaptado de la palabra hebrea para el Monte del Templo, Beit HaMikdash.

Desde la antigüedad, la religión ha desempeñado un papel importante y relevante en los intentos de los invasores y conquistadores por negar a los judíos sus derechos históricos sobre su patria. Incluso en el siglo pasado, algunos de los primeros enfrentamientos violentos fueron instigados por la difusión de rumores falsos sobre supuestos planes "sionistas" de reconstruir el Templo judío en el lugar de los santuarios musulmanes, los cuales habían sido construidos para reclamar el Monte del Templo para el Islam.

De inspiración y fuente religiosa, los intentos de negar los derechos de los judíos siguen siendo centrales y fundamentales - y no sólo a nivel retórico - para grupos como Hamas, pero es que según el negociador en jefe palestino, Saeb Erekat, también representaron una importante motivación a la hora de rechazar las propuestas de paz de Israel en Camp David y Taba, así como en las conversaciones de Annapolis.

Del mismo modo, la llamada Intifada de Al Aqsa, que se cobró la vida de miles de personas en la primera mitad de la década pasada, se desató apelando a las pasiones religiosas, como el dirigente de los Tanzim, Marwan Barghouti, ha explicado:
"En la víspera de la visita de Sharon, yo participé en un programa de televisión en una estación local. Descubrí que se trataba de una buena oportunidad de invitar a la gente a que fuera a al-Aqsa a la mañana siguiente para que no le fuera posible a Sharon llegar al Monte del Templo [...] Como la cosa marchaba pacíficamente [...], vi en la situación una oportunidad histórica para inflamar el conflicto. La conflictividad más importante es la que se inició en Jerusalém debido a la sensibilidad de la ciudad, su singularidad y su lugar especial en el corazón de las masas que están dispuestas a sacrificarse a sí mismas sin ni siquiera pensar en el costo".
Existe quizás una amarga ironía en el hecho de que algunos estudiosos musulmanes afirman que los escritos islámicos en realidad reconocen el vínculo judío con Israel, porque "los comentaristas tradicionales desde el siglo VIII y IX han interpretado uniformemente que el Corán dice explícitamente que Eretz Israel ha sido dada por Dios al pueblo judío como una alianza perpetua. No hay demanda o reconvención islámica de la Tierra en cualquier parte del corpus tradicional de los comentarios (islámicos)".

Sin embargo, desde los comentarios anónimos en la prensa a los editorialistas elitistas, la sabiduría convencional actual sostiene que resulta "desproporcionado" un poderoso Estado judío por el riesgo que existe de traer un Armagedón mundial al "pisotear los derechos de unos desafortunados musulmanes árabes que con gusto harían la paz" en la zona si sólo se les ofreciera una "división equitativa de la Tierra Santa". El hecho de que incluso una propuesta (la de Ehud Olmert en 2008) que ofrecía el equivalente al 100% del territorio reclamado por los palestinos fuera rechazada, es convenientemente ignorado a fin de poder aferrarse a la narrativa popular que culpa de todo al chivo expiatorio favorito por la ausencia de paz en Tierra Santa.

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Friday, December 25, 2009

El judío al modo políticamente correcto (Gracias, Tony Judt - Emmanuel Navón - JPost BlogCentral)


Kotel ©Eli Elias/Ynet

Kotel ©Ron Peled/Ynet

La comprensible frustración por el carácter irresoluble del conflicto israelí-palestino ha llevado a algunos a sugerir que, para apaciguar y calmar dicho conflicto, uno de los dos protagonistas debería renunciar (a sus objetivos). ¿Pero cómo, si ambas partes demuestran ser implacables a la hora de la defensa de sus objetivos? Una respuesta freudiana a esa pregunta ha sido recientemente elaborada por... (¿no lo habían adivinado?) algunos judíos: se debe explicar a los judíos (pero no a los palestinos, Dios no lo quiera) que en realidad ellos como tale no existen, y que deberían dejar de luchar por su "imaginado yo". 

Es indiscutible que, lógicamente, no habría conflicto israelí-palestino si no hubiera israelíes o palestinos (o ambos); que no habría antisemitismo si los judíos no existieran (aunque esto puede resultar discutible) [N.P.: y tanto]; y que no habría tantos accidentes de carretera si los coches no se hubieran inventado. Por lo tanto, resulta inútil hacer un caso de ello excepto si logramos demostrar que lo que usted cree que es real no es más que una ilusión. Saquen a los judíos fuera de la caverna de Platón [N.P.: alusión al mito de la caverna platónico], háganles comprender que lo que creen que es cierto y real sólo es una ficción y una farsa, y entonces habrán resuelto el conflicto árabe-israelí. 

Este es el argumento subyacente que Shlomo Sand está promoviendo en su libro "La invención del pueblo judío". Sand, un historiador especializado en la historia moderna francesa y europea de la Universidad de Tel Aviv, no es por contra ningún experto en el Oriente Medio antiguo y en historia judía. Su libro ha sido rechazado y ridiculizado por los estudiosos de la historia judía como una pieza barata y vergonzosa de falsificación y propaganda. Incluso Tony Judt (también un experto en historia moderna europea, y también un antisionista judío), tuvo que admitir que la aportación de Sand al conocimiento de la historia judía era, en el mejor de los casos, "inútil" ( su artículo "Israel debe desembarazarse de su mito étnico", Financial Times, 7 de diciembre de 2009). Judt no niega que el libro de Sand sea académicamente poco cuidadoso, pero argumenta que esta dejadez es irrelevante (si no perdonable): lo que cuenta, según Judt, es lo que Sand está tratando de hacer. 

Para Judt, "la insistencia perversa sobre la identificación de un judaísmo universal con un pequeño trozo de territorio... es el más importante factor con respecto a la incapacidad a la hora de resolver el embrollo israelí-palestino". En otras palabras, uno de los principios centrales del judaísmo es "perverso" y es la "causa más importante" del conflicto israelí-palestino ( y de su falta de solución). Así pues, los judíos deberían abandonar uno de sus más fuertes creencias, esa que les dio esperanza y les ayudó a sobrevivir durante dos milenios de exilio.

Por otro lado, el hecho de que el Islam sostenga que una tierra antaño gobernada por los musulmanes debe ser "liberada" de los "infieles" no le resulta un problema. Tampoco el hecho de que los palestinos insistan en inundar Israel con millones de descendientes (o presuntos descendientes) de los refugiados de 1948, o que nieguen la existencia del Templo de Jerusalém. El problema no está en la teología musulmana o en los mitos palestinos. El problema radica en la fe judía. 

La última "esperanza" de Judt es lo que él llama el establecimiento de "una distinción natural" entre los judíos e Israel. Judt piensa correctamente que, en el supuesto de que los judíos pierdan su unidad como pueblo y abandonen su fe, entonces los israelíes, inevitablemente, llegarían a preguntarse por qué exactamente es por lo que están luchando. Y esto, sin duda, sería una forma de resolver el conflicto israelí-palestino. 

Judt tiene el mérito de decir claramente lo que el discurso público en Europa ha estado insinuando desde hace años: si el precio de la supervivencia judía es una guerra que puede que no tenga fin, entonces los judíos "deberían" darse por vencidos [N.P.: sobre todo para contentar a los propios europeos, por las molestias que les ocasiona este desgraciado conflicto]. 

Pero los judíos no lo harán. Tres mil años de historia judía y una supervivencia insondable están en contradicción con las ilusiones de Judt. Pero nosotros, los judíos, debemos estar atentos y darnos cuenta que nuestra supervivencia, en realidad, depende de nuestra unidad y de nuestra fe, por lo que debemos estar agradecidos a [los] Shlomo Sand y Tony Judt por recordárnoslo, y así reforzar la combatividad judía ante aquellos que apelan a la rendición de Israel.

Blog de Emmanuel Navon

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Saturday, December 19, 2009

La Tierra de Israel, años 30 - Rivkah Zelner


Kotel, 1934


Samaritano celebrando la Pascua


Samaritanos en el Monte Gerizim por Pascua, Abril 1934


Safed, 1935


Tiberias, 1935


Purim en Tel Aviv, 1934


Ein Kerem, 1935



Una granja piloto en Talpiot fundada por Rachel Yanait Ben-Zvi, 1933


Carretera de Jerusalem, cerca de la "Piscina del Sultán"


Safed, 1935

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Sunday, December 13, 2009

¿Qué podemos aprender de la nueva encuesta sobre Obama e Israel? - Shmuel Rosner - JPost


(pinchar para ampliar)

El largo viaje de vuelta de Berkeley a Tel Aviv me impidió escribir más rápidamente sobre el nuevo sondeo que muestra que los israelíes no tienen una opinión tan negativa sobre Obama como antes se suponía. Sin embargo, es una encuesta larga - e interesante - y algunas cosas se pueden agregar. Voy a tratar de ser breve:

1.- "La encuesta realizada por la sede en Washington de la New America Foundation encontró que el 41% de los israelíes tenían una opinión favorable de Obama contra un 37% que lo calificó desfavorablemente". Sí, es una aprobación mucho mejor que el 6% precedentemente desvelado por otra encuesta. Pero como Noah Pollack y otros han afirmado con razón: estas dos encuestas no puede ser comparadas seriamente porque las preguntas eran muy diferentes. El hecho es que, incluso en esta encuesta mucho más positiva, los israelíes que creen que Obama no sostiene a Israel (55%) son superiores a los que creen que sí lo hace (42%). No es un 6% de aprobación, pero aún es una declaración devastadora sobre la imagen de Obama. Hay pocas razones para celebrarlo.

2.- El NAF estaba tratando de poner un giro positivo a sus números, afirmando que "hay un sólido respaldo a un acuerdo patrocinado por Estados Unidos sobre un estatuto definitivo en el sentido del que las partes dejaron hace nueve años en Taba y en las últimas negociaciones Olmert-Abbas". Esto es una exageración cuando se considera estas otras cifras: el 82% de los israelíes judíos no cree que los palestinos sean capaces de "controlar a sus extremistas"; el 55% de los israelíes no cree que Al Fatah sea capaz de hacer cumplir cualquier acuerdo de paz. Mientras que los israelíes han estado siempre a favor de la paz, todavía no ven un socio digno de confianza - y eso es mucho más importante que la cuestión de si apoya o no "los principales parámetros para la paz de Clinton (u otros)" -. Lo que los israelíes han aprendido en los últimos años - y estas encuestas sobre la opinión de los israelíes no parecen entender - es que los "acuerdos", como tales, son un asunto menor y que es la "capacidad de implementarlos" lo que importa mucho más.

3.- El 61% de los israelíes piensan que Netanyahu ha manejado bien las relaciones con los EEUU. Esto significa que la batalla de Netanyahu con la administración Obama a principios de este año, no parece haber afectado mucho la opinión de los israelíes (obsérvese que la mayoría de los israelíes también piensan que los israelíes deberían ignorar los consejos de América de no atacar a Irán).

4.- "[Si] hay alguna noticia alentadora para el gobierno israelí en estos resultados, es la pronunciada capacidad de Israel para actuar con pragmatismo", escriben Amjad Atallah y Daniel Levy en FP (Foreign Policy). Esto sólo debe ser considerado como una noticia para aquellos que no están familiarizados con Israel. Israel siempre ha sido muy pragmática, y nunca hubo ninguna razón para sospechar que dejara de serlo. Desafortunadamente, este pragmatismo no parece ser contagioso. Los autores de este artículo - tras alabar ese pragmatismo -, eligen ceñirse a su escuela de pensamiento mágico, es decir, la creencia de que todos lo necesario para lograr una paz duradera es alcanzar "la creación de una nueva estructura de medidas incentivadoras y desincentivadoras". A saber, más "ingenieros americanos" con una gran habilidad a la hora de poner los planes sobre papel. Planes que siempre parecen muy buenos en la teoría (y obtienen buenas calificaciones en las encuestas de opinión pública, tanto en Israel como en Palestina), pero que de alguna manera nunca parecen funcionar.

He aquí un ejemplo:

"Este acuerdo incluye un fin oficial del conflicto sin ninguna otra reclamación complementaria a realizar por parte palestina, con un estado palestino desmilitarizado en Cisjordania y Gaza; fronteras internacionalmente reconocidas, que incluyen algunos canjes de territorios para permitir que la mayoría de los colonos judíos de Cisjordania estén dentro de Israel, mientras los palestinos obtienen una igualdad de superficie intercambiada; fuerzas internacionales que supervisen el nuevo Estado palestino y los pasos fronterizos; con los barrios palestinos de Jerusalém formando parte del nuevo Estado palestino, mientras Israel mantiene el control de los barrios judío y el Muro Occidental (Kotel); y una compensación financiera para los refugiados palestinos al mismo tiempo que algunos refugiados regresarían a Israel si cumplen los criterios específicos de la reunificación familiar y el gobierno israelí los aprueba".
¿Saben acaso qué el 53% de los israelíes votarían que sí? Pero, ¿qué tiene de de nuevo la proposición de Atallah y Levy que la haga funcionar? ¿Los israelíes creen que con los actuales dirigentes palestinos un plan de ese tipo podría funcionar? La respuesta es no. Así pues, es una buena cuestión la de la encuesta, pero no exactamente un buen plan.

5.- Por último, pero no menos importante: Los encuestadores han concluido que en Israel el 43% pertenece a la "derecha" y el 20% a la "izquierda". Creo que su forma de confeccionar esas cifras no refleja la realidad israelí. En los EEUU, donde sólo hay dos partidos, uno tiene que estar a la derecha, o a la izquierda..., y en el centro, si es un votante independiente. Pero un sistema parlamentario como el de Israel requiere una comprensión más matizada de esas cifras. Yo diría que de todo esos "algo a la derecha" (22%), al "centro" (26%), y "a la izquierda" (10%) deberían ser considerados como partidarios de un amplio consenso israelí. Eso supone que un 58% de todos los israelíes - incluidos los árabes - pertenecientes a diferentes campos pueden unirse fácilmente en una coalición más amplia de unidad nacional, no muy diferente a la que Israel tiene ahora mismo. En realidad, eso deja algo más de un 20% de la "derecha" y menos del 10% en la "izquierda". Todos los demás, siendo más bien votantes de los Laboristas, Likud, Kadima e Israel Beiteinu, estarían más de acuerdo que en desacuerdo.

Encuesta de la NFA

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Sunday, December 06, 2009

Una nueva respuesta judía - Yoel Meltzer - Ynet

Es prudente suponer que el reciente "el día de patear a un judío" que se celebra en una escuela de Florida obtuviera la respuesta habitual de los líderes de la comunidad y de las organizaciones judías: shock, consternación, ira y, por supuesto, la demanda de disculpas. Esto no debería ser una sorpresa ya que es la reacción judía habitual ante los actos de antisemitismo, ya sea los perpetrados contra los estudiantes de una escuela de Florida o bien contra los ancianos judíos en las calles de Londres.

Por lo demás, esta respuesta no se limita solamente a las agresiones violentas contra las personas. Lo mismo ocurre cuando se profanan cementerios, sinagogas o se realizan actos de vandalismo, o cuando los judíos son atacados verbalmente. Independientemente de la ley, la respuesta judía casi siempre está enfocada a obligar a que los autores, cuando sea posible, expresen su pesar por sus acciones y se excusen formalmente.

Además, a continuación de estos incidentes, a menudo se establecen contactos con los políticos locales y nacionales a fin de que denuncian públicamente estos hechos y declaren políticas de tolerancia cero contra tales actos en el futuro.

Aunque se entiende este tipo de reacciones de los líderes de la comunidad y de las organizaciones judías, no todas las disculpas y declaraciones posteriores logran cambiar realmente la realidad. ¿Alguien cree seriamente que el enorme crecimiento de las manifestaciones contra Israel en las ciudades y universidades de toda Norteamérica, Sudamérica y Europa son en realidad sólo manifestaciones "anti-Israel" y no "anti-judíos", como a muchos apologistas les gustaría hacernos creer?

¿Acaso todo los esfuerzos acometidos durante años por varios gobiernos europeos a la hora de disculparse oficialmente por el papel de sus países durante el Holocausto ayudó a reducir seriamente el antisemitismo en esos mismos países?

La misma pregunta puede formularse con relación a la cantidad de tiempo, dinero y energía que se ha invertido durante años en la construcción de numerosos museos del Holocausto en varias ciudades de la diáspora. La intención, evidentemente, no es menospreciar el recuerdo a las víctimas del Holocausto y el terrible sufrimiento que soportaron. Más bien, la cuestión que se plantea es si estos museos han ayudado a reducir significativamente el antisemitismo.

El denominador común en casi todos estos casos, y tal vez sea la razón de que nada haya cambiado de manera significativa, es que la iniciativa casi siempre partió de los propios judíos. En otras palabras, la idea de construir otro museo del Holocausto, o bien la sugerencia de que alguien solicite públicamente disculpas por unas declaraciones antisemitas, casi siempre se origina entre los propios judíos. Por consecuencia, es natural preguntarse cuanta autenticidad contienen todas esas declaraciones y disculpas verdaderamente.

Sin embargo, si de algún líder europeo partiera la voluntad que su país construyera un museo del Holocausto, entonces éste sería verdaderamente un gran paso. O si por ejemplo, un político no judío, sin una hipotética e importante base de votantes judíos, decidiera luchar contra el antisemitismo, sin jamás haber sido requerido para ello por los grupos judíos, entonces esto realmente sería una bendición. Por lo tanto, mientras sean los judíos los que sigan poniendo en marcha todo el tema de las disculpas, las denuncias y la construcción de museos, es prudente asumir que nada va a cambiar.

Habiendo dicho todo esto, entonces tal vez haya llegado la hora de comenzar a "pensar fuera de la norma", y responder al antisemitismo de una manera totalmente diferente. En lugar de ir perdiendo el tiempo sin límite, al igual que el dinero y la energía, en un esfuerzo aparentemente inútil, ¿por qué no simplemente empacar todas las pertenencias, abandonar la diáspora, y venirse a vivir a Israel?

Es cierto, no todo es perfecto por aquí, e Israel también tiene su cuota de problemas, pero no obstante hacer aliya es una opción realmente viable, algo que vale la pena considerar seriamente. Por otro lado, probablemente nunca haya sido más fácil para un judío recoger sus cosas, dejar su país de nacimiento y venir a establecerse a Israel. Aunque personalmente yo aconsejo la inmigración por razones más positivas, tal vez en este caso sea la mejor respuesta que el mundo judío puede dar a la lucha contra el antisemitismo.

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Sunday, November 29, 2009

"No (nunca) es suficiente" - Ed. JPost

Con la paciencia de un taxista que espera que la luz roja del semáforo esté a punto de volverse verde, los dirigentes palestinos respondieron el miércoles al anuncio de una moratoria en la construcción de asentamientos israelíes con un: "!! No es suficiente !!". 

La moratoria sin precedentes del Primer Ministro Benjamin Netanyahu es sustantiva y simbólica, la respuesta apropiada a una demanda por parte palestina de una congelación de la construcción en los asentamientos que es, al mismo tiempo, emblemática y una pista falsa sobre el verdadero problema.

La disputa entre palestinos e israelíes no radica en los asentamientos. Depende de si los árabes están dispuestos a reconocer la legitimidad de Israel como el estado del pueblo judío dentro de cualquiera que fueran sus límites. Algunos encuentran cómodo imaginar que el enfrentamiento entre las causas sionista y árabe ha pasado a un tercer grado, a un juego de suma cero. Ese no es el punto de vista dominante en Israel. 

En 1920, la comunidad internacional otorgó a Gran Bretaña la responsabilidad de establecer un hogar nacional para el pueblo judío en Palestina. Pero un año después, el emir Abdullah regresó de Londres con la Palestina oriental, dando nacimiento a la Transjordania. ¿La respuesta árabe? "No es suficiente". 

En 1937, la Comisión Peel recomendó dividir Palestina en un estado judío y otro árabe. Los sionistas dieron su consentimiento. Los árabes... dijeron que no.

En 1947, la Asamblea General de la ONU votó la partición de Palestina en dos estados, un estado judío y un estado árabe. Una vez más, los judíos se mostraron de acuerdo. La respuesta árabe fue: "No es suficiente" y trataron de estrangular al recién nacido Estado judío. Israel sobrevivió, mientras que los árabes tomaron Cisjordania y Gaza. ¿Se creó entonces un estado palestino? Por supuesto que no, porque estos territorios "no eran lo suficiente".

En 1967, los árabes no lograron empujar al mar a un Israel que vivía dentro de las líneas del armisticio de 1949,  por contra, Cisjordania y Gaza pasaron a posesión de Israel. Magnánimo en la victoria, Israel ofreció la paz. ¿La respuesta árabe? "No habrá paz, no habrá reconocimiento, no habrá negociaciones". 

En 1977, el presidente egipcio Anwar Sadat emprendió valientemente el camino de la paz. Israel se retiró de todo el territorio reclamado por Egipto, y Menachem Begin, además, ofreció algo a los palestinos que nunca habían disfrutado, la autonomía. Las fuerzas israelíes se habrían redesplegado como preludio a las negociaciones sobre el estatuto definitivo. ¿La respuesta árabe? "No es suficiente".

Como resultado de los Acuerdos de Oslo de 1993, la dirección de la OLP fue invitada a regresar desde Túnez y crear una Autoridad Palestina en Cisjordania y Gaza. Sin embargo, el doble juego que Yasser Arafat adoptó no le permitió abrazar realmente esta oportunidad histórica para la reconciliación. Mientras, Hamas intensificó su campaña de terror que se cobró decenas de vidas israelíes (mucho antes de la masacre de Hebrón de Baruch Goldstein, en febrero de 1994).

Ehud Barak dos veces - en Camp David (julio de 2000) y en Taba (enero de 2001) -, ofreció a Arafat un estado palestino, acompañado de extraordinarias concesiones territoriales y políticas. ¿La respuesta árabe? "No es suficiente". 

Cuando Israel retiró unilateralmente a sus colonos y soldados de la Franja de Gaza en 2005, los árabes, una vez más, afirmaron: "No es suficiente".

En 2008, Ehud Olmert, ofreció Mahmoud Abbas el 93% de Cisjordania, además de territorio de Israel hasta completar el 100%. Abbas ni siquiera se dignó decir "No es suficiente", simplemente no hizo ningún caso.

Después, en junio de este año, Netanyahu, siguiendo los pasos de sus predecesores, aceptó de modo inequívoco un estado palestino desmilitarizado. ¿La respuesta árabe? "No es suficiente". 

Generación tras generación, década tras década, concesión tras concesión de Israel, los palestinos nunca han perdido una oportunidad de decir: "No es suficiente".

Así que ahora la pregunta es qué va a hacer América. El enviado especial George Mitchell reaccionó ahorrando su aprobación a la moratoria de Netanyahu. "No llega a una congelación total de los asentamientos, pero es más que lo que ningún gobierno israelí ha hecho nunca antes...". Para inmediatamente, apresurándose en diluir ese frío elogio, reiterar: "Los Estados Unidos no aceptan la legitimidad de la continuación de los asentamientos israelíes". 

Una reacción algo más positiva vino de parte de la secretaria de Estado Clinton, quien reconoció que "el intercambio de territorios" debe formar parte de las negociaciones sobre la base de las líneas de 1967.

Para tomar riesgos suplementarios para la paz, los israelíes deben sentirse seguros de que la administración Obama apoya totalmente una fórmula mejorada de las líneas de 1967. Washington necesita engatusar a Mahmoud Abbas para que vuelva a la mesa de negociaciones de buena fe, y debe poder extraer gestos diplomáticos de sus aliados árabes en reciprocidad a las concesiones del primer ministro israelí.

De lo contrario, el mensaje desalentador que llegará hasta los israelíes que desean un acuerdo de paz es que no importa lo que haga Israel, siempre será "poco" para la administración Obama y "nunca será suficiente" para los árabes.

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Tuesday, November 24, 2009

Israel después de Goldstone - Shlomo Ben-Ami - El País

(Un muy correcto artículo de Ben-Ami del que están ausentes las consideraciones críticas hacia el sesgado informe Goldstone, pero donde recupera y pone a la luz todas las hipocresías y manipulaciones que están detrás del informe y del inefable Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Lo que parece evidente es que este informe cambiará el estilo de las futuras guerras a las que se verá abocado Israel, pasando a ser muy cortas de duración y sacrificándose en parte el esfuerzo ahora dedicado a la hora de limitar los daños propios, siempre y cuando los civiles israelíes no se conviertan en las víctimas preferentes, lo que cortaría de cuajo las prevenciones y limitaciones. Parece pues avecinarse una transformación de la doctrina Dahiya.)



La situación azarosa de Israel a raíz del informe del juez Richard Goldstone donde se le acusa de crímenes de guerra en Gaza, y el subsiguiente respaldo del informe por parte del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, trae a la mente la reacción del vicepresidente de Estados Unidos Spiro Agnew cuando fue acusado de corrupción en 1973: "Los bastardos cambiaron las reglas, pero nunca me avisaron".

De hecho, las reglas han cambiado, e Israel no puede decir que no fue advertido de que ésta es una era en la que el derecho internacional y la justicia universal se están promoviendo de manera convincente como los pilares de un orden mundial mejorado. Ése no era el caso cuando estalló el conflicto árabe-israelí hace más de 60 años. Ahora, en cambio, la comunidad internacional está comprometida en escudriñar cómo se llevan a cabo las guerras, y no se permitirá que los crímenes de guerra no reciban castigo.

O así deberían ser las cosas. Desafortunadamente, las nuevas reglas, en realidad, se aplican sólo a aquellos países que no son potencias mundiales. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU no se habría atrevido a poner a Rusia en el banquillo por devastar Grozny, la capital de Chechenia, o a China por reprimir brutalmente al pueblo del Tíbet y a la minoría musulmana uigur.

Tampoco es concebible que EE UU o Reino Unido hubieran sido convocados a dar explicaciones por las bajas masivas que infligieron a civiles en Irak y Afganistán. De la misma manera, los cientos de víctimas civiles del bombardeo masivo de la OTAN en Serbia en 1999 permanecerán por siempre anónimos.

Es un defecto importante del sistema de derecho internacional que la aplicación de los principios sublimes de la justicia universal deba estar condicionada por el equilibrio global del poder político, y que a los infractores más célebres del mundo, como Libia e Irán, se les permita presentarse como guardianes de los derechos humanos en agencias de las Naciones Unidas.

¿Alguien realmente puede esperar que a Israel le impresione la crítica moral que hace Irán de su "desafío de la ley"? De hecho, tal como descubrió el propio Goldstone con consternación, el Consejo de Derechos Humanos eligió censurar exclusivamente a Israel sin ni siquiera mencionar a Hamás, a quien Goldstone explícitamente acusó de crímenes de guerra y contra la humanidad.

No es del todo descabellado suponer que un efecto Obama está teniendo impacto en el actual apremio internacional a Israel. La embestida contra Israel estuvo indirectamente alentada por la percepción hoy generalizada de que, con Obama en la Casa Blanca, el inquebrantable apoyo norteamericano a un Estado judío ya no se puede dar por sentado. La indiferencia de algunos países europeos frente a la petición de ayuda de Israel durante el debate sobre el Informe Goldstone no estuvo desvinculada de su frustración ante la negativa por parte del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a congelar los asentamientos, algo en lo que Obama ha insistido.

Sin embargo, por más entendible que pueda ser la sensación que tiene Israel de que lo tratan injustamente, debería situarse en niveles superiores, y evitar atrincherarse tras los muros de sus propias convicciones. La gesta de Israel en Gaza fue una victoria pírrica, y el país hoy está comprometido a cambiar su doctrina de guerra de "defensa ofensiva". Una demostración de fuerza devastadora, con víctimas israelíes limitadas a costa de ilimitadas bajas civiles palestinas, ya no es internacionalmente sostenible.

Israel tendrá que adaptar su doctrina de guerra al campo de batalla moderno y a las sensibilidades de la comunidad internacional. Los ejércitos regulares ya no son la amenaza exclusiva a la seguridad de los países. Los actores no estatales -como Hamás y Hezbolá, o los talibanes en Afganistán y Pakistán- que se escudan tras una población civil indefensa exponen la creciente brecha entre las reglas de guerra tradicionales y las realidades del campo de batalla de hoy. Es dudoso que Israel tenga la capacidad de forjar una alianza internacional que adapte las reglas de guerra a las condiciones de conflicto armado asimétrico.

El Informe Goldstone no necesariamente es una mala noticia para las perspectivas de paz en Oriente Medio. Podría decirse que la guerra en Gaza creó una nueva clase de disuasión mutua en esta región devastada por la guerra. Hamás resultó definitivamente disuadido por la ofensiva implacable de Israel, e Israel, lo admita o no, se verá disuadido por el espectro de líderes israelíes y oficiales militares que se convierten en objeto de órdenes de detención judicial en Europa.

Todo el proceso legal bien puede interrumpirse por un veto norteamericano en el Consejo de Seguridad de la ONU, e Israel podría seguir aferrándose a su reclamación tradicional sobre su derecho a la autodefensa. Pero la verdad es que Israel tiene las manos atadas. Sus líderes ahora tendrán que tomar medidas mucho más resueltas en el camino hacia la paz si el argumento que utilizaron para desbaratar el Informe Goldstone -que había que considerarlo "un obstáculo para el proceso de paz"- ha de tener alguna credibilidad.

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Saturday, November 21, 2009

A vueltas con‭ "‬la paz de los valientes‭" y‭ con ‬Rabin



(Con la celebración del aniversario del asesinato de Rabin hemos vuelto a oír la famosa expresión de‭ "‬la paz de los valientes‭"‬,‭ ‬un concepto que‭ ‬aunque figura en plural‭ ‬parece ‬solamente afectar en la práctica a una de las partes,‭ ‬la que se supone que deber ser valiente,‭ ‬mientras‭ ‬que la otra no debería darse por aludida.

Esta expresión,‭ "‬la paz de los valientes‭"‬,‭ ‬suele tener varias interpretaciones,‭ ‬aunque las principales son dos.‭ ‬Una de ellas es la que asume la izquierda israelí y la mayoría de los medios‭ ‬occidentales,‭ ‬y consistiría‭ ‬básicamente‭ ‬en solicitar a Israel un constante y enésimo‭ ‬“esfuerzo (cesión) adicional‭”‬.‭ ‬No obstante,‭ ‬esta‭ ‬"visión‭" ‬no excluye en ningún caso la persistencia del Estado de Israel,‭ ‬aunque parezca que sólo requiera un único reconocimiento,‭ ‬el del Estado del pueblo palestino,‭ ‬no siendo preciso un reconocimiento‭ “‬valiente‭” ‬de Israel como estado de la nación judía.

La otra interpretación,‭ ‬mucho más interesada,‭ ‬es característica de los palestinos,‭ ‬del mundo‭ ‬árabe y de los medios occidentales pro-palestinos,‭ ‬y consiste básicamente en considerar que‭ ‬ese‭ ‬"esfuerzo (cesión) adicional‭" por parte‭ ‬de‭ ‬Israel debería perpetuarse hasta que la parte palestina considere que satisface sus‭ "demandas mínimas‭",‭ ‬es suma,‭ ‬hasta‭ ‬la inexistencia del Estado de Israel como expresión soberana de la nación judía.

Así pues,‭ ‬la denominada‭ "paz de los valientes‭"‬ contemplaría,‭ ‬según sus pregoneros,‭ ‬a un Rabin asumiendo‭ ‬un proceso‭ ‬de paz‭ ‬donde Israel practicaría casi exclusivamente el ejercicio de una "generosidad" que permitiría un acuerdo final.‭ ‬Obviamente,‭ ‬las diferencias existentes entre los defensores de esta‭ "generosidad‭" ‬se expresarían únicamente en‭ "‬su alcance,‭ ‬determinación y‭ ‬duración‭",‭ ‬junto‭ ‬con sus consecuencias finales para el Estado de Israel.

Es por eso que me ha sorprendido encontrar este artículo que nos narra un discurso de Rabin en la Knesset, unos días antes de su asesinato por un extremista‭ ‬judío‭ ‬de derechas.‭ ‬Ignoro si el artículo contiene fielmente todo lo expresado ese día por Rabin,‭ ‬pero la verdad es que‭ ‬lo recogido en él‭ ‬deja‭ ‬en mal lugar las interpretaciones‭ ‬de esa‭ ‬"generosidad‭" ‬asociada a una‭ "paz de los valientes‭",‭ ‬haciendo incluso que nos preguntemos de que‭ ‬manera pudo adjudicarse a Rabin,‭ ‬tras su muerte,‭ ‬unas interpretaciones tan alejadas de sus propias palabras.‭

Incluso‭ ‬no me resultaría nada raro que algunos‭ ‬mostraran‭ ‬su‭ ‬sorpresa y‭ ‬decepción‭ ‬con el contenido del discurso de Rabin,‭ ‬pero‭ ‬eso‭ ‬sólo sería‭ ‬culpa suya,‭ ‬porque "su‭ ‬Rabin‭" ‬parece ‬ser una construcción a posteriori,‭ ‬y el que nos muestra este discurso es ‬el real, siendo sus declaraciones constatables y públicas)



¿Hemos perdido de vista el pensamiento realista de Rabin‭? ‬-‭ ‬Eli E.‭ ‬Hertz‭ ‬-‭ ‬Emet‭


‬Hoy,‭ ‬quince años después de la firma del Tratado de Paz jordano-israelí y catorce años después de su trágica muerte,‭ ‬Yitzhak Rabin fue elogiado por el Presidente Barack Obama como un hombre de paz y de ánimo,‭ ‬que‭ "‬demostró que un compromiso con la comunicación,‭ ‬la cooperación y la verdadera reconciliación puede ayudar a‭ ‬cambiar el curso de la historia‭"‬.‭

‬Los siguientes extractos de un discurso público de Rabin ante la Knéset, sólo unos días antes de ser asesinado, revelan ciertamente la visión realista de Rabin:‭

‬La Knesset,‭ ‬5‭ ‬de octubre‭ ‬1995:‭
"‬Aquí en la tierra de Israel,‭ ‬volvimos y construimos una nación.‭ ‬Aquí,‭ ‬en la tierra de Israel,‭ ‬hemos establecido un estado.‭ ‬La tierra de los profetas,‭ ‬que legó al mundo los valores de la moral,‭ ‬el derecho y la justicia,‭ ‬después de dos mil años,‭ ‬la hemos devuelto a sus legítimos dueños,‭ ‬a los miembros del pueblo judío.‭ ‬En su tierra,‭ ‬hemos construido un hogar nacional extraordinario y un Estado‭"‬.‭

(...)
"Consideramos que una solución permanente en el marco del Estado de Israel podría incluir la mayor parte de la superficie de la Tierra de Israel como lo fue bajo el gobierno del Mandato Británico,‭ ‬y al lado de una entidad palestina que sería el hogar de la mayoría de los residentes palestinos que viven en la Franja de Gaza y Cisjordania‭"‬.‭

(...)
"No vamos a volver a las líneas del‭ ‬4‭ ‬de junio de‭ ‬1967‭"‬.

(...)
"‬Ante todo,‭ ‬Jerusalén unida...‭ ‬como la capital de Israel,‭ ‬bajo soberanía israelí‭"‬.‭
(...)

"‬La seguridad de las fronteras del Estado de Israel estarán ubicadas en el valle del Jordán‭…‬ El establecimiento de bloques de asentamientos en Judea y Samaria,‭ ‬como el de Gush Katif‭"‬.‭

(...)

"‬Tuvimos que elegir entre la totalidad de la tierra de Israel...‭ ‬y un estado con menos territorio,‭ ‬pero sin dejar de ser un Estado judío.‭ ‬Optamos por ser un estado judío‭"‬.‭

(...)

"‬Nosotros...‭ ‬nos hemos comprometido ante la Knesset a no desarraigar un solo asentamiento en el marco del acuerdo provisional,‭ ‬y no obstaculizar el fomento del crecimiento natural.‭

(...)

"Somos conscientes del hecho de que la Autoridad Palestina no ha‭ ‬-‭ ‬hasta ahora‭ ‬-‭ [‬ ‬y tampoco después‭] ‬honrado su compromiso de cambiar la Carta palestina,‭ ‬y que todas las promesas en esta materia no se han cumplido.‭ ‬Me gustaría‭ ‬atraer la atención de los miembros de esta casa para que vean esos cambios como una prueba suprema de la voluntad de la Autoridad Palestina y de su capacidad,‭ ‬ya que esos cambios necesarios serán una piedra de toque importante y grave en relación a la aplicación continuada del acuerdo como un todo‭"‬.‭
‬La visión de Rabin incorporaba esencialmente los principios de Israel como un Estado judío,‭ ‬viviendo estado en‭ "‬paz dentro de unas fronteras seguras y reconocidas‭"‬,‭ ‬como se indica en la Resolución‭ ‬242‭ ‬de la ONU.‭

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